Medimas, la distancia entre lo anunciado y lo padecido
elpulso@sanvicentefundacion.com
La entrada en operación de Medimas
fue un alivio para el gobierno
nacional que se quitó de sus hombros
el problema de SaludCoop y Cafesalud
en una sola jugada, sin embargo
para los pacientes trasladados, alrededor
de 5 millones 200 mil, el calvario
parece haberse empinado, hasta el punto
que Germán Loaiza, presidente de la
Asociación de Usuarios de la EPS en el
departamento de Caldas señala que:
“Medimás parece medimenos. Con decirle
que era mejor Cafesalud” lo cual ya
es mucho decir.
Aunque desde el 21 de julio, cuando la
Supersalud publicó la Resolución 2426
de 2017 aprobando el plan de reorganización
institucional y creación de Medimás
se dio supuestamente luego de
verificar el buen funcionamiento del modelo
de atención y situación financiera,
los voceros de asociaciones de pacientes
han manifestado inconformidad con
la manera como comenzó a funcionar la
EPS.
Lina Arango, líder de la Asociación Salud
Para Nuestros Hijos, indicó que: “estamos
peor que antes, no se han firmado
contratos con las IPS, no tenemos atención
por colapso, no hay sistema, no hay
citas ni valoraciones con especialistas,
no hay entrega de medicamentos esenciales.
La situación es lamentable. No
queremos que se desate una nueva ola
de muertes a la espera de una solución
con Médimas”.
En el mismo sentido se han manifestado
las asociaciones de pacientes con cáncer
y otras enfermedades graves, para quienes
la situación es más compleja, pues
aunque requieren atención inmediata,
continúan a la espera de autorizaciones
médicas, cirugías y otros tratamientos.
Francisco Castellanos, director de la organización
Defensa del Paciente, señala
que el balance del primer mes de Medimas
no es positivo y lo califica como
agrio: “Estamos altamente preocupados
porque existe incertidumbre en torno
a cuál será el modelo de salud y la red
de prestadores con los que Medimás garantizará
la prestación de sus servicios”,
situación que se estaría presentando en
todo el país.
Por su parte Néstor Álvarez presidente
de la Asociación de Pacientes de Alto
Costo indicó que: “Los centros de autorización
de Medimás están solos porque
solo están haciendo recepción para
cambiar órdenes y no están entregando
inmediatamente ni están evacuando lo
que tienen. Hay una represa de autorizaciones”,
situación con la que no solo
se afectarían los pacientes de alto costo:
“se convirtió en un cuello de botella porque
solamente están recibiendo el documento
y mandando volver al paciente a
los 10, 12 días”, añadió Álvarez.
En Cali Alexánder Camacho, subsecretario
de Salud Pública, indica que en su
despacho se han registrado peticiones
de usuarios desde la entrada en operación
de la EPS: “Solicitamos a la Gerencia
Regional y a la Superintendencia explicación
sobre cada uno de los casos”, y
al momento de cierre de esta edición no
se habían obtenido respuestas.
Por su parte las agremiaciones de hospitales
tanto públicos como privados se
han mostrado preocupadas porque las
cuentas no les dan. De la cifra de un billón
400.000 millones de pesos de la venta de
Cafesalud, 200.000 millones cubrirán la
deuda con el Fosyga y 600.000 millones
se irían en un cruce de cuentas entre Cafesalud
y las IPS que la compraron, de lo cual
se desprende que “Quedan 400.000 millones
de pesos para pagarlos en 5 años.
¿Ustedes creen que esa es la liquidez que
necesita el sistema de salud?”, dijo Juan
Carlos Giraldo, director de la Asociación
Colombiana de Hospitales y Clínicas.
A la situación se sumó el escándalo generado
por una grabación donde el doctor
Gerardo Valenzuela Tovar, alto funcionario
de Medimas, cuestiona que los médicos
envíen medicamentos, exámenes y tratamientos
que pueden considerarse como
costosos, lo grave es que lo hace en términos
que dejan entrever que la política de
gestión de la entidad será la contención
de costos más allá de las necesidades de
los pacientes.
Según el senador Eduardo Pulgarín, en
cuatro semanas se han retirado de esta
EPS alrededor de 700.000 afiliados probablemente
por el “temor” de lo que parece
venirse encima, ya que los usuarios de Cafesalud
tenían sus esperanzas puestas en
que con el cambio mejoraría los servicios,
y si bien es cierto que en todo proceso de
inicio se debe dar un compás de espera, el
asunto es que cuando lo que se tiene en
riesgo es la salud y la vida, esos compases
no pueden ser de semanas o meses.
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