MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 15    No. 184  ENERO DEL AÑO 2014    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co

 

Reflexión del mes
“Hay evidencia de que existen dos fuerzas que explican las desigualdades en salud. La primera es la autonomía, control y empoderamiento. Las poblaciones que no tienen control de sus vidas, tienen mayor tasa de enfermedad cardíaca y mental. La otra fuerza es la del reconocimiento y capital social: las personas que participan activamente en la sociedad tienen mejores condiciones de salud”.
Sir Michael Marmot (1945). Reputado epidemiólogo, profesor de epidemiología y salud pública de la Universidad de Londres, director de la Comisión sobre los Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, que en 2008 tras varios años de investigación, concluyó sus trabajos con la publicación “Subsanar las desigualdades en una generación. Alcanzar la equidad sanitaria actuando sobre los determinantes sociales de la salud”. En su libro “Síndrome del Estatus” analiza cómo el estatus social afecta directamente a la salud y la expectativa de vida, y cómo la salud decrece a medida que se baja en la escala social. Lo importante es la sensación de autonomía que uno tiene de su propia vida: el estatus subjetivo dentro de la jerarquía. En el año 2000 fue nombrado Caballero por sus trabajos en epidemiología e inequidades en salud (durante más de 30 años).
 
“Reforma no resuelve crisis en salud”:
contralora Sandra Morelli

Redacción El Pulso - elpulso@elhospital.org.co
En documento enviado por la contralora Sandra Morelli al Senado de la República sobre el proyecto 210 de ley ordinaria que busca redefinir el Sistema General de Seguridad Social en Salud, advirtió que éste no se concentra en los problemas fundamentales del sistema. Resume sus cuestionamientos en 8 puntos:
1. Las medidas de tipo administrativo ordenadas por la Corte Constitucional no se han cumplido y no se cumplen con el proyecto de ley.
2. El problema no está en la estructura, y de ahí que la reforma se queda en aspectos no sustanciales aunque costosos en su implementación; liquidar o crear nuevas entidades no es tarea fácil. Además, se requieren soluciones inmediatas en el sistema.
3. Nada garantiza que los Gestores no reproduzcan los mismos vicios de las EPS. Su fortalecimiento coincide con lo que ha venido pasando en la estructura corporativa de éstas: activos y sociedades se van independizando de la matriz o EPS, y el gobierno se queda interviniendo cada vez menos la estructura.
4. Hay orden perentoria de salir de las inversiones, pero que no se cumple a pesar de lo que ordenó la Corte Constitucional. El proyecto de ley ordinaria aplaza la solución e ignora la realidad objetiva que esa infraestructura adquirida con UPC, se ponga a nombre de las IPS, EPS o gerentes o administradores u otras, lo cual se debe sancionar penalmente.
5. Hay auto-provisión de bienes y servicios al interior de un conglomerado y...
... no se somete a la lógica del mercado, donde la calidad y precios tienen control implícito empresarial en salud: medicamentos, alimentación, indumentaria, etc.
6. Se argumenta que no hay normas para administrar intervenciones y quiebras, pero al respecto muy poco dispone la ley.
7. Se establece ejecución de recursos con la entrega a los Gestores, sin registrar hechos objetivos de causación: basta la mera entrega del recurso, sin que exista un único control.
8. También se hace nugatoria la medida de embargo; preocupa además el futuro de la infraestructura hospitalaria, sobre todo si el gobierno no define un plan general de prestación de servicios para ejecutar por las entidades, públicas o privadas, o ambas.
 
Retos del sistema de salud
colombiano para los próximos 20 años
Redacción El Pulso - elpulso@elhospital.org.co
Seis retos para la consolidación del modelo de salud colombiano durante los próximos 20 años planteó el viceministro de Salud Pública, Fernando Ruiz, durante el 9º Congreso de Gestarsalud el pasado 3 de diciembre en Bogotá. Y enfatizó que el balance de la Ley 100 hay que hacerlo completo, con logros y rezagos, con una visión de futuro y no de pasado.
Consideró fundamental determinar cómo implantar un modelo de salud pública basado en los determinantes sociales y la acción intersectorial: “Frecuentemente hay ausencia de acción intersectorial en temas como dengue, EPOC y otros asuntos de salud pública que tienen que ver con la acción de otros sectores sociales y del país. Nuestra esperanza está puesta en cómo se desarrolla el Plan Decenal de Salud Pública y en la Comisión Intersectorial de Salud Pública, instrumento que nos puede ayudar a determinar a futuro el modelo a 20 años, donde las acciones sobre los determinantes sociales sean efectivas”.
También manifestó la importancia de cómo consolidar esa legitimidad del sistema de salud basada en una inversión en salud, y no en una visión de gasto y abuso moral que ha inundado en el sistema: “Debemos ser capaces de pasar de una visión en la que importa el gasto y el dinero, a una en la que se controlen los incentivos para el gasto”.
Planteó la necesidad de construir modelos de negocio relacionados con la generación de bienestar y no con la extracción de rentas, al señalar que aspectos como la integración vertical deben analizarse desde los usuarios y no desde la perspectiva de los agentes. Como cuarto reto determinó que es importante lograr modelos de prestación eficientes, en especial en el nivel primario de atención, dada la obsolescencia de la infraestructura.
En quinto lugar indicó la necesidad de consolidar el desarrollo de sistemas de información, pese a los avances significativos de los últimos 5 años: “Hay que tener en cuenta la complejidad de manejar esas bases de datos. Debemos pasar de la consolidación únicamente de datos demográficos, a que las personas puedan ser identificadas, trazadas en su proceso y determinando sus riesgos para hacer una verdadera gestión del riesgo”. Y el último reto del sistema de salud es lograr ser diferente al actual modelo prestacional: “Debemos consolidar un modelo donde se afecte la salud pública y se logre un balance en la atención individual y la prestación individual, frente a los objetivos sociales de la salud pública; la afectación sobre los determinantes sociales deben llevar a ese equilibrio”.
Finalmente, el viceministro afirmó que es importante hacer un balance de logros y rezagos de la Ley 100/93, con perspectiva de futuro: “Cuando se escuchan muchas reacciones en contra de la actual reforma, es pensado en el presente y en el pasado. Debemos pensar en avanzar, en mirar hacia el futuro, consolidando lo que hoy día logramos. El balance de la Ley 100 hay que hacerlo y terminarlo, determinando qué logramos y qué no logramos”.
 
