MEDELLÍN,   COLOMBIA,   SURAMÉRICA    AÑO 5    NO 62 NOVIEMBRE DEL AÑO 2003    ISSN 0124-4388      elpulso@elhospital.org.co






 

 

Un análisis crítico

Régimen contributivo en el Informe Anual del Consejo de Seguridad Social
Iván Jaramillo Pérez Consultor ijaramil@cable.net.co
El informe presentado a las Comisiones Séptimas de Senado y Cámara del Congreso por el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud (CNSSS) de la vigencia 2002-2003, presenta datos descriptivos de lo que ocurre en el sistema pero muy poco análisis. Es un tanto triunfalista y oculta problemas, lo cual es normal en los informes oficiales, pero lo más grave es que no aprovecha los éxitos en algunos campos. Es también sesgado magnificando en el régimen subsidiado la gestión del Fosyga y las ARS, desconociendo la gestión financiera de los municipios y el aporte de la red pública a la prestación de servicios; en el régimen contributivo, maquilla en su beneficio a las EPS privadas y subvalora cualquier aporte de las públicas. En resumen: está dentro de la “línea oficial”.
Visión panorámica
El informe no aprovecha que este año se están cumpliendo 10 años de expedida la Ley 100 de 1993 y que sería oportuno evaluar resultados y sobre todo indicar los responsables y beneficiarios de los éxitos y fracasos.
Cuadro 1. Auge del régimen contributivo y nacimiento del régimen subsidiado
Tal como puede observarse en el Cuadro 1, la cobertura de la seguridad social creció en forma sorprendente entre 1991 y 1997, pasando del 20,6% al 57,19%. En ese período el régimen contributivo se duplicó en términos absolutos y el naciente régimen subsidiado empezó con el equivalente a un 50% de afiliados con respecto del contributivo.
Cuadro 2. Crisis del régimen contributivo y desarrollo del régimen subsidiado
Pero en el período 1997 a 2002, producto de la crisis económica, el desempleo y la falta de estrategia de las EPS y del CNSSS, el régimen contributivo cayó de 15 a 13 millones (se perdieron 1.9 millones de afiliados), y si a esta cifra se le suman las afiliaciones que se deberían haber realizado, según la tendencia que se traía, entonces se perdió una cobertura de 3.3 millones de potenciales afiliados. En otras palabras, si hoy tuviéramos el porcentaje de cobertura de 1997 con el 37,63%, entonces el régimen contributivo debería tener 16.5 millones de afiliados y solo tiene 13.2 millones.
De otra parte, no obstante los méritos que tiene el régimen subsidiado para llegar a cubrir el 26,14% de toda la población del país con 11.4 millones de afiliados, el informe oculta:
1. Que entre los afiliados hay un 25% de “colados”, no pobres, según el Departamento Nacional de Planeación, DNP.
2. Que el Fosyga retiene anualmente recursos de solidaridad, en beneficio del Ministerio de Hacienda, que podrían financiar 668.386 afiliados más.
3. Que la pérdida de cobertura del régimen contributivo disminuyó también la cobertura potencial del régimen subsidiado en 692.357 afiliados con recursos de solidaridad.
4. Que en forma agregada se han perdido 1´360.000 cupos potenciales en el régimen subsidiado.
5. Que la expansión del régimen subsidiado se ha hecho sobre la base de las participaciones constitucionales de los municipios en los ingresos corrientes, las cuales ponen el 70% del financiamiento y no, como se dice en el informe, que fue “gracias al Fosyga” que puso la “parte principal”, cuando solo aportó el 30%.
6. Finalmente, el informe no advierte del impacto que podría tener el nuevo recorte de las transferencias a los municipios, que se está fraguando para cubrir el déficit fiscal y que afectará al régimen subsidiado.
