MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 11    No. 145 OCTUBRE DEL AÑO 2010    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co


Reforma al subsidiado con decretos: nuevo intermediario y más problemas
Juan Carlos Arboleda Z. Periodista - elpulso@elhospital.org.co

La necesidad de un consenso en torno de las decisiones que afectan el rumbo del sistema de salud se escucha desde todas las tribunas; por tanto, siendo consecuentes con este pedido y en medio del estudio de una reforma radical al sistema de salud, el nuevo gobierno nacional está en mora de actuar frente a la mini-reforma al régimen subsidiado que el ex ministro Diego Palacio emprendió en las últimas semanas de su administración y que según el consenso, empeoró la situación del régimen.
El ministro Mauricio Santamaría sostuvo reuniones para escuchar inquietudes y analizar el tema, y en vista de la evidencia, el pasado 7 de septiembre produjo la resolución 3459, que reabrió para los municipios la opción de asumir directamente el giro directo de los recursos y suavizó las condiciones para hacerlo; sin embargo, el plazo dado fue de 8 días, y no se dio una suficiente capacitación a las autoridades municipales para que asumieran el reto. De ahí que todos los actores esperan más radicalidad del Ministerio en el tema.

Reforma y operador logístico
Desde 2008, el Ministerio de la Protección Social trabajaba en una reforma al régimen subsidiado; en mayo de 2009, el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud aprobó un acuerdo que buscaba simplificar el manejo del régimen y que entre otras cosas, incluía medidas sobre movilidad geográfica y entre regímenes, sobre los listados de elegibles, condiciones de ingreso y permanencia, certificación de los entes territoriales, establecía la Base de Datos Única de Afiliados (BDUA) como base de datos consolidada, y abordaba la posibilidad de los contratos únicos y el giro directo.
Luego la emergencia social incluyó medidas para el subsidiado, pero declarada su inconstitucionalidad, el Ministerio emprendió una carrera por expedir decretos y resoluciones (cada día 4 ó 5) que pretendían reformar el subsidiado y que incluso repetían artículos caídos en la emergencia. Dentro de ellos, los más significativos fueron los del contrato único electrónico y el giro directo a través de un intermediario financiero (se introdujo la figura de Declaración de Giros y Aceptación de Saldos -DGAS-, que compila el número de afiliados reales del bimestre a pagar en cada municipio, discriminando las fuentes de financiación).
Los problemas comienzan con el decreto 1965 y la resolución 2114 expedidas por el Ministerio el 9 de junio de 2010 y que increíblemente solo daba un día de plazo para que los alcaldes aceptaran la asignación de un operador logístico de la PILA. Ante el plazo, los alcaldes no alcanzaron a reaccionar, y a todos los municipios del país, excepto Bogotá, se les asignó un operador, figura que ha traído serias dificultades, según el director de Aesa, Luis Alberto Martínez, por falta de idoneidad del operador y por lo tortuoso del proceso.
El decreto planteaba la búsqueda de eficacia, eficiencia y efectividad en el flujo de recursos en el subsidiado, pero todo indica que sucedió lo contrario. El doctor Martínez señala que esos principios no se cumplieron, empezando por un sobrecosto de $23.000 millones que salen de la UPC del subsidiado para pagar las transacciones al operador, a razón de $90 pesos por afiliado y por transacción. El negocio es tan redondo, que un funcionario que pidió reserva de su nombre, señaló que con las utilidades del primer bimestre, Enlace Operativo, un operador, ya pagó el funcionamiento de todo el año.
Si bien el mundo empresarial permite muchas convergencias, resulta curioso que en el caso de los operadores de información, su designación no obedeció a criterios técnicos, ya que por ejemplo Enlace Operativo y Asocajas, en realidad son intermediarios de otro intermediario, puesto que es la Compañía Jaime Torres C. y Compañía S.A., radicada en Bogotá, la poseedora del aplicativo para hacer toda la operación de los giros.
