Pese a todos los esfuerzos emprendidos en
los últimos años por la Organización
Panamericana de la Salud, para reducir la Sífilis congénita
en países subdesarrollados como Colombia y de lograr
reducir la tasa de incidencia a menos 0.5 infectados por cada
mil nacidos, el reporte demuestra que la meta no se ha cumplido
en el país y que hoy prevalece la cifra de 0.97 infectados
por cada 1.000 nacidos, según los datos suministrados
por el coordinador del Programa de Prevención de Enfermedades,
el médico Ricardo Lucke Núñez, del Ministerio
de Salud.
Los registros de esta enfermedad persisten como un grave problema
de la salud pública, que refleja hasta qué punto
se realiza un adecuado control natal por parte de los responsables
en la atención primaria en salud, si se considera que
esta infección venérea, que transmite la madre
al feto a través de la placenta y que puede ocasionar
un aborto o muerte fetal, tiene un diagnóstico sencillo
y un tratamiento muy favorable que garantiza excelentes resultados.
Para 1990 las estadísticas daban cuenta en el país
de un total de 322 casos registrados de Sífilis congénita,
cifra que fue más que duplicada en 1999 con el diagnóstico
de infección de 748 niños no nacidos.
Esta tendencia al aumento de nuevas víctimas se mantiene
también en Antioquia, en 1994 se conocían 77
casos y en el año 2000 la Dirección Seccional
de Salud del Departamento reveló la existencia de 85
pacientes, la mayoría presente en los municipios de
Puerto Berrío, Apartadó, El Bagre, Tarazá,
Bello, Medellín e Itagüí.
Estas cifras son el resultado de la puesta en marcha del ambicioso
Plan Nacional para eliminar la Sífilis congénita
y, según la doctora Angela María Castañeda
Naranjo, del equipo de médicos de la Dirección
Seccional de Salud de Antioquia encargados de la vigilancia
epidemiológica, los datos no representan la realidad
de la situación. Por eso no descarta un subregistro
de casos en todo el país, dado que en el medio, asegura,
existe aún una gran reserva entre la población
sexualmente activa para realizarse exámenes médicos
y solicitar la ayuda en el tratamiento de enfermedades originadas
por transmisión sexual. Además, los servicios
de salud en algunas zonas del país son inaccesibles
a la población, por lo cual deciden acudir mejor a
personas no idóneas como las parteras o los farmacéuticos.
Otros factores de este subregistro son la carencia de sistemas
adecuados de vigilancia epidemiológica o el debilitamiento
de los existentes, como consecuencia de la prioridad que se
da en algunas zonas del país a otros programas, pese
al crecimiento que ha tenido en los últimos años
la epidemia del Sida y su estrecha relación con enfermedades
venéreas como la Sífilis.
Un camino doloroso
Conocida también como Lués, la Sífilis
congénita es una enfermedad venérea contagiosa
del binomio madre-hijo causada por la infección con
bacterias en forma de espiral llamadas Treponemas que afectan
cualquier tejido del cuerpo humano.
La infección penetra en el cuerpo a través de
las membranas mucosas, como la vagina y la uretra masculina,
o por cortes en la piel. Su período de incubación
antes de que los síntomas aparezcan puede durar desde
una semana hasta tres meses.
La enfermedad se desarrolla a través de varias etapas:
en la Fase Primaria, que es de dos a cuatro semanas, en el
lugar de la infección aparece una mancha roja que se
ulcera, formando un chancro de base dura. Este no suele ser
doloroso ni sangrar, pero si se abre exuda un líquido
claro que contiene la bacteria responsable de la Sífilis
y de no iniciar el tratamiento con las pruebas serológicas
de tipo RPR, VDRL O USR y posteriormente con la aplicación
de la penicilina benzatínica, que puede curar por completo
las secuelas que dejan las dos primeras fases, la enfermedad
continuará avanzando hasta la Fase Terciaria donde
sólo podrá detenerse debido a que el tejido
dañado no podrá reponerse.
En la Fase Secundaria, que corresponde a dos meses después
de la infección, es común la aparición
de fiebre, dolor de cabeza, cansancio, dolor de miembros y
una erupción. Se mantienen las úlceras sobre
todo en los genitales y se presenta un aumento de volumen
de hígado, bazo y ganglios linfáticos.
Durante la Fase Terciaria, que puede aparecer hasta 20 años
después del contagio o no aparecer nunca, de acuerdo
con la actitud que asuma el paciente ante el tratamiento,
la Sífilis afectará a cualquier parte del cuerpo
y presentará rasgos similares a otras enfermedades.