Sobre el régimen contributivo
Quizás lo más grave del retroceso en el régimen contributivo, con su pérdida de 3.3 millones de afiliados potenciales, no es solo el entorno macro económico negativo y la falta de estrategia de los actores del sistema, sino el desconocimiento del Ministerio de la Protección Social sobre su forma de operación. No de otra forma se explica que no se hayan descubierto 6.6 de subsidiados parciales que hay dentro del régimen contributivo y que al contrario, lo único que se le haya ocurrido proponer al Ministerio en el Plan de Desarrollo para ampliar su cobertura fuera un curioso, por decir lo menos, mecanismo de “solidaridad invertida” del régimen subsidiado hacia el contributivo (artículo 44 del proyecto de ley 169 / 03C de 2003), según el cual habría que deducir el 20% de la contribución de solidaridad para financiar un nuevo régimen subsidiado que operaría dentro del contributivo, pero que en lugar de subsidiar la UPC subsidiaria la cotización.
Aparte del altísimo grado de complicación que dicho sistema introduciría y de la desfocalización de los subsidios que esto generaría hacia los estratos medios, el “genio” que propuso tal aberración ignora que el régimen contributivo internamente es un sistema de subsidios cruzados. Efectivamente, ese “genio” no ha podido entender la Ley 100 y no sabe que dentro de los 13.2 millones de afiliados que tiene el contributivo solo 6.5 millones están totalmente autofinanciados con sus cotizaciones, pero la parte restante que son 6.6 millones reciben un “subsidio cruzado” desde los primeros para completar la financiación de su Plan Obligatorio de Salud (POS).
Cuadro 3. Promedio mensual de afiliados compensados por entidad
Esto se puede deducir del cuadro presentado en el propio informe al Congreso (Pág. 13) denominado “Promedio mensual de afiliados compensado por entidad”. Según ese cuadro (resumido y desarrollado en nuestro Cuadro 3), la familia promedio de los 13.2 millones de afiliados al SGSSS con derecho al POS Familiar (POS-F) es de 2,41 personas por cotizante y aporta $827.848 sobre un ingreso base de cotización IBC que es de 2,03 salarios mínimos. Ese aporte alcanza a financiar el POS Familiar que cuesta $780.687 anuales en promedio, e incluso sobran $47.161 por cotizante promedio, lo cual explica el superávit de la Subcuenta de Compensación del Fosyga, o bien, este excedente sirve para cubrir licencias de maternidad, tutelas y la desviación del riesgo por alto costo.
Pero ocurre que hay 17 entre EPS y Adaptadas que poseen 6.6 millones de afiliados y son deficitarias porque tienen la desgracia o la fortuna de poseer grupos familiares más grandes con 2,65 personas por cotizante y su POS Familiar es más costoso, llegando a $ 856.127 anuales. Pero, para colmo de males, su base de cotización es más baja y el IBC es de solo 1,62 salarios mínimos, con lo cual sus cotizantes solo aportan anualmente $662.104 en promedio y por esta causa no alcanzan a autofinanciar su POS-F, generando un déficit de $194.022 por familia. Estas familias reciben entonces de la cuenta de compensación un “subsidio parcial “per cápita de $73.273 anuales denominado “subsidio cruzado” o subsidio endógeno no explícito.
Tal como se observa, estos subsidios cruzados tienen un valor promedio per cápita equivalente a la mitad del recibido en el régimen subsidiado (para algunos casos es incluso igual o casi igual) y por eso quizás EPS como Saludcoop y Salud Total han abandonado el régimen subsidiado, porque tal vez se han preguntado: ¿De qué sirve el régimen subsidiado con un plan de beneficios recortado, si en el régimen contributivo (con una compensación bien manejada) se pueden tener subsidios cruzados para un POS más integral y hasta sin copagos para el cotizante principal?
