DELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 16    No. 200 MAYO AÑO 2015    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

 


“Bach, una conexión con el cosmos”: Giuseppe Genta
Hernando Guzmán Paniagua - Periodista - elpulso@elhospital.org.co

“Es increíble el trabajo de un hombre en 65 años, tenía un don realmente divino, y con su carácter de autodidacta, era una combinación maravillosa entre artesano, luthier, músico y compositor; probablemente por eso, nunca se lo entendió”.
Dr. Giuseppe Genta
“La música de Bach me gusta básicamente porque es una música espiritual, más que religiosa; lo espiritual es mucho más del sujeto, una idea de la divinidad, de la armonía, uno puede ser espiritual sin tener una creencia. Bach es como una conexión con el cosmos”, expresó a EL PULSO el médico pediatra y melómano Giuseppe Genta, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
Y expresó: “Cuando uno escucha a Juan Sebastián Bach, lo eleva a unas dimensiones casi como si escuchara música que acerca el cielo y las estrellas. Yo soy católico practicante, pero perfectamente un protestante, un budista o un ateo pueden sentir esa espiritualidad en la música de Bach, esa armonía, esa perfección”.
Prosiguió el experto: “No es gratuito que Bach (1685-1750) sea luterano, nacido en un momento muy especial y en cercanías de donde nació Martín Lutero. Su más remoto antecesor, Veit o Vitus Bach -entre los cerca de 120 ascendientes- tuvo que huir de la persecución católica. Cuando ya los territorios se definieron entre príncipes católicos y protestantes, a Bach le tocó ser protestante. Pero Bach era un luterano muy sospechoso, por tener una idea más trascendental del cristianismo. Por eso su obra culmen al final de su vida, pese a iniciarla en 1733, la Misa en Sí Menor, es la más hermosa entre las misas católicas, escrita por un luterano que trascendía los conceptos de protestante y católico. En su biblioteca se encontraron cerca de 80 libros la mayoría religiosos, dos Biblias traducidas al alemán por Lutero y sermones del mismo: Bach nunca fue un hombre cerrado o fanático.
Y la culminación de la música luterana está en las Pasiones según San Juan y según San Mateo, las cantatas y los corales, muy distintos de la Misa en Sí Menor. Bach componía porque ese era su oficio, tenía que vivir de algo como todo el mundo, pero ante todo su música era una ofrenda a Dios, una alabanza”.
El doctor Genta recalca la insistencia de Bach en el canto en lengua vernácula, la alemana, a la cual tradujo además la Biblia desde 1522, y rompió con la idea encajonada de la música católica, por lo cual fue incomprendido y su música estuvo oculta hasta 1829 cuando Félix Mendelssohn rescató y dirigió la Pasión según San Mateo. “Mucho tiempo después, sus hijos y la gente seguían utilizando 'El Clave bien temperado' para la formación musical”, anota el profesional. Señala que J.S. Bach trasciende tiempos y espacios geográficos, así como a Gabo lo traducen en todas partes y todo el mundo dice 'eso parece escrito para nosotros'”.
“Cuando uno escucha a Bach,
lo eleva a unas dimensiones casi como si
escuchara música que acerca el
cielo y las estrellas”.
Dr. Giuseppe Genta

