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Si 1993 fue el año del establecimiento del Sistema
General de Seguridad Social en Salud en Colombia, 2002 fue
el año cuando ese sistema de salud quedó relegado
como componente del sistema de protección social
y 2007 fue el año en que se le hizo un ajustico,
la vigencia de 2008 pasará a la historia como el
año en que el sistema de salud hizo crisis.
Esto bien puede deducirse del informe de rendición
de cuentas 2008 del Ministerio de la Protección Social,
donde no son relevantes ni claros los avances de 2008 y
los retos para 2009, en los puntos estratégicos que
definen el futuro del sistema de protección social.
Y con un agravante: en el informe no se asume frontalmente
el fracaso del sistema de protección social en salud,
revelado desde muchos frentes del mismo, pero muy especialmente,
con la intervención obligada de la Corte Constitucional,
con su Sentencia T-760, que reivindica el derecho a la salud
de los colombianos en términos de igualdad y equidad.
Ante la crisis que reveló el aumento dramático
de recobros y tutelas, que el mismo informe reconoce como
exponencial, la Corte intervino cuál
el mejor cirujano, para procurar reorientarlo: Con la sentencia
T-760 obliga a replantear el Plan Obligatorio de Salud y
la prestación de servicios de salud a la población
colombiana. Más el Ministerio en el informe, insiste
en que cualquier cambio estará supeditado a la viabilidad
financiera, lo que hace presagiar nuevos lances entre el
derecho a la salud y la capacidad económica del sistema
para garantizar dicho servicio.
Pero como decíamos, en 2008 el país fue testigo
y sufriente de otras goteras de la sombrilla
de la protección social en salud. Mencionemos sólo
algunas: las crisis de validación en la Base de Datos
Única de Afiliados, por lo que millones de afiliados
al régimen subsidiado no podían acceder al
servicio de salud o el pago por éstos no era reconocido
por Fosyga a los entes territoriales; se avanzó hacia
la cobertura universal, pero no se ha garantizado su financiación
ni el sostenimiento de la cobertura ya lograda, en tanto
que siguen dineros represados en Fosyga.
Si bien se desarrollaron planes de salud pública
territoriales, siguen cayendo los indicadores, siendo preocupante
el tema de vacunación y el caso de niños muertos
por rabia humana en Cauca.
Se terminó el proceso de cierre de las 7 ESE escindidas
del Seguro Social, se pusieron en venta sus activos y se
avanza en la liquidación de los 3 negocios del ISS:
salud, pensiones y riesgos profesionales. Se crearon las
instituciones que los reemplazarán: la Nueva EPS
que sustituyó a la EPS del ISS, Compañía
Positiva de Seguros en lugar de la ARP y Colpensiones.
Todos presenciamos los problemas con la Planilla Integrada
de Liquidación de Aportes -PILA-. Se avanza en reestructuración
de hospitales en todo el país y su entrega a operadores
privados. Se pone en marcha el SISPRO (Sistema de Información
de la Protección Social) y sus subsistemas, pero
no acaban de despegar en forma.
En fin, como decíamos, son más los retos,
lastres y buenos propósitos, que los logros reales.
Y todos evidencian una crisis del sistema que exige respuestas.
Para rematar, como el bosque no deja ver los árboles,
el subsistema de salud aparece incrustado difusamente en
el gran sistema de la protección social
A todas éstas bien vale preguntar. Con todo respeto
Señor Ministro: En salud, ¿para dónde
vamos?
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