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La Dirección
Seccional de Salud de Antioquia acaba de establecer una red
prestadora de servicios para la atención de urgencias
en el Área Metropolitana de Medellín, dentro
de la cual no fueron incluidos el Hospital Universitario San
Vicente de Paúl de Medellín, el Hospital General
de Medellín "Luz Castro de Gutiérrez"
y enatención de nivel II y III, Metrosalud.
Esta decisión del titular de esa dependencia, doctor
Juan Gonzalo López Casas, implica que los pacientes
que sean llevados por casos de urgencia a estos centros asistenciales,
recibirán allí, porque así lo estipula
la ley, la obligada y necesaria atención inicial, pero
que una vez sean estabilizados, ordenó la Seccional,
deberán ser remitidos a otro centro asistencial que
si esté incluido dentro de la red que acaba de ser
establecida, como la Clínica Las Américas, el
Hospital Pablo Tobón Uribe y algunas clínicas
oftalmológicas, entre otros.
Esta situación obedece al argumento de una pretendida
eficacia en la administración de los recursos de la
salud del Departamento, ya que la Dirección Seccional
manifestó a principios de este año que no contaba
con los recursos suficientes para la contratación de
la atención de los pacientes a su cargo y que por ello
se veía obligada a establecer unos topes de contratación
con cada entidad. Además, definió que el criterio
en la asignación de los contratos sería el menor
costo en la prestación de servicios, el cual aparentemente
le ofrecen algunas entidades privadas.
Discriminación
al Hospital Universitario San Vicente de Paúl
A este hospital, la Dirección Seccional de Salud le
comunicó que solamente tenía disponibles para
contratación por atención de pacientes, la suma
de $2.000 millones mensuales, cuando era ampliamente conocedora
de que la facturación habitual por asistencia a pacientes
remitidos y urgentes a cargo de la Seccional era superior
a los $4.000 millones al mes y que este año había
iniciado con un monto de servicios por unos $3.500 millones
mensuales. El hospital reiteró que esos $2.000 millones
serían insuficientes para atender la demanda de pacientes
y a instancias de la Seccional le presentó una oferta
de servicios con atención de urgencias a tarifas SOAT
y en algunos programas electivos se incluían unidades
o paquetes a precios muy favorables. La Seccional insistió
en que necesitaba un descuento mucho más grande pero
el Hospital no estaba en capacidad de aprobarlo, después
de que el año anterior ya le había descontado
$6.600 millones. La respuesta de la Dirección Seccional
entonces, fue excluir este centro asistencial de su red de
atención de urgencias.
Ante la nueva situación, en el Hospital San Vicente
se están atendiendo los pacientes urgentes que llegan
espontáneamente, otros que son remitidos por las unidades
de salud dependientes de la Seccional y otros remitidos por
la misma entidad bajo la acción legal de una tutela.
La Dirección argumenta que no tiene como pagar por
la atención de estos pacientes, pero estos costos tampoco
puede asumirlos el Hospital, porque no cuenta con los recursos
suficientes para ello.
Por el momento, el Hospital San Vicente continúa atendiendo
estos pacientes que le siguen llegando y la Seccional está
en la obligación legal y moral de pagar por esas atenciones
de pacientes debidamente reportados.
"Es
una equivocación de la Seccional"
El doctor Julio Ernesto Toro Restrepo, director del Hospital
San Vicente de Paúl, afirma que se trata de un grave
error de la entidad departamental, porque en los centros asistenciales
con los cuales contrataron la atención de urgencias
en el último mes, nunca antes atendían pacientes
de la Seccional.
Esta actitud de la Seccional de salud, obedecería entonces
a que la entidad estaría entrando a la corriente de
privatización de la salud, porque si anteriormente
contrataba con entidades públicas como el Hospital
General y Metrosalud, y con sus propias entidades como los
hospitales de Bello, Caucasia y Caldas, o con entidades privadas
de beneficio público como el Hospital San Vicente por
ejemplo, ahora a estos centros asistenciales les restringió
el tope de contratación y les impuso un monto fijo
para la atención de todos los pacientes que llegan,
independientemente del costo de esas atenciones, lo que en
la realidad materializa la suspensión del apoyo a estas
instituciones para que puedan seguir operando y prestando
sus servicios.
En segundo término, afirma el doctor Toro, la contratación
con entidades privadas no es negativa per se, e inclusive
él mismo y otros representantes del sector salud, no
se oponen a esas decisiones de privatizar algunos servicios,
pero es evidente que al contratar con entidades privadas,
los recursos del Estado van a engrosar las arcas de organizaciones
y socios que sí buscan el lucro, mientras al contratar
con entidades públicas o privadas sin ánimo
de lucro, las utilidades de estas entidades si se revierten
en servicios de salud que ofrecen más beneficios para
los pacientes, señaló el directivo.