Destaca las lecturas de Bach en claves distintas: en rock, jazz, en diversos instrumentos musicales… Y precisa: “Yo tenía las Variaciones Goldberg en instrumentos folclóricos javaneses y japoneses, en banjo. Albert Schweitzer -figura monumental como médico, filósofo, biólogo, teólogo y Premio Nobel de la Paz- hizo un gran homenaje a Bach como organista en Lambarené (Gabón, África ecuatorial), además de su libro Bach, el músico poeta”. También resaltó la universalidad de Bach pese a haberse mantenido casi siempre en su tierra y de no haber compuesto óperas como otros compositores de la época.
Bach, músico matemático
Modest Moreno i Morera, en su análisis estructural del Kyrie de la Misa en Sí Menor, concluye que los símbolos y los números ocultan significados teológicos absolutamente calculados como transmisores de contenidos (Revista Filomúsica No. 58, 2004). Indica que el primer Kyrie de la Misa tiene dos partes, la primera son los 4 compases iniciales y la segunda consta de 122. Sumando 4+1+2+2, el resultado es 9, símbolo que significa la Trinidad (3x3). En la súplica “Señor ten piedad” (Kyrie eleison) de los 4 compases iniciales, el 4 determina lo terreno, el mundo, los 4 puntos cardinales, las estaciones, los 4 evangelistas y las 4 fases de la vida terrenal de Jesús: Encarnación, Pasión, Resurrección y Ascensión. La suma, añade Moreno, de 1+2+2 (los 122 compases de la segunda parte del primer Kyrie) es igual a 5, número que simboliza al hombre, las llagas del Crucificado, y el Mal, Satanás. Werkmeister lo llama el “número de los espíritus malvados”.

“Bach componía porque ese era
su oficio, tenía que vivir de algo como todo
el mundo, pero ante todo su música era una
ofrenda a Dios, una alabanza”.
Dr. Giuseppe Genta
Un caso matemático más sorprendente ocurrió en 1747, cuando Federico II “El Grande”, de Prusia, invitó a Bach a su corte de Sanssouci en donde su hijo Carl Phillip Emmanuel era clavecinista. Juan Sebastián improvisó una fuga a 6 voces y compuso otras fugas y cánones a varias voces y de perfección geométrica, con el nombre de “Ofrenda musical” (Ver “Ocioso lector”); se dice que improvisar una fuga a 6 voces sin preparación, es igual que jugar con los ojos vendados 60 partidas simultáneas de ajedrez y ganarlas todas.
La “Ofrenda” incluye el llamado “Canon cangrejo”, un palíndromo musical que se lee y ejecuta igual desde el principio o desde el final; luego se mezclan ambas lecturas en un contrapunto de asombrosa belleza y simetría. Sobre esta dimensión matemática, indicó el doctor Genta: “Es casi como si escribiera en simetrías, en matemáticas. Algunos autores tienen una explicación: Leipzig en ese momento era un epicentro de las matemáticas y la física de Newton, eso de alguna manera permeó a Bach. Sus obras son como catedrales, él es el constructor y cada catedral una ofrenda a su idea de la divinidad”.
Al médico y melómano le encantan, entre muchas obras, los Conciertos de Brandemburgo, las Pasiones, la Misa en Sí Menor y muchas cantatas: “El 70% más o menos de la música de Bach, la tengo en lista para escucharla. De las 1.128 obras catalogadas en el BWV (Catálogo de las obras de Bach) de 1950 en los 200 años de la muerte, y faltando obras por clasificar, hay para horas y horas de goce, una música que le sirve a uno para todo: para trabajar, para estudiar, para concentrarse, para relajarse. Es increíble el trabajo de un hombre en 65 años, tenía un don realmente divino, y con su carácter de autodidacta, era una combinación maravillosa entre artesano, luthier (constructor y reparador de instrumentos), músico y compositor, todo eso y mucho más allá; probablemente por eso, nunca se lo entendió”.
 
