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Se conoce con el nombre
de “gripe estomacal” a una serie de síntomas
gastrointestinales, tales como: diarrea, desde leve hasta
severa, náuseas con o sin vómito, dolor abdominal
tipo calambre, malestar general, cefalea no muy intensa, sensación
de cansancio, y ocasionalmente fiebre baja. La sintomatología
aparece de manera abrupta y desaparece en pocos días,
si no hay complicaciones.
Este síndrome, equivalente a una gastroenteritis, es
producido por un conjunto de virus recientemente agrupados
bajo el género Norovirus, también conocidos
como calicivirus y los virus parecidos al Norwalk, de los
cuales existen varios grupos.
La transmisión es fecal-oral y se da por consumo de
alimentos o líquidos contaminados, ó a través
de las manos que se contaminan con superficies, objetos o
personas enfermas, y que luego son llevadas a la boca.
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El vómito es otra fuente de
contagio. En resumen, podría decirse que la causa básica
es una inadecuada higiene de las manos, tanto de la persona
enferma como de las que la rodean.
La enfermedad es auto-limitada y su manejo es sintomático,
teniendo como eje central la hidratación. Aunque podría
considerarse una enfermedad benigna, puede llevar a serias
complicaciones y aún a la muerte, especialmente por
problemas de desequilibrio hidro-electrolítico en pacientes
en los extremos de la vida y en pacientes debilitados o inmuno-suprimidos.
Los norovirus son altamente contagiosos y pueden propagarse
rápidamente, en especial en comunidades cerradas, en
hacinamiento, o en condiciones de mala higiene. Esto implica
una demanda adicional de servicios de salud, aumento de incapacidades
y por lo tanto días laborales perdidos, deterioro de
la calidad de vida, y en algunos casos complicaciones y mortalidad.
Las guarderías, los centros de atención de ancianos,
las cárceles y los hospitales, son sitios que merecen
especial atención, ya que son ambientes propicios para
la diseminación de la enfermedad.
Todo parece indicar que la enfermedad es muy prevalente en
nuestro medio, pero como no disponemos de métodos diagnósticos
rutinarios, no conocemos la real magnitud. Debemos unir esfuerzos
para caracterizar mejor el problema a través de la
investigación y contribuir a evitarlo a través
de la educación. La “gripa estomacal” no
es un invento: es más bien un problema que poco se
conoce o al que se le presta poca atención.
soox@elhospital.org.co
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