El Área de Libre
Comercio de las Américas ALCA, se proyecta como la
zona de libre comercio más grande del mundo, representa
casi US$12.000 billones de dólares en producto interno
bruto con un mercado potencial de más de 800 millones
de habitantes y conforma la quinta parte del mercado mundial;
Colombia es el 5º país más importante luego
de México, lo que le concede ventajas importantes con
relación al resto de los 28 países del continente,
pero ello implica ciertos riesgos y retos. Sin embargo, Colombia
tardó "una eternidad" en entender que el
ALCA es un compromiso de las naciones de este lado del mundo,
que no se puede detener y que tampoco se le puede hacer el
quite; por ello, entró tarde a las negociaciones y
solo en el último año trató de recuperar
terreno.
El ALCA no es el culmen en procesos de integración,
pues como área de libre comercio es solo el primero
de 4 pasos hasta llegar a una verdadera unión económica
como la europea. Las negociaciones del ALCA abarcan todo el
universo comercial y se enmarcan en las de la Organización
Mundial de Comercio (OMC); como Acuerdo, busca apertura total
de mercados y que sea simétrica, con obligaciones y
deberes comunes a los países.
Servicios de salud en el ALCA
El ALCA tendrá varios capítulos de negociación
en los que se destacan el comercio de bienes, de servicios,
acceso a mercados, propiedad intelectual, compras del Estado
e inversión extranjera. Dentro del capítulo
de servicios está incluido el tema servicios de salud,
determinado de acuerdo con una clasificación de la
Organización de las Naciones Unidas, por cierto bastante
alejada del lenguaje que hablamos dentro del sector salud.
Existen 4 modos de "comerciar" servicios de salud:
Comercio transfronterizo, Consumo en el extranjero, Inversión
extranjera y Desplazamiento de personas naturales, cada uno
de ellos muy diferente, con posibilidades y riesgos distintos
para el país. Estas formas de exportar servicios -o
importarlos si se mira desde el otro lado comercial- son las
que se denominan como modo I, II, III y IV respectivamente.
El "Comercio tranfronterizo" define a las actividades
en las que ni comprador ni proveedor se movilizan o cruzan
fronteras, solo lo hace el servicio, por ejemplo: actividades
de telemedicina, estudios de patología y laboratorio,
etc. El "Consumo en el extranjero" se refiere a
personas que salen de su país a buscar atención
médica en otra nación; este es el tipo de exportación
de servicios que hacen Salud sin Fronteras en Medellín
o Salud Capital en Bogotá. "Inversión extranjera"
implica la apertura de filiales en otro país o la participación
con capital humano, técnico y económico en negocios
de salud en otra nación. El "Desplazamiento de
personas naturales" se da cuando profesionales de las
áreas de salud se desplazan a otros países para
prestar sus servicios y luego retornan a su país de
origen.
Igualmente, para los procesos se negociación se tienen
en cuenta 3 tipos de condiciones para cada modo: Acceso a
mercados, Trato nacional y Compromisos adicionales.
Colombia, y los demás países, debían
presentar su oferta de servicios antes del pasado 15 de febrero.
Esta oferta debía responder a las peticiones que previamente
habían hecho algunos países como Paraguay, México
o el MERCOSUR, y proponer lo que deseamos como país
al conglomerado del ALCA. La oferta colombiana ha sido una
oferta conservadora pero claramente orientada a un proceso
de liberalización completa en el largo plazo, que busca
inicialmente lograr que los demás países presenten
mejores y recíprocas condiciones para el sector salud
en su totalidad.
No hay que olvidar que dentro del sector salud hay subsectores
muy importantes como aseguramiento, prestación de servicios
de salud, servicios profesionales, educación en salud,
etc. Por ello es muy importante que el proceso de negociación
sea hecho de manera responsable y decidida, de manera que
los efectos que pudieran generarse sobre alguno de los actores
de la cadena sectorial no sea nocivo. Al ALCA se va con la
idea de mejorar las oportunidades y posibilidades de nuestros
nacionales, pero es prioritario que el sector salud se pellizque
y se movilice rápidamente, so pena de quedar en condiciones
similares a las de la industria nacional en años pasados
ante el proceso de apertura económica, cuando no le
prestó la importancia que se merecía.
Por lo pronto existen elementos de juicio que obligan a que
Colombia tenga pies de plomo: -algunos países le han
pedido no se crea que son solo los países desarrollados-
que realice una apertura importante en sus condiciones dentro
del sector salud, sin embargo ellos se han reservado, de manera
que dejan en clara desventaja a nuestro país. Igualmente,
algunos han solicitado que sus profesionales tengan oportunidades
amplias en Colombia, pero no le permiten esas mismas ventajas
a los nuestros. Son ese tipo de situaciones las que se deben
estudiar con cuidado para no permitir que Colombia y su sector
salud salgan mal librados del proceso de negociación,
el cual tendrá un período de mejoramiento de
ofertas por parte de los países hasta el 30 de junio
próximo, para entrar en la fase final de negociaciones.
Para el sector salud colombiano, el ALCA es una realidad y
quiérase o no, impactará de alguna manera amplios
eslabones de la cadena de atención de servios de salud.
Es importante entonces que nos hagamos responsables de nuestros
deberes y que participemos de lleno en el proceso. Nadie lo
hará por nosotros.
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