Pero, ¿de dónde salen estos subsidios cruzados? Afortunadamente el SGSSS posee otras 23 entre EPS y Adaptadas que son superavitarias, con 6.5 millones de afiliados. Estas EPS tienen las virtudes de poseer grupos familiares por cotizante más pequeños de 2,21 personas y densidades salariales más altas con 2,37 salarios mínimos como IBC. Esta situación les permite que el costo anual del POS-F sea más económico, con solo un costo de $716.117 anuales, pero que su aporte por cotizante sea mucho mayor llegando a los $969.709, lo cual les hace generar un excedente de $253.592 por familia. Son estos excedentes los que posibilitan transferir los “subsidios parciales” cruzados a los otros 6.6 millones de personas, relativamente más pobres, e incluso financian además el excedente de $47.161 per cápita para licencias de maternidad, tutelas y desviación del riesgo.
Precisamente la reforma chilena eliminó e ignoró este tipo de subsidios cruzados al interior del régimen contributivo (no creó un Fosyga) y por eso mismo generó una caída de la cobertura general y un enriquecimiento desmedido de las ISAPRES (Instituciones de Salud Previsional). Si se hubiera plagiado a rajatabla el sistema chileno en Colombia, tal como lo preconizaban los neoliberales criollos, la cobertura actual del régimen contributivo sería de solo 6.5 millones de afiliados, que son precisamente los cotizantes que logran generar superávit, y ese excedente en lugar de convertirse en subsidios cruzados se convertiría en utilidades para las EPS por el equivalente a la desmesurada suma de $745.015,5 millones anuales. ¡Afortunadamente el Neoliberalismo en la Constituyente y en la Ley 100 tuvo que negociar con los socialdemócratas, garantizando la solidaridad cruzada!
Tal como se deduce de lo explicado y que es generalmente ignorado, el régimen contributivo no necesita generar un nuevo tipo de régimen subsidiado a su interior sino que necesita preservar y perfeccionar el existente, con medidas de control a la evasión y a la elusión, y con incentivos al buen aporte y al buen recaudo. A propósito: en lugar de otorgar exenciones tributarias indiscriminadas a las EPS, mejor seria crear un sistema de estímulos tributarios proporcionales a los resultados y al buen desempeño, especialmente en materia de compensación.
Las EPS superavitarias
Cuadro 4. EPS y Adaptadas superavitarias
Las EPS superavitarias son las que recaudan más valor en cotizaciones que lo que reciben del sistema para atender el POS familiar; es decir: los aportes recaudados son superiores al valor de las UPCs a que tiene derecho. Debe saberse que el ser superavitarias no significa que produzcan “utilidades”, porque el superávit hay que consignarlo en la Subcuenta de Compensación del Fosyga, y las utilidades solo se generan cuando los costos reales incurridos en la prestación del POS-F son menores al valor de las UPCs a que se tiene derecho. Como ejemplo, el ISS ha sido superavitario en el recaudo y sin embargo ha generado pérdidas en la prestación del POS.
El Cuadro 4 muestran el orden en que las EPS y entidades adaptadas generan superávit en los recaudos con respecto del costo del POS-F: Se observa que son 23 y se alternan públicas y privadas.
El caso del ISS (ver Cuadro 5), que es el de la EPS más superavitaria del país (ya que aporta el 28% de toda la compensación), se explica por tener una densidad familiar baja de 2,11 con respecto del promedio general de 2,41; no obstante que la densidad salarial 2,04 está apenas una centésima por encima del promedio 2,03, pero sobre todo el superávit de $150.858 anuales que genera a nivel de cada cotizante se debe multiplicar por un millón y medio de cotizantes. Para el caso de Cajanal, que ocupa el tercer lugar entre este grupo superavitario, aporta el 13% de la compensación, dado que su densidad familiar es mucho más baja 1,98 que la de ISS y que la del promedio; pero la densidad salarial 2,79 es muy alta y aporta un superávit anual de $500.000 por cotizante.
Como se sabe, las escalas salariales de los funcionarios públicos son mas altas que las de los privados, lo cual explica el fenómeno Cajanal, aunque en ambas, ISS y Cajanal, la densidad familiar es más baja que en el promedio por varias razones. Generalmente, estas EPS arrastran la población afiliada más vieja (recuérdese que el sistema de seguridad social fue creado por estas dos entidades en 1945 y 1946), y los viejos por lo general tienen hijos adultos que ya no dependen de sus padres; de otra parte, es común que en las familias asalariadas exista más de un cotizante, lo cual presiona a la baja el promedio familiar dependiente de cada cotizante.
