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| Reflexión
del mes |
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La relación
del médico con el enfermo no es la de una especialidad
con un estado fisiológico, sino la de una persona
con otra. Y por eso ha de tener un sello personal, es decir,
ético; si no, le falta lo que, también y justo
desde una perspectiva 'técnica', le es exigible".
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| Romano
Guardini (Verona, 1885 - Munich, 1968). Teólogo y sacerdote
católico alemán, maestro en el arte de la interpretación;
ejerció considerable influencia en la juventud católica
alemana después de la I Guerra Mundial. Su cátedra
fue suprimida en 1939 por el régimen nacional-socialista.
Exponía una cosmovisión católica del
mundo. De inspiración agustiniana, su teología
explora amplios espacios de la cultura y es más una
evocación de la vida de fe que una sistematización
dogmática. Algunas obras: El universo religioso de
Dostoievski (1933), La muerte de Sócrates (1934), Pascal
(1934).
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El Ejecutivo
debe asegurarse, antes de acudir al Congreso con una iniciativa
de reforma, que sí tiene una propuesta total, completa,
estudiada; de lo contrario, los recursos de la salud acabarán
a disposición de las próximas campañas
electorales. |
Son
más de tres años de la sonada emergencia
social que declaraba que sí había crisis
en el sistema de salud, a pesar de que después se negara
que hubiere tal apremio. También se ha matizado o minimizado
la crisis, presentándola unas veces como problema de
liquidez o como un fenómeno delimitado a uno u otro
régimen de aseguramiento.
De forma similar, son 5 años desde que la Corte Constitucional
expidiera la Sentencia T-760 de 2008, en donde se puso sobre
la mesa que había una situación crítica,
que exigía una solución consistente y determinada
del gobierno; no obstante, recientemente, se concluyó
que no había cumplimiento a las órdenes dadas
por la justicia. Y desde hace 6 años se vienen expidiendo
sucesivas leyes de pretendidas reformas a la Ley 100/93, entre
ellas la 1122 de 2007 y la 1438 de 2011, de la misma forma
que se introdujeron cambios numerosos en las leyes del Plan
Nacional de Desarrollo, la ley anti-trámites y las
recientes leyes de cuentas maestras (Ley 1608) y de la última
reforma tributaria. |
De
lo previsto en un principio en la Ley 100 del 93 queda muy
poco sin modificar. Muchas de las estructuras que entonces
se crearon ya no existen y otras no son ni sombra de lo inicialmente
concebido. Ante tantas reformas, ya el aseguramiento prácticamente
ha desaparecido para convertirse en una administración
de giros, y sin embargo la crisis hospitalaria pública
sí ha permanecido inmutable.
Pero los ajustes a la Ley 100 no cesan, cada vez con más
dudas y mayor cansancio, pero sin resolver los problemas centrales
como los recobros, el tema hospitalario y la sostenibilidad
del sistema. Sin embargo el ánimo reformista cada vez
está más exacerbado, con una característica
preocupante: sin claridad, sin estudios previos y suficientes
del sistema, sin contar con modelos de viabilidad jurídica,
técnica y financiera de las instituciones que lo deben
conformar y sin resolver las zonas grises del POS. |
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No se debe acometer
un cambio
a uno de lostriunfos más grandes del país,
como es el dela seguridad social, en un ambiente
de oscurantismo como el que hay actualmente,
sin trabajarprimero para aclarar las cosas.
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Dr. Conrado Gómez
Vélez
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Se
dice que ya son muchos estudios, que todo está
muy conocido ya, que para que más análisis.
Eso sería cierto, si es que pueden considerarse estudios
a tantos informes auspiciados por diferentes gremios, grupos
de investigación alinderados políticamente ó
sectores que utilizan estos medios como estrategia para lavarse
las manos y echarle la culpa al vecino.
Infortunadamente, hoy día el debate de la reforma a
la salud es un asunto politizado, que ofrece en bandeja de
plata la cabeza de un sector inerme y completamente desprestigiado
a sus detractores. Desprestigiado por los mismos que vienen
armando un desguazadero de instituciones y del sector, para
llevarse los pedazos. Hace varios años que algunos
mantienen la salud en la crónica roja, sin reconocer
que es un sector institucionalmente inmaduro, porque creen
que de esa manera construyen una teoría crítica
del sistema, que mas adelante les facilite el camino de una
contrarreforma; pero están equivocados.
Esos métodos solo dejan ruinas, son dañinos
porque el sector pasa a estar indefenso, sin manera de preservar
sus ejecutorias, sus recursos y sus logros, que los tiene
y son muchísimos. Es un terreno movedizo, en donde
al parecer abundan los expertos y sobran las ideas para desarticular
las instituciones, pero en donde por el contrario escasean
la creatividad y las opiniones constructivas.
