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Cuando el 7 de agosto
de 1990 el presidente César Gaviria Trujillo saludaba
a los colombianos en su discurso de posesión con aquella
lapidaria frase de Bienvenidos al futuro, tal
vez fueron muy pocos quienes alcanzaron a comprender el significado
real de la entraña de esta promesa y muchos menos los
que lograron vislumbrar lo que podía aparejar para
el país estas palabras. Más allá de las
consecuencias de empezar a transitar una nueva vía
a la luz de la recién estrenada Constitución
de 1991 y del embarcarse en un acelerado proceso de apertura
económica, el país fue encontrando poco a poco
el ambiente propicio para instaurar un cambio radical en el
modelo de salud imperante e inoperante, que no cumplía
con su propósito de garantizar la vida y el bienestar
a todos los miembros de la Nación.
En un tortuoso proceso de discusión amplio y agitado
que bien puede documentarse en los espacios académicos,
y de la mano de un acucioso equipo de legisladores liderados
por el hoy presidente de la república y en ese entonces
senador, Álvaro Uribe Vélez, el desaparecido
ministro Juan Luis Londoño de la Cuesta (ministro de
Salud de la época) y Luis Fernando Ramírez Acuña
(ministro de Trabajo), se asienta en Colombia la reforma a
la seguridad social con la aprobación de la Ley 100
el 23 de diciembre de 1993, como un desarrollo del mandato
constitucional de 1991, y donde la seguridad social sí
entra de verdad en el revolcón total prometido
por el gobierno Gaviria.
Sectores empresariales, trabajadores y jubilados, organizaciones
sindicales, cajas de compensación, el sector solidario
y toda clase de expertos y no expertos, participaron de una
u otra forma en la concepción del texto de la ley,
hasta producir un texto muy diferente del planteado inicialmente
apenas como un proyecto de reforma pensional, complementario
de la reforma laboral de la Ley 50 de 1990.
Al hacer su aparición en Colombia la seguridad social
con el carácter de derecho fundamental y como un servicio
público, se establece de paso la obligatoriedad del
Estado de velar por ella, como una de sus funciones inherente
y prioritaria. Pero la expedición de la norma representó
apenas el punto de partida, la hoja de ruta en la construcción
del sistema de salud colombiano, que compromete no solo al
Estado sino que convierte a todos los colombianos en actores
y responsables del nuevo sistema.
La Ley 100 introduce en Colombia no solo una transformación
radical en el sistema de salud, sino que interviene además
el sistema pensional y crea el de riesgos profesionales, una
de las novedades que más se le abona. Establece además,
la competencia entre entidades públicas y privadas,
abriendo campo al desarrollo de instituciones privadas que
se comprometieran con diversos servicios dentro del sistema.
Lo primero, sin embargo, fue iniciar la titánica labor
de enseñar la ley, un desafío de pedagogía
que todavía no termina, dada la maraña de términos,
siglas, procesos y cambios reglamentarios sin fin que padece
la ley misma.
Lo que hay
La mirada retrospectiva a estos 10 años de Ley 100,
da para todo: estudios técnicos y rigurosos de los
efectos y vacíos de sus mil y más normas y reglamentaciones,
especulaciones, casuística, proyecciones optimistas
y apocalípticas, defensas a ultranza y crítica
acerada. Estas y otras especies serán el plato fuerte
de los próximos meses en el ámbito de la hoy
protección social y en las más variopintas publicaciones
y medios.
Desde el periódico El Pulso queremos hacer una aproximación
a algunos de esos grandes consensos, disensos, perversiones
y fantasías que muestra el sistema luego de 10 años,
desde la óptica de algunos de los más respetados
conocedores del sistema, pero la labor no queda ahí.
Nos sumaremos a la marejada de información que se producirá
frente al tema, siempre con el propósito de contribuir
a la sana discusión y al debate del sistema que nos
debe garantizar a todos, la salud y el bienestar.