Cuadro 5. Las EPS superavitarias públicas.
Para el caso de la EPS privada “Sanitas” (ver Cuadro 6), que ocupa el segundo lugar entre las EPS superavitarias (aportando el 20% de la compensación), y para Compensar 4to lugar, o Susalud (Suramericana) 5to lugar, al igual que en el resto de las privadas superavitarias, la densidad familiar es más baja que en el promedio, lo cual es propio de los estratos medios y altos de la sociedad; por supuesto que las escalas salariales son en promedio más altas, llegando a tener un nivel hasta del 70% por encima de la densidad salarial promedio, como es el caso de Sanitas.
Cuadro 6. Las EPS superavitarias privadas.
En el informe al Congreso se consignan afirmaciones ciertas que muestran tristes tendencias así: “Durante el año 2002, del total de afiliados compensados, se presenta la siguiente distribución por tipo de entidad: el 72.6% está en EPS privadas, aumentando en relación con el año 2001 que correspondió al 66.9%. En contraste, los afiliados al ISS y a las demás EPS públicas representan en el año 2002 el 26.3% del total de afiliados, frente al 31.8% de la participación que tenían en 2001”.
De otra parte se agrega: “Del total de afiliados, las Entidades Adaptadas tuvieron durante el 2002 una participación del 1%, que corresponde a 136.962 personas, cifra menor frente a la que presentaron en el año 2001 que fue de 1.2%, equivalentes a 160.360 personas”.
Pero el informe presenta otras afirmaciones que pueden ser ciertas formalmente pero que se prestan a malas interpretaciones: en la cuenta de compensación del Fosyga “El concepto de ingreso más representativo corresponde al superávit (Recaudo - UPC) por $959.512 millones que equivale al 139.03% del monto apropiado…Las EPS privadas consignaron al Fosyga por el concepto mencionado $453.687 millones (47.28%), las públicas $453.763 millones (47.29%) y las Entidades Adaptadas $48.313 millones (5.04%), recaudos Régimen de Excepción $3.524 millones (0.37%)”.
No obstante, cuando se hacen los cálculos con base al cuadro de la página 13 del Informe, se encuentra que de las 23 entidades superavitarias 15 son públicas y realmente el 73% de lo debido aportar ese año es superávit neto anual de las públicas; lo que ocurre es que en los años 2001 y 2002 por exigencias de los Ministros de entonces, las EPS privadas especialmente, debieron reliquidar las compensaciones de años anteriores y devolvieron a esta cuenta recursos que se habían retenido indebidamente. Por ese motivo precisamente, se recaudó un 40% de lo apropiado según el cálculo inicial.
Con justicia puede concluirse que si bien las EPS públicas son malas administradoras y aburren a sus afiliados con los malos servicios, quizás son las que menos evasión y elusión en los aportes producen y por lo tanto generan más superávit que las privadas.
Las EPS deficitarias
Las EPS deficitarias son las que recaudan menos valor en cotizaciones que lo que reciben del sistema para atender el POS Familiar; es decir: los aportes recaudados son de valor inferior a las UPCs a que tienen derecho. Debe saberse que el ser deficitarias no significa que produzcan “pérdidas”, porque el déficit inicial en el recaudo se cobra y se cubre con el Fosyga, mediante la Subcuenta de Compensación, y las pérdidas solo se generan cuando los costos reales incurridos en la prestación del POS-F son mayores que el valor de las UPCs a que se tienen derecho. Como ejemplo: Saludcoop es deficitaria en el recaudo y genera utilidades en la prestación del POS.
Cuadro 7. EPS y Adaptadas deficitarias.