Colcha de retazos y de ideas
El agotamiento de ideas es palpable, por ejemplo,
en el problema de los hospitales públicos. Primero
los convirtieron en Empresas Sociales del Estado (ESE), buscando
que adoptaran modelos empresariales productivos y competitivos;
luego los reestructuraron dos y tres veces sin éxito;
luego vino una epidemia de Cooperativas de Trabajo Asociado
con tercerizaciones que desangraron a muchas instituciones,
que veían como los particulares se quedaban con los
servicios rentables y la institución con el hueso;
y cuando no se sabía qué más hacer con
esos hospitales, se los endosaron a Caprecom o a la Supersalud,
para que esas organizaciones sin recursos y sin cambiar el
modelo empresarial, los sacaran adelante.
La última ley, la 1608, que dispersó recursos
muy cuantiosos que eran del aseguramiento a los hospitales
públicos, deja la preocupación del esperado
modelo de viabilidad institucional, jurídica, técnica
y financiera, que les ofrezca un futuro sostenible y digno.
Algo similar pasa con las EPS y cajas de compensación
que vienen resistiendo reformas y ajustes permanentemente,
pero que ahora requieren de un nuevo régimen de habilitación.
Son más de dos años de promesas y anuncios,
en espera de un decreto de habilitación, y también
una nueva normativa de vigilancia de estas organizaciones;
pero eso tampoco se ha conseguido. No se ha podido porque
sea difícil redactar un decreto: si de redacción
se tratara, en una tarde estaría lista la nueva habilitación.
Infortunadamente para hacer ese decreto se requieren, otra
vez, modelos de viabilidad técnica, administrativa,
jurídica y financiera, en el marco de un sistema futuro
más exigente. Y esos análisis tampoco están
disponibles.
Es un tema complicado, sobre todo si se considera que bajo
el modelo actual, muchas de esas organizaciones son inviables;
cómo será entonces si se les incrementan las
exigencias, como se ha predicado, en momentos en que muchos
actores influyentes no saben siquiera si quieren o no más
EPS.
Y de las entidades territoriales, ni hablar. Desde que se
reestructuraron y adelgazaron hasta la asfixia hace más
de 15 años con el criterio de reducir el tamaño
del Estado, esas organizaciones no han logrado acomodarse
al sistema de salud; muchas carecen de los más mínimos
recursos técnicos y humanos, y eso se refleja en sus
pobres indicadores de desempeño: menos del 6% cumplen
satisfactoriamente las funciones esenciales de salud pública
a su cargo, pero paradójica y generosamente se ofrecen
a gestionar el aseguramiento y a acometer la construcción
de las redes de servicios de niveles de complejidad que no
tienen en su red pública correspondiente.
Falta preparación
No existe claridad contundente sobre los principios
y finalidades de una próxima reforma al sistema de
salud, más que la urgencia reformadora y el ruido de
muchos lavándose las manos y acusando al vecino. Existen
muchos odios y necesidades políticas de cambiarse,
tantas como propuestas distintas e incongruentes. Eso no quiere
decir que no deba hacerse una reforma de salud, pero la forma,
la preparación y la sinceridad, sí son importantes.
No se debe acometer un cambio a uno de los triunfos más
grandes del país, como es el de la seguridad social,
en un ambiente de oscurantismo como el que hay actualmente,
sin trabajar primero para aclarar las cosas. Emprender reformas
sin preparativos técnicos en un ambiente tan gris,
tan confuso, es demasiado arriesgado. La angustia de tener
que hacer una reforma no justifica permitir más cambios
parciales, impulsados por las premuras y las necesidades de
momento. Es posible que esta misma falta de claridad sea un
incentivo para que no se reglamenten las leyes 1122 de 2007
y 1438 de 2011, o para que se aplace la expedición
de decretos tan importantes como el de habilitación
de las EPS y el del régimen de intervenciones y medidas
especiales del sector.
Son ya varias y repetidas las proposiciones y declaraciones
en donde se anuncian cambios perentorios, definitivos y trascendentales
para el sistema de salud, fijando plazos incluso tan breves
como de algunos meses, sin éxito y sin preparación.
