Para el representante a la Cámara Manuel Ramiro
Velásquez, la consigna es que cuando se produzca un
desastre natural o provocado por el hombre, Colombia esté
preparada para prestar la atención inmediata, con todos
los recursos médicos, técnicos, de transporte
y sobre todo de coordinación, para evitar la dispersión
de esfuerzos.
En el campo específico de la salud, la idea es lograr
que cada quien sepa cuál es su papel frente a la emergencia,
cuál es su lugar, quién coordina su labor y
quiénes dependen de él; que la población
impactada reciba la asistencia en el menor tiempo posible,
que haya disponibilidad de medicamentos e insumos y que el
transporte de heridos cuente con los medios terrestres, aéreos
y acuáticos precisos y oportunos.
De acuerdo con la propuesta inicial, habrá por lo menos
5 grandes centros de acopio por regiones, con sedes en Bogotá,
Barranquilla, Medellín, Cali y probablemente Bucaramanga,
con inventarios actualizados que incluyan, además de
los recursos médicos, alimentos, frazadas, carpas y
agua potable en dosis manejables.
Con la movilización inmediata, explica Velásquez,
se reducirá el impacto de la tragedia, se salvarán
vidas y se prevendrán brotes epidémicos en las
zonas de desastre.
La propuesta de Ley de Movilización Nacional crece
a la sombra de la Ley de Defensa y Seguridad, que en julio
pasado otorgó seis meses para expedirla, pero cuenta
con opositores en el campo específico de la salud,
porque las EPS ven lesionada su condición de empresas
cuando se habla de poner sus recursos al servicio de una causa
común y se promete pagarles luego la prestación
de los mismos por parte de la Nación, una vez superada
la emergencia.
Frente a esta última dificultad, el congresista Velásquez
indica que se creará un fondo oficial con la solvencia
necesaria y se abreviarán los trámites para
el reconocimiento de los cobros, aunque aclara que no se podrá
prescindir del todo de los controles que pesan sobre las cuentas
estatales.
"Sin lugar a dudas el personal más importante,
el que protege la vida y la prolonga, que es el de la salud,
debe contar con el mejor apoyo por parte de los demás
sectores de la ciudadanía y la mejor coordinación,
porque ha demostrado que por encima de la retribución,
pone el interés humanitario", afirma Velásquez,
y agrega que el ordenamiento legal permitirá, entre
otras ventajas, aglutinar los esfuerzos de grupos de voluntariado
que actúan como islas.
Un caso reciente
El ejemplo de Nueva York con la destrucción de las
torres gemelas, dio el campanazo de alerta y las legislaciones
antiterroristas se endurecieron en Estados Unidos y Europa.
Colombia vive una tragedia diaria y sin embargo sigue mal
preparada para enfrentarlas, aclara el congresista, por lo
que se requiere una normatividad que ponga a disposición
de los grupos de socorro las aeronaves de las empresas privadas,
lo mismo que los vehículos de carga, los canales de
comunicaciones y hasta las líneas de producción
de suministros, pero la idea tiene un toque de "afán
estatizador" para muchos empresarios, insiste el líder
de la propuesta.
La movilización nacional no es una idea nueva. Sus
impulsores tomaron los ejemplos de Alemania, Chile e Israel.
En esta última nación, el ejemplo de que la
norma involucra a todos, es que los niños de las escuelas
deben salir con brochas y tarros de pintura a cubrir las farolas
de los semáforos una vez suena la alarma, para evitar
que esas luces sirvan de orientación a los aviones
que pretendan atacar la población en la noche.
En el caso colombiano lo más importante es que el componente
económico deberá quedar garantizado por la ley,
para evitar que se repita la situación del 25 de enero
de 1999, cuando el terremoto del Eje Cafetero afectó
en forma grave a 14 municipios, devastando barrios enteros
en Armenia, y la Nación a la hora del siniestro solo
contaba con un remanente que no alcanzaba un millón
de pesos en su fondo para la atención de desastres.
El representante Velásquez y los demás impulsores
de la Ley de Movilización Nacional, confían
en que el Ministerio de Defensa tenga suficientemente argumentada
su propuesta, de modo que el país pueda conocer hacia
donde apunta el proyecto que estudiará el Congreso,
y los voceros del sector de la salud puedan plantear sus inquietudes
antes de que entre en vigencia la nueva normatividad.
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