Para las EPS deficitarias (ver Cuadro 7) en el recaudo, Saludcoop es el caso más sobresaliente, pues recibe el 50% de todos los recursos de Compensación por Recaudo UPCs, sin incluir otro tipo de compensaciones como son maternidad, tutelas o desviación del riesgo por alto costo.
Además: Salud Total recibe el 17% de las compensaciones por déficit en el recaudo y Cafesalud y Cruz Blanca reciben cada una cerca de un 7% de esas compensaciones.
Cuadro 8. Las deficitarias privadas
Tal como se observa en el Cuadro 8, las entidades deficitarias se caracterizan por tener una alta densidad familiar, entre 2,49 Cafesalud y 2,78 en Saludcoop, superando el promedio general que está en solo 2,41; pero en forma simultánea, presentan una baja densidad salarial de1,35 en Salud Total hasta 1,66 en Cafesalud, las cuales están debajo del promedio que es 2,03.
A nivel per cápita, Saludcoop recibe un subsidio cruzado de $108.854 por afiliado y $302.613 por grupo familiar, o sea que los afiliados a Saludcoop gozan en promedio de un subsidio parcial en el régimen contributivo del 30% sobre el valor del POS familiar. No cabe la menor duda que esta EPS es la que mejor ha sabido aprovechar el sistema de solidaridad cruzada en el régimen contributivo para afiliar a los estratos medios y pobres. No obstante, también puede esta situación generar un estímulo a la elusión de aportes.
De otra parte, se sabe que Saludcoop genera utilidades superiores a los $5.000 millones anuales en la prestación del POS, ahora si, debido a su buena administración, a la baja demanda de servicios y a los ahorros en la prestación de servicios. Se puede concluir que ser malo para recaudar no significa que se es malo para gastar.
Es de observar que la nueva Saludcoop que resultará de fusionar a Saludcoop, Cruz Blanca y Cafesalud tendrá una densidad familiar de 2,66, superior a la media que está en 2,41; tendrá además una densidad salarial de 1,50 muy abajo de la media que es 2,03 y recibirá un subsidio per cápita de $ 93,000 por afiliado, para obtener un total de $323.000 millones por compensación anual.
Es decir, la sola “nueva” Saludcoop, recibirá por recursos de solidaridad cruzada del Fosyga casi 70% de los subsidios que recibe todo el régimen subsidiado de salud por aportes del punto de cotización de solidaridad, que para el año 2002 fueron de $470.000 millones, según el informe al Congreso.
Cuadro 9. Las deficitarias públicas.
Hay un caso extremo que es el de Salud Vida S.A., que sólo tiene 4.409 afiliados con densidad familiar 2,88 y salarial de 1,03 y que recibe per cápita, más subsidio $177.271 que un afiliado del régimen subsidiado.
De otra parte se observa entre las EPS públicas, que casi no presentan esta situación deficitaria en el recaudo porque generalmente los funcionarios públicos tienen una escala salarial más alta y una densidad familiar más baja y quizás hay menos elusión.
Técnicamente solo hay 7 de 15 EPS deficitarias que son públicas o de naturaleza “privada” pero generadas por entidades públicas. Este grupo de públicas o semi-públicas solo reciben el 5% de la compensación por la relación negativa Ingreso-UPCs.
No obstante lo explicado anteriormente, el informe al Congreso parece decir lo contrario y afirma: “Las EPS a las cuales la subcuenta de Compensación reconoció un mayor déficit en el proceso de compensación fueron ISS-EPS con $294.434 millones (39.50%), EPS Saludcoop $243.541 millones (32.67%), Salud Total S.A. EPS $62.709 millones (8.41%) y Humana Vivir S.A. EPS $29.933 (4.02%)”. Obsérvese que excepto para el caso ISS nuestros cálculos del Cuadro No. 7 casi coinciden con los flujos reales de caja del Fosyga.