El tema tiene importancia puesto que de acuerdo con investigaciones de Aesa, no hay evidencia de la existencia de contrato entre los operadores y EPS-S o con los municipios, que son los encargados del régimen subsidiado en el país, pero tampoco de que haya un contrato con el Ministerio de Protección Social; todo indica que fueron designados sin mayores procedimientos, a través de un boletín divulgado por el Ministerio el 15 de junio de 2010. Esto generó dudas sobre el manejo de la cartera de las normas de contratación pública en el país, no se conoce cuál fue el proceso licitatorio, las invitaciones a cotizar, o qué acción administrativa acorde con las leyes de contratación 80 y 1150, se hicieron para adjudicar los operadores. El concejal de Medellín, Carlos Ballesteros, señaló que el tema debería ser analizado por los órganos de control, con el fin de darle claridad jurídica.
El doctor Martínez señala que se encontraron fallas en la efectividad que promulgaba el decreto 1965, al girarse valores equivocados o a cuentas erróneas (por ej: los dineros del municipio de Barbosa, Antioquia, anunciados por el Ministerio en el boletín 228 de 2010 como pagados desde julio, hasta el 30 de agosto no aparecían y aparentemente habían sido consignados en una cuenta en Circasia, Quindío), y algunos casos dignos de análisis y de Ripley, como el del municipio de Frontino, donde el hospital recibió un giro del bimestre en dos oportunidades, pero a los días, el operador ingresó electrónicamente y sin autorización a la cuenta del hospital, retiró el valor de uno de los giros por unos $317 millones, y luego el banco le cobró al hospital el 4 por mil por más de un millón de pesos.
“¿Cómo un operador comete un error, se arroga la competencia de entrar a una cuenta que maneja recursos públicos, extrae dinero, y para colmo el banco pretende cobrarle al hospital una transacción que nunca realizó?”, es el cuestionamiento. Además, apareció un requisito adicional sobre la marcha por parte de los operadores, que empezaron a forzar a los alcaldes, tesoreros municipales y secretarios de salud, a expedir una carta de autorización a favor del operador, con el fin de permitirles ingresar a las cuentas maestras de los municipios para después hacer la dispersión de los giros; lo grave es que esta carta no aparece como requisito en ninguna resolución o circular, o sea que son particulares para-legislando sobre la autonomía municipal y el manejo de recursos del Estado.
Otro objetivo del decreto 1965, agilizar el flujo de recursos, tampoco se cumple; al 30 de agosto, el giro del bimestre junio-julio que debía haberse hecho en junio, faltaba por llegar a 51 hospitales en Antioquia (41% del departamento), y los correspondientes a agosto-septiembre no se habían girado a ningún hospital del país, generando un represamiento de unos $600.000 millones para los hospitales y otro tanto para las EPS-S, causando iliquidez. “Lo único ágil fue la asignación del operador”, dice el director de Aesa.
Rechazo unánime al operador logístico
En carta al entonces presidente Álvaro Uribe, GestarSalud, gremio de EPS del subsidiado, señalaba: “Se hace inconcebible que a pesar de que el sistema dispone de los recursos necesarios para cubrir el valor de las UPC subsidiadas de las personas hoy afiliadas, el dinero se encuentre estancado en las cuentas maestras por procedimientos establecidos por el gobierno nacional… está plenamente demostrada la inoperancia del actual proceso para el giro de este bimestre (junio-julio 2010)…”. En la misma comunicación fechada el 28 de julio, GestarSalud declara que a ese día, el estancamiento en los giros llegaba al 73% de los recursos del bimestre.
Por su parte, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas pidió revocar la entrada del operador de información del régimen subsidiado, debido a las múltiples dificultades enfrentadas por los prestadores para que les cancelen los servicios, además de que esta nueva intermediación le costaría al sistema alrededor de $24.000 millones al año, sin que su existencia se justificara: “Esta figura no ha funcionado y lo que ha provocado es detener el giro de los recursos y causar graves problemas en la liquidez financiera… este operador se convierte en un eslabón más de la cadena en el flujo de recursos del sistema de salud, y podría llegar a costarle más de $24.000 millones al año, recursos que podrían ser invertidos en afiliación, cobertura y acceso al mismo régimen subsidiado y ser mejor aprovechados… uno de los grandes problemas del sistema de salud colombiano son los costos de transacción y la entrada del operador de información del régimen subsidiado es un buen ejemplo de lo que representa una intermediación innecesaria”.
A las críticas se sumó incluso Caprecom; su director en Antioquia, Juan Esteban Vélez, indicó que si bien el giro directo es una buena medida, se presentaron inconvenientes con el operador en todo el país y que el ultimo día de agosto aún tenía retenidos los recursos de la EPS publica del período junio-julio provenientes de 75 municipios del departamento, lo que equivalía a unos $9.000 millones y 300.000 usuarios: “El problema es en todo el país, debido a que es de la medida como tal”.
Los entes territoriales también rechazaron el operador logístico: para el director seccional de salud de Antioquia, Carlos Mario Rivera, con excepción de los aspectos relacionados con la mayor disponibilidad de recursos, la forma en que se implementó el giro directo y el operador no tiene nada positivo, y por el contrario está convirtiendo a los municipios en 'convidados de piedra' en la gobernabilidad del país: “Uno ve muchas competencias y muy pocos recursos, y la Constitución dice que no habrá competencias sin los recursos fiscales suficientes; hoy tenemos un sistema enredado con una serie de improvisaciones de un ministro que utilizó una ruta que no es la legal, la de las resoluciones y decretos, porque no se puede cambiar una ley orgánica con un decreto ordinario e imponer firmas electrónicas que hacen incurrir en nuevos costos y cambian incluso la destinación de la UPC, y ahora se aplica un operador electrónico que cobra por cada transacción. ¿El gobierno tenía la disponibilidad presupuestal para cubrir eso? ¿Quién lo va a pagar?”.
Para Rivera, las medidas pueden tocar el límite del prevaricato por acción, cuando se exige a los alcaldes firmar autorizaciones al operador para que saque dinero de sus cuentas: “¿Hasta dónde es eso legal? Los alcaldes tienen autonomías dadas por la Constitución que están siendo atropelladas. Pero además, los giros directos no necesitan intermediario porque ya existe uno natural, que son los municipios; cuando se giran recursos del SGP a la cuenta maestra, dicha cuenta es el intermediario pagador y simplemente el municipio tendría que girarle a la red prestadora y lo restante a los aseguradores, no se necesita más. ¿De donde salen los operadores como los ángeles custodios del régimen subsidiado y de los recursos públicos? Las entidades de vigilancia y control deben intervenir”.
María del Pilar Pastor, secretaria de Salud de Medellín, considera que para la ciudad son más las dificultades que surgieron, se disminuyó la oportunidad en la contratación y el giro de recursos se volvió más difícil a través de un operador: “La figura puede ser útil donde no se tenga una planta tecnológica muy buena, o distante, o muy costosa la validación de bases de datos, pero en municipios como Medellín, operar con un externo sin experiencia hizo el giro más lento. Nosotros pagábamos en los primeros 5 días bimestre anticipado, sin ningún retraso, ahora, al 27 de agosto no habíamos podido girar el bimestre agosto-septiembre porque el operador no lo ha autorizado, eso muestra ineficiencia”.
Ciudades con capacidad para sumir el giro directo no lo pudieron hacer, debido a que si bien el decreto inicial los permitía, como lo señala la secretaria de Salud de Medellín, “los requisitos fueron de tal complejidad, que funcionaron como talanqueras para que la opción no se hiciera efectiva”. Si lo que buscaba el decreto inicial era proteger los recursos públicos de la salud, todos los analistas coinciden en que se buscó el camino más atravesado, dado que estos recursos provienen en su gran mayoría del SGP y por lo tanto no pueden ser manejados por ningún municipio, debido al control estricto que ejerce la Contraloría; de ahí que no habría justificación para establecer mecanismos para frenar su mal uso, sino simplemente garantizar una buena vigilancia y control, sin crear “ángeles custodios” al sistema, que en el camino se van comiendo la torta… .

 
Los operadores logísticos
Los 4 operadores de información para el subsidiado nombrados por el ex ministro Diego Palacio, son: Enlace Operativo, del Grupo Empresarial Antioqueño, para Antioquia, Córdoba y Quindío; Asocajas para Bolívar, Atlántico, Magdalena, Arauca, Meta, Santanderes, Caldas y Putumayo; Compensar para Valle, Cundinamarca, Boyacá, Cesar, Vichada, Amazonas, San Andrés, Sucre y Casanare; y Aportes en Línea, de la Administradora de Pensiones Porvenir del grupo Luis Carlos Sarmiento, para Bogotá, Tolima, Huila, Guaviare, Guainía, Vaupés, Risaralda, Caquetá, Nariño, Cauca y Guajira.
 
 
 







 



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