MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 243 DICIEMBRE DEL AÑO 2018 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com
D os décadas y media de aplicación de la Ley 100 no han logrado que los colombianos se pongan de acuerdo en los análisis, ya sea de sus beneficios o de sus defectos. Si algo puede afirmarse es que la norma siempre ha enfrentado a dos concepciones divergentes del manejo de las políticas sociales, de ahí que las voces a favor o en contra hayan sido la constante incluso al momento de los balances.
Para el constitucionalista y experto en seguridad social, Jaime Gañan, la Ley 100 además de crear el Sistema de Seguridad Social Integral y con él al Sistema General en Seguridad Social en Salud, es posible que en términos de aseguramiento haya mejorado la cobertura en el marco del SGSSS, sin embargo en términos de accesibilidad real y material aún falta mucho para lograr el goce efectivo de la dimensión de servicio público esencial del derecho humano y fundamental a la salud “El tema del acceso y la accesibilidad aún son fuentes de generación de grandes brechas de inequidad en salud”.
Un logro que resalta el doctor Gañan es la evolución frente al anterior Sistema Nacional de Salud en términos del derecho, el cual pasó de un concepto de asistencia pública al de derecho. Sin embargo no todo ha sido positivo: “Se retrocedió en la concepción del enfoque centrado en la persona a un enfoque centrado en la capacidad de pago al crear un sistema dividido en dos regímenes y basado en las teorías de competencia regulada y del pluralismo estructurado, lo que ha generado múltiples barreras de acceso visibles e invisibles para los colombianos”.
Desde esta perspectiva, para el doctor Gañan después de 25 años no tenemos un sistema sanitario más equitativo: “el sistema produjo profundas diferencias desde la capacidad económica sin tener en cuenta el elemento de aceptabilidad o pluralidad étnica y cultural en su definición” y por lo tanto en su opinión habría que tratar de unificar el sistema para todos los colombianos.
El balance general de estos 25 años para el doctor Jaime Gañan no es el más positivo. “Creo que ha sido negativo introducir el concepto de intermediación a través de aseguradoras” pero además considera que la Ley 100 no ha sido la norma adecuada para garantizar el derecho a la salud de los colombianos: “de hecho la Ley 100 se encuentra en gran parte en tensión con los postulados de la actual Ley Estatutaria en Salud, Ley 1751 de 2015, frente a la cual se han estructurado grandes barreras para su materialización”.
De lo anterior resulta claro para el constitucionalista que se debe no solo reforma la ley sino realizar una trasformación del modelo para que este se armonice con la LES y con el bloque de constitucionalidad frente al Derecho a la Salud. “En general ha sido la jurisprudencia de la Corte Constitucional, y la teoría del Bloque de Constitucionalidad, quienes han reencaminado el sistema hacia el Derecho; pero ni ello ha sido eficaz para evitar que el SGSSS en sí mismo sea una barrera de acceso al goce efectivo de tal derecho”.
Para Gabriel Mesa Nicholls, Presidente de SURA EPS, el balance de estos 25 años de Ley 100 es positivo cuando se mira lo que se tenía antes: “a mí me toco cuando era estudiante que había hospitales de caridad y de pensionados, la gente madrugaba a las 4 AM para ver si alcanzaban ficho y los atendían, después del mes de septiembre ya no había presupuesto, y la gente se moría porque no había recursos. Hoy nuestro estado de conciencia ha cambiado bastante, y es inaceptable que alguien se muera por esa causa. Hemos subido la barra de exigencia, aunque en Colombia aún hay muchos problemas, por supuesto, pero la cobertura aumentó del 20 o 25% al 96%, y eso es un gran logro, al principio del actual sistema había como 395 EPS, hoy quedan menos de 50, que todavía son muchas, pero creo que este es un tema de actores que deben estar comprometidos colocando al paciente en el centro, hacer una gestión transparente, y mostrar donde están los recursos; EPS que tienen que ser viables y rentables haciendo las cosas bien basadas en la triple meta: mejores resultados en salud, mayor satisfacción, y mejores resultados financieros”.
Para el doctor Mesa, hay que mejorar la calidad de los servicios que se están entregando y diferenciar a los pacientes muy enfermos de los que tienen enfermedades más leves, grupos que se cofunden dentro del sistema y compiten por los recursos: “tenemos que mirar la forma de tener canales distintos para atender a los pacientes”.
A pasar del balance positivo, Mesa Nicholls reconoce que se han presentado errores, sin embargo estos se dan también en el ámbito mundial: “en todos los países del mundo los sistemas de salud se han enfocado en la sostenibilidad individual de los actores y no ponen al paciente en el centro. Debemos entender que somos un ecosistema y que si el paciente está mejor a partir de lo que se describió hace años como la triple meta, mejores resultados en salud, con mejores desenlaces que producen más satisfacción en los usuarios y mejores resultados financieros como consecuencia de lo anterior, se encontrará el camino que podría llevar a que los sistemas no sean de competencia sino de coopetencia, de colaboración entre actores, entendiendo que todos hacemos parte del mismo ecosistema y que necesitamos ayudarnos precisamente para obtener mejores resultados en salud, que a nivel macro hacen que el sistema sea sostenible”.
Y es que la clave parece sencilla “si se conoce a la población somos capaces de entender lo que se necesita y nos convertimos en unos aliados expertos para predecir y prevenir, de inducir y no esperar a que el paciente venga con un problema: uno de los principales problemas de los sistemas de salud es que hay una gran asimetría de información: el médico sabe mucho, el paciente no tanto, y ahí debemos ser capaces de conocer al paciente”.
Para el caso colombiano, y este momento en concreto, el directivo señala que el país necesita más plata, más control, y más eficiencia “creo que esa debe ser una política a largo plazo sobre la forma como enfocamos los sistemas de salud. El futuro es espectacular, estamos en un momento con muchas herramientas como especie humana y el límite es nuestra imaginación”.
En resumen Gabriel Mesa afirma que el balance es muy bueno y se comprueba más cuando se habla con gente de afuera de Colombia y se preguntan ¿cómo lograron tanto en 25 años? “nos falta mirar los logros, pero nadie es profeta en su tierra y nos falta apreciar lo que tenemos, en términos de cobertura, de planes de beneficios, y de avances en la red hospitalaria”.
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