MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 8    NO 103  ABRIL DEL AÑO 2007    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 


Personal de salud
en movimiento
Ricardo Restrepo Guzmán, MD - Corresponsal en Nueva York, Estados Unidos - elpulso@elhospital.org.co
La inmigración de médicos y enfermeras de un país a otro se hace cada vez más frecuente, pero más preocupante aún es de dónde y hacia donde. Para nadie es extraño escuchar del colega o compañero de estudio que tomó la decisión de salir del país para encontrar otros horizontes, la mayoría de veces en Norteamérica, Europa y quizás Oceanía.
Al darle una mirada al mundo, esta inmigración se da desde países en vía de desarrollo, que tienen una necesidad inmediata de servicios y personal dedicado a la salud. Así, los Estados Unidos con 5% de la población mundial, emplea 11% de los médicos del mundo.
Médicos graduados en el extranjero o IMG (International Medical Graduates), como se define al graduado de escuelas de medicina en países diferentes de donde están practicando, constituyen entre el 23% y 28% de médicos en los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia. Aproximadamente, 40% a 75% de estos médicos son de países de bajos ingresos.
Los Estados Unidos tienen 293 médicos por 100.000 habitantes, Canadá 220, Reino Unido 231 y Australia 271, según un estudio publicado por Mullan en el New England Journal of Medicine en octubre 27 de 2005. El origen de los tres primeros países de médicos graduados en el extranjero que trabajan en USA son India (40.838), Filipinas (17.873)) y Estados Unidos (IMG's de origen estadounidense, 25.380). Latinoamericanos estarían: Méjico (4.578), República Dominicana (3.232), Argentina (2.365) y Colombia (2.362). En total, Estados Unidos tiene una fuerza laboral médica de 836.036 profesionales.
En el campo de la enfermería la demanda es mucho más crítica, pues en el año 2005 los Estados Unidos tenía una necesidad de personal entrenado en este campo de 126.000. Filipinas, por su parte, creó escuelas de enfermería con la misión fundamental de enviar a sus graduados a trabajar a Estados Unidos.
Es un hecho que en países desarrollados la salud depende en gran parte de ese otro mundo que muchas veces es ignorado, salvo en este específico caso cuando es valorado.
Debido a este movimiento, África subsahariana tiene 600.000 doctores, enfermeras y parteras para 600 millones de personas. Se calcula aproximadamente que se requerirían 1 millón de trabajadores en salud para cubrir los servicios básicos consistentes con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU para el año 2015. Por ejemplo, Ghana con 9 médicos por 100.000 habitantes, educa doctores que logran emigrar para trabajar en el Reino Unido, que tiene 18 veces más médicos per-cápita. La Conferencia de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas calculó que por cada profesional africano que emigre a otro país, esto representa una pérdida de U$184.000 para su nación.
Los sistemas de salud en países desarrollados continuarán
necesitando excelentes médicos entrenados en otras latitudes:
habrá que procurar equilibrio entre las naciones y un
tratado donde continentes y países con necesidad de este
personal no se vean afectados.
El Reino Unido continúa reclutando enfermeros africanos y por supuesto la ironía se mantiene, pues si bien la ayuda humanitaria llega a ese continente, no se tiene el personal de enfermería para atender a los pacientes. Mientras tanta gente muere de sida en África, y teniendo acceso quizás a la medicación necesaria para controlar el virus, falta la persona capacitada para su cuidado.
Si le damos una mirada a Latinoamérica, y más específicamente a nuestro país, tenemos más de 100 médicos por 100.000 habitantes. En Suramérica, los únicos con promedio menor son Bolivia y las Guyanas. Pero recordemos que la cantidad no es calidad ni equidad, razón por la cual en una nación donde los grupos sociales están diferenciados por estratos y la pobreza es una realidad, existe una necesidad de pensar que nuestro territorio merece una mejor distribución en servicios de salud.
Factores y cambios para el equilibrio
JB Eastwood y Col. en la revista Lancet 2005, enumeraron entre sus múltiples ideas las situaciones que llevan al personal de la salud a tomar determinaciones que generan la migración. Entre ellas, están los factores que llevan al éxodo, tales como: la falta de oportunidades en educación después de terminada la escuela de medicina, la falta de financiamiento de entidades afiliadas a los servicios de salud, falta de oportunidades, pobre remuneración y seguridad. Entre los factores que atraen hacia países desarrollados están: oportunidades de entrenamiento, educación y crecimiento académico, atracción por centros médicos y de educación, mejoramiento financiero y mejores condiciones de trabajo, disposición en elecciones de trabajo, entre otros.
Los sistemas de salud en países desarrollados continuarán en la necesidad de contar con excelentes médicos entrenados en otras latitudes, pero es aquí donde habrá que formalizar ideas para que exista un equilibrio entre las naciones y un tratado donde continentes y países con necesidad de este personal no se vean afectados. Hace unos años se sugirió que este es el momento de negociar una exportación de nuestros médicos temporalmente a países desarrollados, para que tengan un acceso a beneficios reales de nuestra educación. La negociación debe incluir condiciones basadas en un desarrollo a largo plazo de nuestros sistemas y donde se visualice la necesidad de la población en términos de infraestructura, acceso, servicios y expansión de la cobertura, para buscar un mejoramiento constante y total de nuestra sociedad.
La globalización es imparable. Tarde o temprano aprenderemos que se pueden evitar sus aspectos negativos, como la explotación o el egoísmo, y experimentaremos el intercambio necesario entre naciones. La migración puede ser un vehículo importante de respeto mutuo, siempre y cuando todos tengamos acceso a la salud como derecho fundamental y no como lujo. Los países denominados desarrollados tienen la obligación de acercarse cada vez con su conocimiento, tecnología y metodologías de educación a nuestras naciones, que sin ningún costo les están entregando sus profesionales de salud .
 
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