Ocioso lector
Bach y
Federico el Grande
Por Johann Nikolaus Forkel (Fragmento de la primera biografía de Bach)
“Una noche, en los momentos en que (Federico) preparaba ya su flauta y sus músicos estaban listos para comenzar, un funcionario le trajo la lista de los extranjeros llegados ese día. Con su flauta en la mano echó una ojeada a la lista, y de pronto, dirigiéndose a los músicos allí reunidos, les dijo con acento de cierta agitación: «Señores, el viejo Bach está aquí». Dejó entonces a un lado la flauta y sin más dilación despachó a alguien para invitar al viejo Bach, que se había apeado en la posada de su hijo, a presentarse en palacio. […] Lo que hace más al caso es que el rey renunció a su concierto de esa noche e invitó a Bach, conocido ya de todos como «el viejo Bach», a probar los fortepianos, hechos por Silbermann, que tenía en varios salones del palacio.
Seguido de sus músicos, el rey recorrió todos los salones, invitando a Bach a probar cada uno de los
pianos (15) y a tocar en ellos alguna improvisación. Después de probar así varios pianos, Bach le pidió al rey un tema para una fuga, ofreciéndose a ejecutarla de inmediato, sin preparación alguna.
El rey quedó admirado de la manera tan sabia como su tema pasó de repente a ser una fuga; y, probablemente para ver hasta dónde podía llegar ese arte, expresó el deseo de oír una fuga a 6 voces obligadas. Pero como no cualquier tema se presta para una armonía tan rica, Bach mismo eligió uno. Y al punto, con gran asombro de todos los circunstantes, lo desarrolló según el deseo del rey, de la misma sabia y magnífica manera como había desarrollado el tema regio. De regreso ya en Leipzig, Bach trabajó sobre el tema inventado por el rey y escribió piezas a 3 y a 6 voces”.
 
La música de Juan Sebastián Bach:
gloria divina y humana
Así como en la ortodoxia cristiana brillan los atributos divinos de Jesús sobre sus circunstancias históricas, en un genio musical como Juan Sebastián Bach brilla la trascendencia espiritual de su obra frente a las peripecias de su vida novelesca y heroica. Lo uno no existe sin lo otro, la prodigiosa música del Cantor de Leipzig tiene dos dimensiones: por un lado, un don divino y una condición ancestral; por el otro, el fruto de un trabajo humano denodado, sin tregua y contra las mayores vicisitudes. El espíritu contagiado de Dios y su textura humana plena de dedicación al arte. Bach decía a sus hijos: “Para hacer buena música, hay que ser honesto”.
Bach es el clímax de la música barroca y del arte musical en occidente. Sacra o profana, su música trasciende el universo material; es tan fácil ver a Dios en el soberbio Magnificat como en la Cantata del Café, una obra profana de tono humorístico. Si Dios es la suprema armonía, la mejor aproximación física a Él es la música, sobre todo si posee condiciones de excelsitud; con todo y su esencia espiritual, la música barroca y en especial la de Bach es un canto a la sensualidad, a la voluptuosidad del sonido.

