Fortalecer el papel de la producción local de medicamentos
Redacción El Pulso - elpulso@sanvicentefundacion.com
E n 2016, en el marco del Foro Farmacéutico,
Emilio Sardi, entonces
presidente de la Junta Directiva de
la Asociación de Industrias Farmacéuticas
Colombianas, Asinfar, planteó que
la Política Nacional Farmacéutica no
impulsaba el desarrollo de este tipo de
empresas en el país; la respuesta del Ministro
Alejandro Gaviria fue simple: el Ministerio
de Salud debía preocuparse por
el componente sanitario de la política, lo
otro correspondía a un tema de carácter
comercial. A partir de allí comenzó una
serie de análisis para determinar el camino
a seguir; y lo curioso es que en contra
del concepto del ministro, el estudio
permitió observar que ambos campos,
el desarrollo industrial y las medidas de
corte sanitario están íntimamente ligados.
Hace algunas semanas, el director ejecutivo
de Asinfar, Alberto Bravo, se reunió
con el ministro Gaviria para entregarle
las conclusiones, y quien ante el
estudio manifestó que era importante.
En líneas generales, estas son sus consideraciones:
En Colombia, la Ley Estatutaria de Salud
incluye el tema de la Política Farmacéutica
Nacional en el artículo 23, que
establece que el gobierno nacional trazará
una Política Farmacéutica Nacional,
donde entre otros componentes se
tengan mecanismos de producción; sin
embargo, en el Conpes 155 de 201, que
define 10 estrategias de acción solo una
incluye una referencia a la producción de
medicamentos.
En esta estrategia incorpora actividades
para el estímulo a la investigación; el desarrollo
y la producción de medicamentos
estratégicos; la promoción de la competencia
(genéricos) de medicamentos
y la disponibilidad nacional de medicamentos
para enfermedades priorizadas
por el MSPS.” El resto de estrategias del
Conpes se refieren a medidas relacionadas
con la regulación de precios, los sis-
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temas de información, el fortalecimiento
de instituciones de salud y la vigilancia
y control sanitario, entre otros aspectos.
De ahí que el manejo de la política farmacéutica
se haya enfocado en la sostenibilidad
presupuestal en el sector salud,
sin acciones que estimulen el desarrollo
y producción de medicamentos estratégicos
definidos en la estrategia 7 de la Política.
En palabras de Asinfar tampoco se
observa en la PFN la visión integral que
ordena la Ley Estatutaria, y que debe incluir
estrategias, prioridades y mecanismos
en los distintos temas, incluida la
producción farmacéutica, la innovación,
la suficiencia y oportunidad de las tecnologías,
elementos esenciales para el
acceso a medicamentos, que a su vez
es determinante en la realización del derecho
a la salud, y por lo tanto reclama:
“Es claro que el componente industrial
de una política farmacéutica no puede
tratarse de manera aislada. El Ministerio
de Salud y Protección Social, como máxima
autoridad en el sector salud, debe
asumir la formulación de acciones que
hagan realidad los objetivos plasmados
en la Ley en este campo. Acciones que
estimulen la producción nacional y que
se lleven a la realidad.
Partiendo de estos argumentos, Asinfar
resalta la importancia de contar en
el país con un desarrollo importante de
la industria farmacéutica nacional para
lograr, entre otros aspectos, diseñar
respuestas más eficaces y directas del
Estado en políticas de acceso a medicamentos
esenciales, y lograr objetivos de
desarrollo sostenible bajo criterios de soberanía
y seguridad nacional aplicados a
la perspectiva de la salud pública; generar
mayor competencia en los mercados
farmacéuticos como factor decisivo en la
reducción real y permanente de los precios
de los medicamentos con su consecuente
ahorro en costos para el sistema
de salud y gasto de bolsillo de los colombianos;
asegurar un control sanitario
más eficiente -difícil cuando las plantas
están en otros países- que permita elevar
estándares de calidad en productos
y en plantas de manufactura; reducir la
dependencia frente a las importaciones,
lo que permite mitigar riesgos derivados
de factores externos como la devaluación,
la escasez de medicinas en el contexto
mundial, presiones de gobiernos y
firmas extranjeras, entre otros; generar
crecimiento económico y empleo calificado;
crear capacidades para exportación;
profundizar el desarrollo tecnológico, la
transferencia de tecnologías y la innovación,
y generar empleo calificado, a la
vez que se impulsa el desarrollo de otros
sectores sociales y económicos, el campo
académico y tecnológico.
Históricamente, recuerda el documento
de Asinfar, Colombia tuvo una industria
de farmacéutica local fuerte, incluso con
plantas de producción de principios activos.
Hoy la industria local produce cerca
del 70% de las unidades de medicamentos
que se consumen ; sin embargo, en
valores, las ventas de productos importados
oscilan entre el 60% y el 70% del
mercado que pasaron de USD 36 millones
en 1991 a USD 2.109 millones en
2016.Para Asinfar, Colombia debe contar
con una industria farmacéutica de
producción local importante; la palabra
ahora la tiene el ministerio.
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