Éstos eran
algunos de los indicadores de la Empresa Adaptada de Salud -EAS-
04 de Corelca, que como la mayoría de las 23 EAS aprobadas
en 1996 por el decreto 404, desapareció porque a eso
estaban condenadas desde la Ley 100: a morir lentamente, sin
que la calidad del servicio ni su viabilidad financiera sirvieran
de argumentos para sobrevivir.
Actualmente sólo subsisten dos Entidades Adaptadas de
Salud -EAS-: el Servicio Médico de las Empresas Públicas
de Medellín y el Fondo de Pensiones de los Ferrocarriles
Nacionales; las entidades adaptadas de las universidades públicas
al acogerse a la Ley 647/01 obtuvieron un nuevo aire y el resto
de EAS fueron liquidadas paulatinamente por decisiones administrativas,
pues según funcionarios de la Supersalud, de las
entidades adaptadas liquidadas, ninguna lo fue por procedimientos
de la Superintendencia, sino por decretos del gobierno nacional
o por decisiones de cada entidad.
La partida de defunción para las entidades adaptadas
estaba contenida en la Ley 100, según un asesor en 1993
del entonces senador Álvaro Uribe Vélez: La
motivación para la existencia del artículo 236
de la Ley, surge de considerar que los servicios médicos
en las instituciones públicas eran en su mayoría
fruto de Convenciones Colectivas de Trabajo; con miras a hacer
un desmonte gradual de ellos y como mecanismo de transición
sin desconocer los derechos adquiridos de los trabajadores,
se optó por las Entidades Adaptadas de Salud. Y
para garantizar su extinción en el tiempo, se incluyó
en la Ley 100 que las EAS no podían afiliar a nuevas
personas, aparte de las vinculadas laboralmente en ese momento
a empresas que decidieran acogerse al modelo.
Liquidar por liquidar
La empresa adaptada de salud de Corelca, la ultima EAS
en entrar en liquidación, es un ejemplo de cómo
la calidad no tuvo nada que ver con este tipo de decisiones.
Según el doctor Jorge Arévalo, actual coordinador
médico de la empresa, en el año 2004 la junta
directiva de Corelca decidió liquidar la entidad adaptada
por considerarla onerosa, y argumentando que debido a la vocación
de la entidad en el sector de la energía, no cabía
dentro de sus parámetros manejar el área de salud;
por tanto, decidieron liquidarla y trasladar los afiliados a
EPS del mercado, de manera concertada. Sin embargo, el doctor
Iván Chalela Marino, exdirector de la EAS de Corelca,
estima que la decisión no fue tan concertada, en la medida
que los mismos afiliados en su momento solicitaron en cartas
al presidente de la República y al Ministro de la Protección
Social, la permanencia de la empresa de salud: Lo que
ocasionó la liquidación fue la decisión
del gobierno de privatizar Corelca y crear 4 nuevas empresas,
que a su vez quisieron acabar el vínculo de sus trabajadores
con la antigua Corelca, pues seguían recibiendo servicios
de la EAS.
La satisfacción de los usuarios del 100%, era el principal
argumento para evitar acabar con la EAS de Corelca. Enviamos
una carta al presidente de la república diciéndole
que no era lógico que la única EPS de la costa
donde los usuarios tenían una satisfacción total,
se fuera a liquidar, pero no tuvimos respuesta a esa comunicación
firmada por iniciativa propia por 2.500 beneficiarios,
afirma el doctor Chalela, quien agrega que el problema tampoco
era de costos, ya que siempre se tuvo negociaciones con tarifas
ISS, en un rango entre 10% por debajo y 15% por encima del manual,
pero en ningún momento tarifas que no se pudiesen manejar.
El doctor Chalela atribuye el éxito de la antigua EAS
a la ausencia de ánimo de lucro, lo que permitía
manejar el presupuesto teniendo como principal utilidad la salud
de los afiliados: Era evidente que tenían el propósito
de acabar con las EAS; no es lógico -y así lo
manifestamos al Presidente- que ante el problema de calidad
del sistema de salud colombiano, donde los únicos usuarios
satisfechos eran los de entidades adaptadas, ¿por qué
no modificar la Ley 100 y permitir a las empresas que adaptaran
servicios médicos al modelo de EPS? Eso no aumentaría
costos al Estado, pero sí mejoraría la calidad.
Actualmente, los trabajadores de Corelca pasamos de una satisfacción
total a estar en el mismo nivel de insatisfacción que
tienen los demás usuarios del sistema de salud.
Las que quedan
En las entidades adaptadas el principal objetivo es
diferente, afirma la doctora Ana Eugenia Velásquez, jefe
del servicio médico de las Empresas Públicas de
Medellín -EPM-: Tenemos que velar por la seguridad
y el bienestar de nuestros trabajadores; sí tenemos una
gran diferencia con las EPS, y es que trabajamos por los empleados
de EPM y no por el beneficio del departamento médico;
nuestro pilar fundamental no son los costos sino la calidad,
y en eso va involucrado el costo. Aunque la doctora Velásquez
lamenta que desde la ley no se permita recibir nuevos afiliados
cotizantes, espera que se encuentren estrategias para que el
servicio tenga larga duración y permanezca.