Casi un siglo después de la muerte de Bach, en diálogo con Félix Mendelssohn, Goethe definía así su música: "Es como si la armonía universal estuviera dialogando consigo misma, como si lo hubiera hecho en el pecho de Dios desde la creación del mundo”. Un apóstol del ateísmo como Nietzsche, expresaba en carta de abril de 1870 a Erwin Rhode: "Esta semana he oído tres veces la Pasión según San Mateo del divino Bach [...] Quien ha olvidado completamente el cristianismo, oye aquí verdaderamente un Evangelio". Y Cioran, escéptico radical, escribió: "Cuando oímos a Bach sentimos brotar a Dios lentamente, su obra es divinidad naciente. Después de un Oratorio, una Cantata o una Pasión, Dios tiene que existir. Porque si no toda la obra del Cantor sería una desgarradora ilusión". En otro momento dijo: “He dicho que Dios le debe todo a Bach. Sin Bach, Dios sería un personaje de tercera clase. La música de Bach es la única razón para pensar que el Universo no es un desastre total. Con Bach todo es profundo, real, nada es fingido. El compositor nos inspira sentimientos que no nos puede dar la literatura, porque Bach no tiene nada que ver con el lenguaje. Sin Bach yo sería un perfecto nihilista".
Bach, la voluptuosidad del sonido
“El arte de la fuga”, “El clave bien temperado”, las suites Francesa e Inglesa, y otras obras para clavicémbalo, son de refinada belleza. Sumergirse en la cascada de notas del clave o en los emotivos conciertos para violín o flauta, en las sinuosidades de los Conciertos Brandemburgueses, en la visión mística en sus Cantatas y Pasiones, o en las introspectivas suites para violonchelo solo, es perderse en un laberinto de belleza. Ningún discurso filosófico o teológico es tan accesible al alma como sus piezas sacras. Podemos captar, con la inteligencia o con la fe, las enseñanzas de Jesús en los Evangelios canónicos, apócrifos o gnósticos, pero el corazón sólo intuye la esencia divina del Nazareno como próxima y posible en la verdad sin palabras del arte musical.
Todos los textos piadosos no alcanzan la dimensión de una Cantata 147, “Jesús, alegría del hombre”, o de las arias, coros y corales de la Pasión según San Mateo. Las epístolas de San Pablo y la teodicea nos acercan al misterio de la muerte y resurrección de Cristo; los coros finales de San Mateo y San Juan nos ponen a vivir esos hechos, unos pocos compases del exultante “Gloria in excelsis Deo, et in terra pax hominibus bonae voluntatis” de la Misa en Sí Menor, dejan entrever la majestad divina.
Bach, alquimista de la música sacra
El acendrado espíritu religioso de Bach y su fortaleza moral son la piedra filosofal de su música y el blindaje contra un cúmulo de adversidades, que empieza con su temprana orfandad. Se cuenta que las “intrigas teológico-palaciegas” enfrentaron a Bach con el Duque de Weimar, Wilhelm Ernst, quien encarceló 4 semanas al músico, por aceptar el cargo de maestro de capilla del príncipe Leopold de Köthen sin su autorización. En julio de 1720, Bach regresó de uno de sus viajes y vivió agudo dolor: su esposa María Bárbara, muerta de una rara enfermedad, fue enterrada apresuradamente por temor a la peste. Tras la pesadumbre por varios hijos muertos y otros infortunios, avanzó la obra bachiana como una alquimia perpetua.
La composición de la Misa en Sí Menor por un luterano convencido no es simple pragmatismo para acreditar su aspiración al título de Kapellmeister (maestro de capilla) del elector Augusto III de Sajonia. Refleja su visión unitaria de la música, ajena a la falsa disyuntiva catolicismo - protestantismo. “Bach advertía, insisto, que no tenía un lenguaje para Dios y otro para el hombre”, asevera Daniel Vega, del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (“De Gregorio Magno (540-604) a Juan Sebastián Bach (1685-1750”). Y señala: “Desde sus inicios el cristianismo disponía de un amplio repertorio de himnos de origen sinagogal o, al menos, bajo la influencia del canto hebreo, como testifica Pablo en su Carta a los Efesios y en la Carta a los Colosenses”.
Algunos de los himnos reelaborados por Lutero y armonizados por Bach como corales, venían de los siglos VIII y IX. El Cantor modificó los giros idiomáticos de la cantilena medieval gregoriana. Lutero era agustino (seguidor de San Agustín), uno de los referentes de la Teoría de la Música del siglo V y autor de la famosa sentencia: “Quien canta ora dos veces” (qui canit bis orat). El reformador exhortará a “cantar y decir” (Singen und Sagen): proclamar la fe mediante los dos ingredientes básicos del canto: palabra y melodía. La Tocata y Fuga en Re Menor “Dórica”, es otro ejemplo de alquimia musical. Para el musicólogo Mariano Santamaría, es un recuerdo del antiguo modo dórico griego: sus esquemas armónicos resurgen en las sinfonías de las Pasiones.
Del primer compás al calderón de la última nota, de los primeros preludios de su genio hasta la fuga final al cielo, Bach es un canto eterno a la gloria de Dios y del hombre. Un sacerdote y musicólogo de Medellín me dijo una vez: “Si yo fuera Papa, canonizaría a Juan Sebastián Bach, qué le hace que fuera protestante” 6