Esa es una historia que no se debe repetir. El sistema de
salud colombiano actualmente requiere ajustes o reformas,
pero estos no pueden hacerse atendiendo a llamados de momento,
porque se corre el riesgo de perder cada vez más la
visión sistémica y de conjunto. También
es preciso reconocer que sí hay una crisis, y luego
entrar a estudiarla y caracterizarla, incluyendo un análisis
pormenorizado de cada uno de los componentes del sistema,
es decir de las IPS, EPS y entidades territoriales. Finalmente,
el Ejecutivo debe asegurarse, antes de acudir al Congreso
con una iniciativa de reforma, que si tiene una propuesta
total, completa, plenamente estudiada y detallada, si es que
quiere mantener el lapicero en su mano; de lo contrario los
recursos de la salud acabaran a disposición de las
próximas campañas electorales. |
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Bioética
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La
eutanasia y el suicidio médicamente asistido vuelven
a estar en la agenda parlamentaria de Colombia, en un nuevo
intento por legalizar ambas conductas delictivas. El proyecto
de ley 70 de 2012-Senado, aprobado en primer debate, es el cuarto
sobre eutanasia que presenta el senador Armando Benedetti, quien
viene corrigiéndolo desde 2006, para evitar que termine
archivado como ocurrió con los demás (PL Estatutaria
100 de 2006-Senado, PL Estatutaria No. 5 de 2007-Senado, PL
Estatutaria No. 44 de 2008-Senado); sin embargo, mantiene la
esencia de los anteriores. |
Las
siguientes son algunas de las disposiciones que así lo
demuestran:
- Se presentó como Proyecto de Ley Estatutaria, igual
que los 3 anteriores. De acuerdo con el artículo 152
de la Constitución Nacional, entre otras materias, mediante
las leyes estatutarias, el Congreso de la República regulará
[
]: a) Derechos y deberes fundamentales de las personas
y los procedimientos y recursos para su protección [
].
Ello significa crear el derecho fundamental a la eutanasia,
lo cual es un absurdo jurídico, porque en ningún
documento internacional vinculante para Colombia se ha reconocido
el derecho a pedir la propia muerte y mucho menos
el deber jurídico de matar a otro por petición
suya; lo que se ha reconocido es el derecho a la vida.
- En un serio y cínico atentado a la inteligencia humana,
el proyecto de ley en cuestión tiene, entre sus propósitos,
[
] establecer los mecanismos que permitan controlar
y evaluar la correcta realización de la eutanasia y el
suicidio asistido, atendiendo al deber del Estado de proteger
la vida (art. 1). Para el legislador, la correcta
realización de estos dos delitos, estaría
dentro de la obligación estatal de proteger la
vida, cuando precisamente con ellos se busca, intencionalmente,
eliminarla.
- Se regula tanto la eutanasia voluntaria como la involuntaria.
Así, el paciente podrá solicitarla oralmente
o por escrito (art. 2), o mediante petición
por instrucción previa (art. 6). En caso de no
existir esta última y que el paciente se encuentre
inconsciente y no pueda expresar su voluntad por escrito, ni
por ningún otro medio, sus familiares, [
] podrán
pedir al médico tratante la terminación de la
vida [
] y, en el caso de que el paciente no
tenga familia, será el mismo médico tratante,
previa consulta a un médico especialista, quién
elaborará la petición, siempre y cuando
concurran los 4 requisitos contenidos en el artículo
5º, que por cierto, ha eliminado la parte final del 3er.
requisito que se exigía en el artículo 5º
del primer proyecto de ley sobre eutanasia (PL Estatutaria 100
de 2006-Senado) presentado por el senador Benedetti, en donde,
además de la condición médica irreversible
del paciente, se requería que la misma comportara un
costo médico considerablemente alto, insostenible en
el tiempo. Pese a la supresión de esta parte, no
hay que hacer mayor esfuerzo para entender el asunto económico
de fondo que se esconde detrás de este procedimiento
eutanásico.
- Se conserva la obligación del médico tratante
de firmar el certificado de registro médico eutanásico
y el acta de defunción del paciente, en la que
debe señalar que la muerte del paciente se produjo
por causas naturales (art. 12, num.3). Si el procedimiento
eutanásico o el suicidio médicamente asistido
es tan transparente y correctamente realizado, ¿qué
sentido tiene que, en lugar de certificar la muerte como consecuencia
de ellos, se certifique como "muerte natural"? Cada
uno sacará sus propias conclusiones. |
| NOTA:
Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética
-Cecolbe-. |
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Maestro, ¿qué es eterno?
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La
violencia contra los niños. Dicen que Herodes mandó
matar a muchos y por poco deja la navidad sin Niño
Jesús, cada día hay niños y niñas
asesinados por balas perdidas o por sus padres, se roban bebés
de sus cunas, hay niños maltratados, abusados sexualmente,
mutilados por minas explosivas, quemados con pólvora,
reclutados a la fuerza para la guerra, muertos por desnutrición
y
encima de todo, al niño de Shakira y Piqué lo
ponen Milan, como el equipo rival del Barcelona
en la Copa de Europa.
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