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Las redes integradas de atención históricamente
han sido una o tal vez la mejor opción para mejorar
los procesos de atención en salud.
Para Colombia, según lo establecido en el Artículo
3 del Decreto 4747 de 2007, la definición de un modelo
de atención comprende el enfoque aplicado en la organización
de la prestación del servicio, la integralidad de
las acciones, y la consiguiente orientación de las
actividades de salud. De él se deriva la forma como
se organizan los establecimientos y recursos para la atención
de la salud desde la perspectiva del servicio a las personas,
e incluye las funciones asistenciales y logísticas,
como la puerta de entrada al sistema, su capacidad resolutiva,
la responsabilidad sobre las personas que demandan servicios,
así como el proceso de referencia y contrareferencia.
Se podría decir que en redes integradas de atención
ya casi todo está dicho, pero tal vez no está
hecho y especialmente en nuestro país. Es un complejo
reto que implica lograr cooperación y coordinación
entre los aseguradores, las instituciones prestadoras de
servicios de salud públicas y privadas, las entidades
territoriales y otros sectores. Se hace necesario una organización
por niveles de atención, con criterios de necesidad
territorial y sobre todo con intereses colectivos y no particulares
que finalmente beneficien la salud individual y de las poblaciones.
Pretender articular un sistema bajo el concepto de redes
de atención en el cual las personas puedan acceder
no a servicios aislados sino a un continuo del cuidado con
calidad en la atención, parece utópico. Sin
embargo, hay una esperanza. Actualmente el fondo que está
tocando el sistema de salud ha llevado a pensar diferente.
Ahora cada actor se preocupa de manera individual pero está
observando que la preocupación es colectiva y que
posiblemente tienen las mismas causas. Es claro que no se
puede seguir haciendo lo mismo y de manera reiterativa seguir
obteniendo los mismos resultados.
Así las cosas, es prioritario lograr la articulación
y sinergia operativa en la conformación de las redes
integradas se servicios de salud y de esta forma poder superar
los desafíos y retos que plantea la Ley Estatutaria
en salud.
Los conceptos están dados y las normas promulgadas.
Es el momento de actuar. Tal vez el primer paso para tener
una red integrada y llevarla de la teoría a la práctica
es precisamente comenzar a trabajar bajo la cooperación
y coordinación asistencial, bajo un acuerdo de voluntades
que supere la actual crisis financiera de la salud, donde
el arreglo institucional es determinante en el logro de
los principios y anhelos de los colombianos más necesitados,
constituyéndose las redes integradas de servicios
de salud en un esquema real que sea eficiente, más
accesible y efectivo en las atenciones en salud.
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