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Fracasó
el proyecto
de ley 052: la gran estafa
Hernando
Guzmán Paniagua - Periodista elpulso@elhospital.org.co |
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El entierro de tercera que recibió en la Cámara
de Representantes el proyecto de ley 052 es otra frustración
para quienes veían en él, si no una reforma sustancial,
al menos un ajuste a la desajustada maquinaria de la salud consagrada
en la Ley 100/93. El trámite de la iniciativa fue similar
a la vida pública de Jesús: predicación
entusiasta por todo el país, palmas y hosannas al Mesías,
calvario ignominioso y muerte tras lenta agonía, previas
remisiones de Herodes a Pilatos, azotes y bofetadas de los doctores
de la ley, en juicio moderado por el Procurador romano y su
Sanedrín.
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Catorce proyectos de reforma radicados
en la legislatura de 2004, después de un año de
discusión en 60 foros que recogieron las aportaciones
de todos los estamentos de la salud. ¿Quién dudaba
del espíritu de concertación? Los proyectos se
decantan, quedan en el camino los más ambiciosos que
pretendían el desmonte de la ley y la instauración
de una política de Estado articulada para la salud, mientras
voces científicas y gremiales son desoídas. Se
impone el proyecto de ley 052 de origen gubernamental, que pretende
conciliar los proyectos iniciales.
Primera frustración: el articulado contempla mínimos
ajustes y su espíritu responde más a la idea del
Ejecutivo que mantiene en esencia lo dicho en la Ley 100. Son
más los sectores de la salud desilusionados que los contentos.
Al fin, 12 iniciativas distintas y una sola ley verdadera. Con
todo, el proyecto oficial introducía elementos para restaurar
parte del equilibrio relativo en los beneficios de los actores
del sistema y consagra figuras que le dan fisonomía más
humana a la norma. Así, el 052 fue aprobado por la Comisión
Séptima del Senado en diciembre de 2004 y luego en la
plenaria de la Corporación en septiembre de 2005. El
martirologio que vendrá después dirá que
no era verdad tanta belleza, pues lo poquito bueno que mantenía
el gobierno en el 052 se esfumaría por cuenta de los
miembros ricos del sistema de salud y de sus amigos en el Congreso,
con una manito del Ministerio de Hacienda.
¿Por qué cayó
el 052?
En la redacción final acogida por el Senado,
el proyecto contemplaba ampliación de la cobertura del
régimen subsidiado a cerca de 26 millones de usuarios
con la destinación de los recursos del 4 x 1000, limite
de 30% a la integración vertical, creación de
las figuras del defensor del paciente y el defensor de los profesionales
de salud, y constitución de fiducias para administrar
la plata del régimen subsidiado, entre otros puntos.
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Hubo acoso implacable
de las EPS a las limitaciones a la integración
vertical.
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Cuando el camino parecía
libre, vinieron los escollos: en las legislaturas de 2004 y
2005 los congresistas estuvieron aplicados a “prioridades”
como la reforma pensional, la reelección presidencial
y varios debates que relegaron el proyecto. A más de
esto, fue implacable el acoso de las EPS al límite de
la integración vertical, positivo parámetro de
equidad (bussiness are bussiness); luego vino la campaña
para elecciones parlamentarias y nadie se volvió a acordar
del 052, apenas desempolvado en vísperas de la reelección.
De contera, jugaron otras “urgencias” legislativas
como un convenio entre España y Colombia para evitar
la doble tributación de empresas que inviertan en ambos
países (¿quién dijo Telefónica?)
y un proyecto para que el Banco Emisor reestructure o condone
una deuda al Banco Central de Honduras, a instancias del FMI
y del Banco Mundial. Motivo especial de discrepancia fue la
propuesta del 4 x 1000 para financiar la cobertura del régimen
subsidiado, rechazada de plano por el Minhacienda Alberto Carrasquilla,
para quien “la salud estaría en riesgo con un impuesto
que no es seguro en el tiempo”, posición que compartió
el Minprotección Diego Palacio, En fin, la Cámara
acogió una propuesta mayoritaria de la Comisión
Séptima para archivar el proyecto que costó al
país mucho dinero y sólo le dejó “sangre,
sudor y lágrimas”, como dijera Winston Churchill.
¿Habrá Plan B?
La sepultura del 052 suscitó muchas reacciones.
En el Congreso se rasgaron las vestiduras, incluso hasta quienes
dilataron el proyecto. El ministro de la Protección Social,
Diego Palacio, dijo: “Es muy lamentable que se hayan perdido
3 años de trabajo”, y anunció un Plan B para
introducir reformas al sistema mediante medidas del Consejo
Nacional de Seguridad Social en Salud. Los técnicos de
Minhacienda trabajan en una propuesta global para la financiación
sostenible del régimen subsidiado. El presidente de la
Federación Médica Colombiana, Sergio Isaza Villa,
conceptuó que el fracaso “garantiza que en materia
de salud y seguridad social todo siga empeorando”, deploró
la mala suerte del control a la integración vertical
y dijo que “el proyecto tenía además elementos
que profundizaban la inequidad”. El senador Luis Carlos
Avellaneda afirmó del proyecto: “Aparte de unos
limitados avances en el control de la integración vertical
y en el financiamiento del sistema, se habría constituido
en un retroceso, al profundizar el modelo de aseguramiento actual
que se soporta sobre las teorías del mercado”; sobre
la universalidad de la cobertura, sólo propendía
a ella sin poner fecha para lograrla, anotó.
Y Acemi, el gremio de las EPS, mantuvo su posición de
rechazo al 052, que siempre calificó como “un paso
atrás que desconoce los avances del Sistema General de
Seguridad Social en Salud”. Mientras llegan el plan B y
la resurrección gloriosa, ¿qué pensarán
los usuarios de la salud?. |
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