 

 

 
Medicina en la pintura

“La columna rota”, de Frida Kahlo
Isabel Cristina Rueda Calle Comunicadora Corporativa - elpulso@elhospital.org.co
Ella es Magdalena del Carmen Frida Kahlo (Coyoacán, México, 1907-1954), la mujer, la apasionada, la luchadora, la adolorida, la activamente política, la cuestionadora, la que con sus pinturas se reconoce y habla. La vida de Frida está marcada por sucesos disruptivos que alteran su forma de ver al mundo. A sus 6 años contrae poliomielitis, lo cual genera en ella su primer trauma, el tener una pierna más delgada y menos funcional que la otra, lo que trae consigo el lastre de la diferencia ante los demás.
A sus 18 años, cuando disfrutaba de su intelecto, de su grupo de amigos revolucionarios y de su primer amor, Frida sufre un accidente en un bus arrollado por un tranvía. Quedó con la columna vertebral fracturada en 3 partes, fracturas en 2 costillas, en la clavícula y 3 en el hueso púbico. Su pierna derecha se fracturó en 11 partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos metálico la atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina. A partir del accidente, en extensos momentos de soledad en los 3 meses que estuvo postrada en cama, con un caballete especial mandado a hacer para que pudiera dibujar acostada, explora con mayor intensidad el dibujo.
En la pintura Frida encuentra una forma de expresar su dolor, talvez en la forma más explícita de artistas reconocidos. En una pintura 19 años después del accidente, “La columna rota”, en el centro hay una columna que alude a la arquitectura, la cual alcanza un significado mayor por considerar que toda columna tiene la función primordial de ser el sostén, el pilar, el equilibrio.

La columna está resquebrajada y parece que su utilidad está perdida. Un segundo elemento es el corsé, uno de tantos de yeso y aluminio que tuvo que usar en su vida, el cual mantiene la columna dentro de su cuerpo esbelto y sensual, y reafirma su feminidad, que siempre supo resaltar a pesar de su condición.
De su rostro caen unas lágrimas blancas que acentúan la expresión de dolor de Frida y por todo su cuerpo se ven puntillas enterradas en su piel, lo cual evidencia que el dolor en su columna se expandía a todos los rincones de su cuerpo, sin excepción de su corazón, lugar donde se encuentra la puntilla más grande y significativa, después de la más fuerte ruptura con su esposo Diego Rivera, debido a un amorío que tuvo él con su hermana. En su diario, Frida describió que el cielo está pintado en un azul que representa la pureza y el amor, sin embargo tiene nubes que lo cubren. Pinta en el fondo un campo verde y a la vez ajado, que fácilmente comparte una sensación de desolación. Su rostro, además de las lágrimas no inspira dolor, sino cierta calma o aceptación. Su pubis está cubierto por un manto que agregó, para no distraer a los observadores del sentido principal del cuadro.
De nuevo se demuestra el poder del arte en la aceptación del dolor y la enfermedad, para darle una dimensión estética. Igual que la religión, a través del arte se logra encontrar un sentido a la vida y la muerte, reunir el espíritu, lo cual sin duda alguna, alude al origen de la palabra religión, re-ligar, unir fuertemente.
Referencias:
Pintura sandías: www.frida-kahlo-foundation.org/Viva-la-Vida,-1954-large.html
Corsé Frida: www.fridakahlofans.com/c0480.html
Árbol mantente firme: www.fridakahlofans.com/c0550.html
El sueño (diferencias culturales: www.fridakahlofans.com/c0352.html
Irreconocible Frida: jordansoto.tumblr.com/post/50676532219/soy-un-torpe-pedazo-de-humano-siempre-amando
Sin esperanza: www.fridakahlofans.com/c0520.html
Exvoto: archivoexvotos.revista-sanssoleil.com/2011/09/13/los-exvotos-de-frida-kahlo/
www.frida-kahlo-foundation.org/biography.html

 



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