La entrega de los recursos públicos al sector privado,
en una especie de subsidio oficial a la actividad empresarial
particular, sería la prueba fehaciente de la "moda
francesa" de la Dirección Seccional de Salud de
Antioquia, de entrar a las corrientes de privatización
y neoliberalismo tan en boga en todo el planeta, argumentando
principios de eficiencia y costo irreales.
Además, las Instituciones Prestadoras de Servicios
de Salud públicas y las privadas de beneficio social,
como las excluidas de la red prestadora de la Seccional, también
hacen descuentos a los pacientes por concepto de copagos que
muchas veces no pueden pagar, mientras habría que ver
si las contratadas también asumirán erogaciones
similares.
La Dirección Seccional de Salud de Antioquia siempre
ha estado escasa de recursos, pero debe aclararse que ningún
país del mundo ha tenido nunca los recursos suficientes
para atender todas las demandas del sector salud y del bienestar
de sus habitantes; lo extraño entonces, es que apenas
ahora, como no había sucedido antes, la Seccional decida
aplicar unas medidas con criterio de economía, que
al parecer no son tales en la realidad sino que parecieran
obedecer a otro tipo de intereses particulares.
Este año no ha habido contratos, pero los montos asignados
a las IPS para prestación de servicios empezaron con
unos montos que ahora son disminuidos, para ser trasladados
a otras entidades. ¿Dónde estaría el
ahorro entonces, si de todas formas la Dirección Seccional
tiene que pagar por esos servicios? Ahí se ratifica
ese direccionamiento de los recursos públicos hacia
el sector privado con ánimo de lucro.
La
atención en el San Vicente es de alta complejidad
Otra justificación de la Dirección Seccional
de Salud de Antioquia, afirma que las cuentas de servicios
del Hospital San Vicente siempre superaban los montos de contratación
asignados, sin considerar que ello tiene dos explicaciones
absolutamente claras y contundentes.
En primer lugar, la demanda de atención de pacientes
de la Seccional al Hospital siempre es creciente, ya que a
este centro asistencial llegan los pacientes más graves
de casos de urgencias de Medellín y de Antioquia a
cargo de la Seccional, que demandan altos costos en sus atenciones
y procesos de recuperación, y en segundo término,
porque estos pacientes de urgencias y otros más remitidos
desde todo el departamento, generalmente necesitan procedimientos
de alta complejidad, como cirugías múltiples,
transplantes y otros más incluidos dentro del rubro
de enfermedades catastróficas o de alto costo.
Este argumento no fue tenido en cuenta por la Seccional en
ningún momento, provocando que en últimas, algunos
pacientes puedan verse excluidos de atenciones imprescindibles
para mantener la vida, porque en otros centros asistenciales
quizá no encuentren la disponibilidad de recursos tecnológicos
y profesionales que si ofrece el Hospital San Vicente en todas
sus áreas y especialidades de tercer y cuarto nivel
de atención.
No
valen argumentos a la Seccional
A pesar de que la Dirección conoce de primera mano
todas estas situaciones, no vaciló en excluir de su
red prestadora a entidades que le han prestado un excelente
y oportuno servicio, reafirmando esa actitud tendiente a que
todo se marque con el sello privado, de que los bienes públicos
vayan pasando al sector privado, tal y como lo demuestra la
decisión del doctor Juan Gonzalo López Casas
con esta última contratación.
Esto llevaría a pensar, que si no existen criterios
sólidos para sustentar una decisión como esta,
la única explicación posible es que la Seccional
de Salud de Antioquia y particularmente su director actual,
sostiene una actitud antipática hacia las instituciones
públicas y hacia las privadas de beneficio social,
porque hasta la saciedad se le ha demostrado la invaluable
labor a favor de la comunidad que cumplen las instituciones
que ahora está discriminando.
El
Hospital sigue abierto
Pese a las restricciones y cortapisas que está empeñada
en aplicar la Seccional a las IPS mencionadas, éstas
han anunciado que continuarán atendiendo a los pacientes
que necesiten sus servicios. En especial, el Hospital Universitario
San Vicente de Paúl, a través de su director,
el doctor Julio Ernesto Toro Restrepo, ha sido enfático
en afirmar que la entidad a su cargo siempre estará
dispuesta a atender los pacientes, que siempre encontrarán
puertas abiertas en el Hospital. Así se le ha comunicado
al doctor Juan Gonzalo López Casas, en el sentido de
que no se dejará de atender pacientes y que no se van
a sacar del Hospital con tratamientos incompletos ni en contra
de la voluntad del médico tratante, que es el responsable
ante la ley y ante la ética del bienestar de su paciente.
En ese orden de ideas, se sigue trabajando en el Hospital,
aunque se está a la espera de si las entidades contratadas
por la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, también
le van a hacer descuentos a los pacientes y a la misma Seccional,
en el monto y con la frecuencia en que lo hacía el
Hospital, porque todo parece indicar que al final le va a
salir más costoso a la Seccional, mientras estaba buscando
ahorros donde no los hay. El tiempo y la comunidad dirán
entonces la última palabra.
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