En general la Sífilis deteriora el sistema nervioso
central, los vasos sanguíneos, los huesos y órganos
intestinales, provoca la parálisis general del paciente,
locura, pérdida de reflejos, aneurisma o dilatación
de la aorta e insuficiencia cardíaca.
Contagio del feto
La trasmisión al feto se da por vía perinatal,
en el útero por paso trasplacentario o durante el parto,
o por medio del contacto sanguíneo. Incluso se considera
que la lactancia también está involucrada en
su transmisión.
El contagio del feto puede ocurrir en cualquier momento del
embarazo, de hecho el 70% de los hijos de las madres que no
han recibido el tratamiento para combatir la Sífilis
se infectan en el nacimiento. De ahí que sea fundamental
la práctica de un examen antes de los tres meses de
gestación, para reducir los riesgos de que los dos
adquieran la enfermedad, incluso, si no es diagnosticada hasta
que el bebé haya nacido, el tratamiento impide cualquier
lesión posterior.
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Es muy importante
que todos los miembros de la familia se sometan regularmente
a revisiones médicas para combatir cualquier rastro de
infección. Muchos niños con Sífilis congénita
no presentan síntomas a lo largo de sus vidas, mientras
que otros los tienen en el momento del nacimiento o después
con la presencia de ampollas en las palmas de las manos y pies,
manchas alérgicas gruesas en la boca y en los genitales
que poco a poco le producirán debilidad, parálisis
aparente en uno o más miembros, meningitis, epilepsia,
retraso mental e infección en los ojos, entre muchas
otras anomalías físicas.
Estrategias para eliminarla
La Organización Panamericana de la Salud estableció
como meta la eliminación de la Sífilis involucrando
a todas las entidades promotoras de la salud, tanto del sector
público como privado, en especial las EPS y las ARP,
en acciones conjuntas que permitan mejorar la cobertura del
área y reduzcan la incidencia de esta patología
en el mundo.
Por eso, a través del Ministerio de la Salud se han trazado
para Colombia una serie de estrategias y metas que buscan articular
desde las Direcciones Seccionales de la Salud programas educativos
fundamentados en la prevención y atención de la
población sexualmente activa y sobre todo de las madres
gestantes.
Para el doctor Ricardo Lucke Muñoz, el programa del Ministerio
de Salud para Eliminar la Sífilis congénita afronta
hoy algunas dificultades por la falta de asistencia técnica,
la reducción de personal en las regiones, porque en algunos
casos se diagnostica mal y también porque en muchos departamentos
se retarda su búsqueda y se dejan vencer los reactivos
para descubrir su presencia a tiempo.
La doctora Angela María Castañeda, integrante
del grupo médico de Epidemiología, de la Dirección
Seccional de Salud de Antioquia, indicó que este plan
tiene como principal reto persuadir a las comunidades sobre
la necesidad de cambiar los patrones y conductas sexuales que
favorecen la presencia de las enfermedades venéreas.
Un aspecto muy positivo es que busca unificar las estadísticas
de Sífilis en el país a través del fortalecimiento
de la consulta prenatal mediante un mayor mercadeo y un mejoramiento
de la calidad de la atención, en la detección,
vigilancia y tratamiento temprano y apropiado de las mujeres
embarazadas y de los recién nacidos.
Así mismo pretende estudiar en el laboratorio el 100%
de los casos registrados, realizar un seguimiento permanente
a los infectados y cumplir con la práctica periódica
de la prueba de VDRL, tanto en las madres gestantes como en
los recién nacidos.
El programa compromete al Ministerio de Salud a disponer de
los medicamentos necesarios para el tratamiento de la totalidad
de los casos probables con Sífilis congénita y
a las Direcciones Seccionales a realizar la capacitación
directa de las instituciones prestadoras del servicio que captan
el mayor número de casos y que en Antioquia son los hospitales
Universitario San Vicente de Paúl, General de Medellín,
Infantil Concejo de Medellín, las Clínicas Soma,
El Rosario y los hospitales de II nivel del Valle de Aburrá.
Para eliminar la Sífilis congénita es necesaria
la participación de los medios de comunicación
en programas de sensibilización a toda la comunidad,
considerando que existe siempre un tratamiento favorable que
le asegura al paciente la total recuperación de su salud,
si es diagnosticada y tratada a tiempo. |