  Bioética
Cinco lecciones de ética
Cuarta: Humildad y amor en el acto médico
Ramón Córdoba Palacio, MD - elpulso@elhospital.org.co
« Aleja de mí la idea de que lo puedo todo» (1).
Rambam. RabbíMoshé Ben Maimónides

Pide Maimónides a Dios la virtud de la humildad, virtud que define así la Real Academia Española: «humildad (Del lat. humilâtas, -âtis).1. f. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento».
Qué esencial es para el profesional de la medicina «el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y obrar de acuerdo con este conocimiento». Sólo así podemos estar seguros de que nuestras acciones -al menos voluntariamente-, cumplirán el mandato ético hipocrático: «Favorecer, no perjudicar», «Ante todo no hacer daño» (2, 3).
« […] Ser médico es algo más que la posesión de un título académico y profesional; es también -debe ser-, la posesión de una 'segunda naturaleza', constituida por los hábitos mentales, operativos y estimativos que requiere el ejercicio decoroso de la medicina… Esta segunda naturaleza puede ser personalmente asumida por su titular de muy diversos modos: con gusto o con disgusto, con voluntad buena o mala, con perezoso hastío o con designio de perfección. Eso es: realizando moral o inmoralmente el peculiar modo de ser hombre subyacente el rótulo de 'médico'» (4).
Uno de los más frecuentes «modos de ser» francamente inmoral, es pensar que todo lo podemos, que nuestros conocimientos médicos nos hacen superiores frente a la ignorancia en este campo de la gran mayoría de los pacientes, y que por tanto podemos no tener en cuenta sus vivencias y terminamos mirando en él no a la persona que padece, sino al caso hipotético de los textos. Ante cada paciente que solicita nuestra ayuda es necesario recordar y entender que: «No hay enfermedades sino enfermos». Mejor sería decir: «'Hay enfermedades en enfermos'» (5), y que nuestro primordial deber es el paciente a quien nos debemos y no la medicina como saber, error de arrogancia médica que se convierte en hábito, a veces inadvertido por el profesional que así se comporta. Este error esencialmente indica el desconocimiento de la dignidad intrínseca de la persona del paciente, cualquiera sea su condición patológica, su edad, sus creencias religiosas, su filiación política, su raza, su nivel cultural, etc.
La génesis y la esencia de la medicina es el amor al ser humano, al semejante (6). Si el verdadero amor no está presente en cada acto médico, es imposible distinguir cuando nuestra conducta lleva al Bien o al Mal como valores éticos permanentes y universales. Al respecto, Laín Entralgo (7) afirma: « […] Porque toda ayuda que no sea pura operación de compraventa es en su entraña misma, un acto de amor». Sin el fundamento del amor al hombre, la medicina cambia su misión por la tarea del sicario.
¿Cuál es entonces la verdadera misión del médico? «Curar con frecuencia; aliviar siempre; consolar aliviando no pocas veces; consolar acompañando, en todo caso [...] como en la época de Bérard y Gluber -más aún como siempre-, allá donde no puede llegar la técnica debe llegar la misericordia» (8), nos enseña el citado Laín Entralgo.
Notas:
1. Rambam. Rabbí Moshé Ben Maimónides.
2. Laín Entralgo, Pedro. La medicina Hipocrática. En: Historia Universal de la Medicina. Antigüedad Clásica. Barcelona: Salvat. 1972. p. 111 y 112.
3. Historia de la Medicina. Barcelona: Salvat. 1978. p. 133.
4. Laín Entralgo, Pedro. La relación médico enfermo. Historia y teoría. Madrid: Revista de Occidente. 1964. p. 446.
5. Laín Entralgo, Pedro. La relación médico enfermo. Historia y teoría. Madrid: Revista de Occidente. 1964. p. 393.
6. Córdoba Palacio, Ramón. En: Persona y Bioética. Año 12. Vol. 12. Nº. 2 (31) Julio - diciembre. 2008. p. 108-117.
7. Laín Entralgo, Pedro. La relación médico enfermo. Historia y teoría. Madrid: Revista de Occidente. 1964. p. 17
8. Laín Entralgo, Pedro. La relación médico enfermo. Historia y teoría. Madrid: Revista de Occidente. 1964. p. 418.

NOTA: Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética -Cecolbe-.
 

Maestro, ¿qué es eterno?

La agonía de los hospitales públicos. Los médicos, enfermeras y especialistas se matan atendiendo a la gente en estos hospitales. Y en pago, los políticos se apoderan de ellos, muchas EPS se aprovechan de sus servicios, no les pagan, les montan competencia con sus propias clínicas y los ponen al borde del cierre. Encima, el gobierno en vez de salvarlos, sólo piensa en liquidarlos y en privatizarlos. ¡Qué tristeza, pequeño saltamontes!

 
 











Arriba

[ Editorial | Debate | Opinión | Monitoreo | Generales | Columna Jurídica | Cultural | Breves ]

COPYRIGHT © 2001 Periódico El PULSO
Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular
. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved