DELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 10    No. 117 JUNIO DEL AÑO 2008    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

 
En el Año
Iberoamericano
de los Museos
Los museos rumbo
a la quinta dimensión

Hernando Guzmán Paniagua
Periodista - elpulso@elhospital.org.co
En los recuerdos gratos, siempre hayalguna
imagen de museo u obra de arte.
En los recuerdos gratos, siempre hay alguna imagen de museo: el sobrecogedor Juicio Final de la Capilla Sixtina, la cama de Bolívar en San Pedro Alejandrino, el cronosaurio que espantó a los viejos habitantes de Villa de Leyva, la alcoba de María en la Hacienda El Paraíso, el rutilante poporo quimbaya del Museo del Oro, el evocador Horizontes de Cano o la monumental Nuestra Señora de Colombia de Botero en el Museo de Antioquia, el majestuoso David de Miguel Ángel, la estatua de cera del asesino Chessman, o el día que nos sonrió Mona Lisa en el Louvre.
En los museos está la historia del hombre: 100 millones de visitantes recorren cada año alguno de los 10.000 museos en los 22 países iberoamericanos, que albergan más de 260 millones de bienes culturales. Por ello, en 2008 los 22 países de la región celebran el Año Iberoamericano de Museos bajo el lema Museos como agentes de cambio y desarrollo, por acuerdo del I Encuentro Iberoamericano de Museos celebrado en Salvador de Bahía, Brasil, 26-28 de junio/2007 y ratificado por Ministros de Cultura en la X Conferencia Iberomericana de Cultura (Valparaíso -Chile) 26-27 de julio/2007.
Del Comité Organizador son Brasil (Secretaría Ejecutiva), Chile, El Salvador, Portugal, España, México y República Dominicana. Los objetivos: potenciar el conocimiento de Iberoamérica como espacio cultural común, fomentar el respeto por la diversidad cultural iberoamericana y crear canales de comunicación e intercambio con sus museos. Además, la Declaración de Salvador de Bahía propuso crear la Red Ibermuseos, el Observatorio de Museos, el Registro de Museos, programas de formación profesional y capacitación técnica, circulación de exposiciones y bienes, políticas de control y prevención del tráfico ilícito de bienes culturales y participación integrada de los museos en las efemérides históricas. El 18 de mayo de 2008, Día Internacional de los Museos, el tema fue “El papel social de los museos”.
¿Qué es un museo?
Existen museos de lo divino y lo humano. Nada más en Colombia, los hay de las marionetas, de los niños, de informática, taurino, de la gaita, del hombre, de la ciencia y el juego, de trajes regionales, del disco, ferroviario, el Cuerpo de Bomberos de Bogotá tiene el Museo Igneológico, Aguadas el del sombrero y las tradiciones populares, Guarne el de la cabuya, Barranquilla el Museo Romántico, Popayán de su Semana Santa, Casanare de la ganadería llanera, Chocó de la diversidad biológica, Zipaquirá de la sal, Quindío del canasto cafetero, Pereira de arte postmoderno, Colsubsidio el Museo de Museos y la Cuarta Brigada en Medellín el Museo del Changón.
En 2001, el Consejo Internacional de Museos de la UNESCO definió el museo como “institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, difunde y expone los testimonios materiales del hombre y su entorno cultural, para la educación y el deleite del público que lo visita”.
En su libro Programas y experiencias en popularización de la ciencia y la tecnología, la experta colombiana Mónica Lozano señala que actualmente la Unesco revisa el concepto de museo, su relación con los centros de ciencia y tecnología, la dialéctica entre el tradicional preservacionismo y las nuevas exigencias del museo como agente organizador de ideas y de interacción.
Con base en el grado de interactividad, filosofía museal del siglo XXI, Jorge Padilla los clasifica en 4 generaciones, a partir del modelo propuesto en 1992 por Paulette Mc Manus. De primera generación, los tradicionales de ciencia y arte, colecciones de objetos con alto valor de herencia cultural, enfoque expositivo y presencia del espectador altamente pasiva. De segunda generación, los primeros de ciencia y tecnología, con participación del espectador más activa y exhibiciones demostrativas de procesos específicos. A los de tercera generación pertenecen la mayoría de los centros interactivos de ciencia y tecnología, “colecciones de ideas, de fenómenos naturales y de principios científicos, más que de objetos”, dice Mónica Lozano; privilegian la experiencia tetra-dimensional, donde la interactividad es la cuarta dimensión, pero tienen final cerrado: secuencias y resultados predeterminados. En contraste, los de cuarta generación poseen una interactividad plena con final abierto, al propiciar la interacción creativa; son diseñados con tecnologías de punta, ofrecen varias opciones a la persona para definir los resultados, son experiencia inmersiva penta-dimensional, donde la quinta dimensión es la posibilidad del visitante de redefinir la exhibición.
La autora incluye la clasificación museográfica por el tamaño. Hay museos grandes: área entre 7.200 y 22.000 metros cuadrados, asistencia promedio de 630.000 visitantes/año y presupuesto anual de US$2.900.000 dólares, medianos (3.200-6.000 metros cuadrados, 200.000 visitantes y US$800.000 dólares), pequeños (1.050-1.600 metros cuadrados, 40.000 visitantes y US$60.000 dólares) y muy pequeños (90-800 metros cuadrados, 15.000 visitantes y US$30.000 dólares).
El museo, un ser vivo
Para Lucrecia Piedrahíta, museóloga, especialista en Periodismo y ex directora del Museo de Antioquia y de la Bienal de Arte de Medellín, los museos “son ante todo, el lugar de la memoria, posibilidad del encuentro entre el pasado, el presente y el futuro”.
Y observa: “Un museo se proyecta en el tiempo en la medida en que permita lecturas múltiples desde otras disciplinas: el arte que se cruza con lo político, lo social y lo antropológico. La idea de museo surge con la del coleccionismo y nos remite a las tumbas faraónicas, donde el coleccionismo perfila la idea de museo que se consolida en Grecia y luego en Roma, con una característica esencial: el acceso público, para conocer las villas romanas, los grandes palacios y los objetos que daban cuenta del desarrollo de una civilización. En la Edad Media, el museo está ligado a la Iglesia, que permite en ciertas festividades del año el acceso del público a los tesoros eclesiásticos, y con el Renacimiento comenzará la idea de museo moderno, que da acceso al conocimiento y al disfrute de lo público, entendido como construcción colectiva que nos permite vivir en sociedad”.
El Museo del Louvre en París, es uno de los más importantes del mundo. Su creación significó el paso de las colecciones privadas a las públicas, para disfrute de la sociedad, constituyéndose en precedente de todos los grandes museos. Con más de 8 millones de visitantes en 2006, es el museo de arte más visitado del mundo.
Señala al museo contemporáneo “como espacio abierto que rompe fronteras entre lo público y lo privado. Su razón de ser es abrir puertas, entrar en relación con diferentes barrios y grupos, con las prácticas artísticas contemporáneas, que no son otra cosa que las estéticas expandidas. El arte va más allá de la pintura, de la escultura, de la instalación, del video-instalación, como elemento transformador en una zona determinada de la ciudad, y que permite socializar las problemáticas sociales. Ya el museo no es elemento rígido sino orgánico, que se acopla al desarrollo mismo de la ciudad. Por eso es tan importante motivar el público del museo desde kínder y primaria, para que los niños no vean en el museo una cosa alejada, sino piezas que pueden relacionar con su clase de biología, de física o de matemáticas. Un paso importante de la museología y la museografía contemporáneas, fue ir más allá de las 4 paredes; así lo referencia el espacio de lo virtual, que construye la misma colectividad sin pretensiones de hacer arte, pero que permite interactuar con el otro y reflexionar por la memoria. Indiscutiblemente, sea la internet, el Museo de Museos que nos trae ese abanico por la historia del coleccionismo, sea el museo de las armas o el de las marionetas, los atraviesa el eje de la memoria. Hoy tiene sentido la obra de arte mientras más públicos convoque, más rechazos y admiraciones provoque, y sobre todo, mientras más conmueva al espectador”.
Los museos “son ante todo,
el lugar de la memoria, posibilidad
del encuentro entre el pasado,
el presente y el futuro”.
Lucrecia Piedrahíta.
Sobre la gran discusión entre el Museo Británico de Londres y Grecia, que le reclama sus esculturas y todo lo que significó ese saqueo, Lucrecia Piedrahíta conceptuó: “En verdad, allá tienen las piezas más bellas del Partenón. Inglaterra alega que no las devuelve, porque ahí tiene ese patrimonio preservado bajo todas las reglas de la técnica museográfica, para conservar a futuro, y los museos fueron construidos a partir de esas grandes conquistas. El Louvre es el ejemplo mayor. Según Napoleón, una gran nación tiene que tener un gran Museo, porque ahí se da cuenta uno de qué nivel cultural tiene ese país”.
Exposiciones: el mundo como museo
A las ferias y exposiciones modernas, macro-museos eventuales, con logística de avanzada tecnología, las anteceden varios siglos atrás, las primitivas exhibiciones que los pueblos pre-cristianos hacían de sus productos. El Medioevo ve surgir las ferias donde los antiguos gremios intercambiaban productos y servicios. Y desde 1790 hasta 2008, la historia registra 230 grandes exposiciones, entre universales, mundiales e internacionales.
Con la Exposición Universal de París 1878, celebró Francia su recuperación tras la derrota en la Guerra Franco Prusiana; allí se exhibió el teléfono de Graham Bell, entre muchos inventos, y los 267.000 metros cuadrados de área fueron iluminados con las bombillas eléctricas recién inventadas por Edison, de quien se mostraron un megáfono y un gramófono. Unas 16 millones de personas la visitaron, mientras Víctor Hugo dirigía el Congreso para la protección de la propiedad literaria, y en otro congreso se adoptaba mundialmente el Sistema Braille para los ciegos.
En la Exposición Universal de Barcelona 1888, presidida por el rey Alfonso XIII de apenas 2 años de edad, el ingeniero francés Gustave Eiffel propuso su torre como portal, más fue rechazada por romper el entorno arquitectónico; en su lugar se puso un arco del triunfo. Un año más tarde, en el centenario de la Toma de la Bastilla, se instalaba la Torre Eiffel como portal de la Exposición Universal de París, con la condición de desmontarla al final del evento, pero a la presión popular debemos la preservación de esta maravilla moderna.
En la Exposición Universal de Sevilla 1992, quinto centenario del Descubrimiento de América, el lema fue la era de los descubrimientos y en la Mundial de Lisboa 1998, los océanos, un mundo por descubrir y reserva natural para la supervivencia humana. Mostró un Oceanario, el mayor acuario del mundo, los 4 ecosistemas marinos y los pabellones de la realidad virtual y de la Utopía.
Ahora que los museos marchan como el mundo, hacia la quinta dimensión: la interactividad, ¿qué mejor ocasión que este Año Iberoamericano de los Museos, para pensar el mundo como un inmenso pesebre de figuras móviles, donde el hombre cada día construye o destruye su entorno y reinterpreta la vida?.
 
Ocioso lector
Porvenir y cultura
William Ospina
“Pero las tradiciones culturales particulares de los pueblos nunca desaparecerán, porque una de las principales características del arte y de los lenguajes profundos del ser humano, es que no pierden vigencia con el cambio de las edades. La persistencia del valor estético y filosófico de los mármoles griegos y de las estelas asirias, de los cantos provenzales y de las danzas birmanas, de las mezquitas persas y de los monumentos funerarios egipcios, de la música de los tambores bantúes y de las cítaras turcas, del Alcorán y de las epopeyas hindúes, de las metáforas de los skaldos de Islandia y de los hai-kais japoneses, de las rapsodias de Homero y de los tercetos del Dante, de las enormes marionetas vietnamitas y de las incontables e inmemoriales danzas de África, de los libros de La Biblia y de las tragedias de Shakespeare, de los ritos marciales maoríes y de los cantos misteriosos de Siberia, es una buena prueba de que el verdadero valor de la cultura no está en la novedad sino en la intemporalidad, en su capacidad de tener fuerza y sentido para los humanos de todas las épocas y de todas las regiones del mundo.
Esa persistencia demuestra también la esencial afinidad de los seres de nuestra especie, a despecho de su diversidad, de sus diferencias llamativas, de sus espléndidas formas locales. Es esa afinidad profunda, que hace que todo ser humano pueda reconocer algo propio y pueda entender algo de sí mismo leyendo a Basho, a Homero, a Netzahualcóyotl o a Omar Kahyyam, lo que hace que sean posibles y fecundas las aproximaciones y las síntesis de las que he venido hablando.
Las tradiciones precisamente no son modas de las que la humanidad esté dispuesta a desprenderse cada vez que le ofrezcan alguna novedad o alguna astucia. Las redes de la memoria, las artes y los sueños colectivos de un pueblo no son ornamentos casuales, no son episodios contingentes sino el alma misma de las sociedades, la voz persistente de las generaciones deshechas, los lazos entrañables que unen a los muertos con los vivos y a éstos con los que vendrán, son el substrato profundo de los valores, el tejido que conserva los anhelos, las intuiciones y las sabidurías de un pueblo. Pueden ser compartidas, pueden llegar a ser parte entrañable de la memoria común de la humanidad, pueden mezclarse creadoramente con otras tradiciones, pero no pueden ser negadas, ni borradas, ni profanadas, sin que algo muy profundo y esencial quede vulnerado en el mundo”.
Fragmento del ensayo “Porvenir y cultura”, leído en la inauguración del Encuentro de Ministros de Cultura de los Países No Alineados, Medellín, 1997, del libro “Los nuevos centros de la esfera”.
 
 


Primer canal étnico de televisión en Colombia: En la comunidad de Atánquez, resguardo indígena Kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta, opera “TV Kankuama”, cuyo propósito es recuperar las tradiciones culturales y simbólicas de la región.

Cinegira en 800 municipios del país: Unos 4 millones de habitantes de poblaciones alejadas de Colombia y con menos de 100.000 habitantes, accederán por primera vez y gratis a exhibiciones cinematográficas, a partir del segundo semestre de este año.

Premios a Colombia en Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Lisboa: En mejor obra de Iberoamérica construida entre 2004 y 2006, el Parque Biblioteca España de Medellín recibió el máximo galardón. Y el premio a publicaciones en la categoría libro, fue para el Atlas Histórico de Bogotá 1911-1948, tomo II.

 
 



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