Pero en donde está la diferencia: el informe al Congreso o es ignorante o es tendencioso, pues mete de nuevo al ISS como beneficiario de la compensación al mismo tiempo que lo presentó antes como aportante a la compensación, sin explicar por qué y creando así confusión. Realmente lo anterior solo es posible si al momento de hablar de compensación por densidad familiar y salarial (DF y DS) se dice que el ISS aporta positivamente y que al momento de hablar de compensación por licencias de maternidad, tutelas y desviación del riesgo por alto costo, el ISS presenta un saldo negativo y recibe una compensación especial (todo lo cual se explica por la selección adversa o el arrastre histórico de los más viejos y enfermos).
Es curioso que en esta ocasión el informe no dice que las EPS privadas ocasionan el 95% del déficit regular por compensación en densidad familiar y salarial, o mejor dicho, que las EPS públicas subsidian en un 95% de la compensación a las privadas, lo cual es bueno, si las privadas que reciben compensación realmente están afiliando personas pobres y de estratos medios y no eludiendo cotizaciones.
En conclusión
Como consecuencia del informe al Congreso se deduce, que el régimen contributivo iba para abajo por el desempleo y la crisis económica, pero que su descenso se detuvo en cuanto a la fuga de los cotizantes, más no en la pérdida de beneficiarios, lo cual puede ser positivo si fue por una depuración en las bases de datos.
Al respecto el informe dice. “Durante el período se evidencia en el régimen contributivo una disminución leve de afiliados reportados por las EPS, pasando de 13.335.932 afiliados en 2001 a 13.165.463 en el 2002. Si bien los cotizantes aumentaron al pasar de 5.308.261 a 5.452.380, esta disminución se refleja en los beneficiarios al pasar de 8.027.671 en el 2001 a 7.713.083 en el 2002”
Del informe se deduce además, que el régimen contributivo genera en su interior un importante sistema de subsidios cruzados, que beneficia hoy a 6,6 millones de afiliados pero en ninguna parte del informe aparecen reportados, lo cual causa cierta curiosidad pues para cualquier gobierno resultaría mejor decir que está subsidiando 18 millones de colombianos (11.4 en el régimen subsidiado y 6.6 en el contributivo), pero no, no dice nada y prefiere hablar de 22.000 madres comunitarias subsidiadas en forma especial en el contributivo y de los 11,4 del subsidiado.
¿Que será lo que pasa? O bien, el Ministerio la Protección Social y su Viceministerio de Salud, como pensamos, finalmente no saben como opera el régimen contributivo y por eso no sabe como presentar sus resultados, incluso en su propio beneficio o para beneficio de la política oficial, pero si presentan propuestas absurdas al Plan de Desarrollo (como el subsidio del régimen subsidiado al régimen contributivo), o bien, lo que estaría pasando sería que el Ministerio está esperando que el sistema de compensación en el régimen contributivo se vaya marchitando a medida que disminuye el Ingreso Base de Cotización (IBC) y no se crean los estímulos necesarios antielusión, y al final nuestras EPS terminen convertidas en unas ISAPRES, como quizás algunos neoliberales y opositores viscerales a la Ley 100 finalmente quisieran ver. Pero esta última opción sería una hipótesis muy “maquiavélica” y está lejana de la atractiva personalidad del Ministro de Salud, hoy de la Protección Social.
De todas maneras al respecto, el informe advierte:
Afiliados Compensados, promedio mensual, por Tipo de Entidad 2002.
“Comparado con el 2001 el promedio del ingreso base de cotización de los afiliados al régimen contributivo se redujo de 2.07 a 2.03 lo cual contrasta con el aumento del SMMLV en el mismo período de 8.042%. Este hallazgo pone de presente las dificultades del sector público, que se esperan también en los próximos años”. Pero también del sector privado, si se mira un rango de años más grande, agregaríamos nosotros, pues en 1996 las 21 EPS privadas cotizaban sobre 2,64 salarios mínimos y hoy solo lo hacen sobre la base 2.08, es decir, han disminuido el Ingreso Base de Cotización (IBC) en casi un 30% en 6 años y ocurre una de dos: ¿O, cayó la remuneración o, se incrementó la elusión?
 
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