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| Más
información... |
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10 años
de Ley 100 Consensos, disensos, perversiones y fantasías
Cuando
el 7 de agosto de 1990 el presidente César Gaviria
Trujillo saludaba a los colombianos en su discurso de posesión
con aquella lapidaria frase de Bienvenidos al futuro,
tal vez fueron muy pocos quienes alcanzaron a comprender el
significado real de la entraña de esta promesa y muchos
menos los que lograron vislumbrar lo que podía aparejar
para el país estas palabra...
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Problemas del
Sistema de Seguridad Social en Salud en 10 años de
implementación
En
el análisis de los problemas del sistema deben señalarse
unos del diseño que constituyen sus problemas estructurales
y otros de la implementación, que constituyen sus problemas
coyunturales. Este prioriza los que a juicio del autor son
los más relevantes y definitivos, sin desconocer otros
de gran importancia...
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La Ley 100 de
1993 de cumpleaños - Celebración para el sector
financiero
y conmemoración para el sector social
Un
controvertido regalo de Navidad recibió el 23 de diciembre
de 1993 el pueblo colombiano. Lo aceptaron asombrados, casi
perplejos, los usuarios de los servicios de salud. Lo vieron
como una presencia mefistofélica los hospitales públicos,
los médicos y los trabajadores de la salud, pero superó
cada uno de esos espantos aquel que paralizó con palidez
de muerte al Seguro Social...
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Ley 100:
bien diseñada, mal implementada / Fracaso de
la supervisión del sistema
El
doctor José María Maya, rector del Instituto
de Ciencias de la Salud, CES, en Medellín, asevera
que de la Ley 100 solo se puede hacer un balance parcial,
ya que en diciembre próximo apenas se cumplirán
10 años de expedición de la ley de seguridad
social colombiana, es decir que en enero de 2004 estaría
a 9 años del inicio de su implementación...
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Ley 100/93 ¿De
malas o sin reglamentar? / Academia Nacional de Medicina Es
una ley esquizofrénica
La Ley 100/93, como
veremos, ha sido de malas: la más esperada, la más
estudiada, su ponente el actual Presidente tuvo a bien consultarme
el borrador al menos seis veces. Ahora se dijo, con oportunidad
del último paño de agua tibia (eufemísticamente
llamado reforma pensional) que era un desastre, que si no
se modificaba vendría el caos. Pero la modificación
fue mínima, puramente cosmética, con algunos
cambios que operarían en el año 2014... No se
entendía entonces cuál era la urgencia...
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AESA - Caos por
intermediación, ánimo de lucro y falta de control
Si
bien es cierto podemos hablar en términos generales
y para no pasar de pesimistas, que el estado de salud de los
colombianos ha mejorado, no lo ha hecho en la proporción
de la inyección de recursos al sistema. La intermediación,
el ánimo de lucro y la inoperante vigilancia y control,
han favorecido el gran caos que hoy se vive en el sector salud,
principalmente en la red de prestadores públicos y
privados, y la atención a los usuarios, quienes finalmente
son los más afectados...
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Aciertos y desaciertos
de la Ley 100 vistos desde Ecuador
El
presidente de la Fundación Ecuatoriana para la Salud
y el Desarrollo, Fesalud, el doctor Fernando Sacoto, analizó
los primeros 10 años de Ley 100 desde una perspectiva
externa, fuera de la dinámica de aplicación
de la ley en el ámbito colombiano...
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Asofondos - Ley
100 buena, pero si se ajusta con reformas en pensiones / Otras
voces del sector salud en los 10 años de la Ley 100
PPara
el presidente de la Asociación Colombiana de Administradoras
de Fondos de Pensiones y Cesantías -Asofondos-, el
doctor Luis Fernando Alarcón Mantilla, los mayores
logros de la Ley 100 en materia de pensiones, son básicamente:
la reforma del régimen de prima media, aunque fue parcial
y fue necesaria completarla con la ley 797 del 2003; y la
creación del régimen de ahorro individual, cuyos
buenos resultados se reflejan en el alto número de
afiliados, el capital o ahorro acumulado y la rentabilidad.
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