El modelo de salud del servicio médico de EPM está
cimentado en la prevención y promoción, basado
en un profundo conocimiento epidemiológico de los usuarios
debido a un estricto control de los RIPS (Registros Individuales
de Prestación de Servicios de Salud); de allí
parten programas que se extienden a todos los trabajadores de
la empresa y a sus familias; además se hacen tamizajes
en toda la empresa para evaluar individualmente factores de
riesgo como sobrepeso, hipertensión arterial, colesterol,
glicemia, entre otros, para evitar prevención secundaria.
En cuanto a la oportunidad, los usuarios salen el mismo día
en que lo solicitan, con la autorización de los servicios
especializados: no hay listas de espera ni aún para cirugías
de muy alta complejidad; el paciente es visto por el especialista,
entra al área de auditoría y calidad, y ese mismo
día sale con todas sus órdenes. En las relaciones
con los prestadores de servicios de salud, la doctora Velásquez
destaca los convenios en donde se hace una negociación
transparente y de acercamiento, a través de un gana
a gana, lo que permite oportunidad en la autorización
de la prestación, una satisfacción de los usuarios
del 97% desde hace 5 años y un número de tutelas
que no superan el 0.1% de las prestaciones anuales.
La otra entidad adaptada que continúa prestando servicios,
atiende a los pensionados de los Ferrocarriles Nacionales y
de Puertos de Colombia, con un total de 62.000 usuarios; sus
niveles de tutelas también son mínimos y ofrece
el Plan Obligatorio de Salud tradicional y un plan complementario
basado en derechos convencionales. La satisfacción de
los usuarios depende de la forma de contratación, que
permite que la entidad ejerza auditorías al milímetro
y haga seguimiento a la parte financiera de los contratistas;
según el doctor Pedro Pablo Cadena, director del Fondo
del Pasivo Social de los Ferrocarriles Nacionales, damos
prelación a la calidad del servicio y a la forma de contratación
sobre una población que varía poco, y permite
pagar con posterioridad a la prestación del servicio,
lo cual implica que en ningún momento los recursos estén
en peligro.
La EAS de los Ferrocarriles cuenta con comités locales,
regionales y nacional de evaluación, con participación
de representantes de los pensionados en todos los niveles de
atención y en todas las localidades, permitiendo que
el seguimiento del servicio lo hagan los usuarios, quienes captan
las fallas en el momento y facilitan la búsqueda de la
solución mas rápida. No hay represamiento en entrega
de medicamentos, ni acumulación de citas generales ni
de especialistas; por otra parte, hay parámetros para
conocer de acuerdo con la población atendida en cada
localidad, cuántas camas y citas deben estar disponibles,
y así se llega a una planeación del servicio casi
matemática, en donde el prestador - contratista conoce
su obligación, señalada en los términos
de referencia. Además, sabiendo que de un pago oportuno
depende la buena prestación del servicio, se paga dentro
de los 5 días posteriores a la prestación, señaló
el doctor Cadena. Y como un mecanismo adicional de control,
se aplican medidas como ésta: cuando por demora en la
prestación de algún servicio, el prestador no
cumple dentro de los términos, la entidad lo ordena con
otro proveedor, y al momento de pagar se descuenta al prestador-
contratista, garantizando así el cumplimiento oportuno
de los servicios.
Resucitación de EAS vía
tribunales
Revertir las liquidaciones de las EAS es un asunto prácticamente
imposible; sin embargo, en el caso del servicio médico
del Municipio de Medellín, la justicia entró a
mediar. El Tribunal Administrativo de Antioquia falló
la demanda al decreto 435/99 declarando su nulidad, puesto que
el alcalde en ese momento, Juan Gómez Martínez,
no era competente para acabar con la entidad de salud. Para
los empleados del municipio fue lamentable la liquidación
de la entidad, porque según manifiesta el presidente
de la Asociación de Empleados del Municipio de Medellín
ADEM, doctor Elkin Mauricio Zapata, la misión del
servicio médico era la calidad y la eficacia; el médico
no estaba sujeto a 15 minutos por consulta, ni a unos medicamentos;
lamentablemente, el servicio que recibimos ahora de las EPS
se resume en ineficacia y negligencia, y acudir a la tutela
es la única forma para acceder a un servicio oportuno.
Los empleados del municipio de Medellín esperan el pronunciamiento
del Consejo de Estado, ante el cual apeló el fallo el
municipio; sin embargo, como manifiesta el presidente de ADEM,
lo que sigue es voluntad política, porque en su momento
la justificación para terminar el servicio médico
fue la reestructuración de la planta de empleados del
municipio: Le propondremos a la administración
que retome el servicio médico, adaptándolo a los
parámetros de la Ley 100 pero resaltando la calidad,
aspecto con el que no se cuenta en las EPS. |