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Ser inventor del marcapasos,
que ha prolongado la vida de 68 millones de personas; escuchar
los latidos del corazón de las ballenas durante 25 años
en mares de Colombia y Argentina; sostener el ritmo cardíaco
con una batería de automóvil a un paciente desahuciado;
y trabajar hoy en un marcapasos que mide la cuarta parte de
un grano |
de arroz, son cosas
que sólo puede contar el doctor Jorge Reynolds Pombo,
un científico colombiano que hoy recuerda a ese muchacho
de 21 años que volvía hace 50 años con
su cartón de ingeniero electrónico del Trinity
College de Cambridge, Inglaterra, para iniciar lo que él
llama toda una aventura tragicómica o una opereta.
Más la historia de este adelanto científico que
ya figura en Alemania entre los100 inventos más grandiosos
que reemplazan la naturaleza, y de este ingeniero electrónico,
cardiólogo e investigador, con tres doctorados Honoris
Causa en Medicina, miembro de 42 sociedades científicas
de todo el mundo, autoridad mundial en cetáceos, autor
de trabajos sobre la electrofisiología humana y comparativa
con animales, más parece un relato de ciencia ficción.
Las investigaciones de Luigi Galvani y Erasmus Darwin sobre
el poder de la electricidad para reanimar cuerpos inertes, en
el siglo XIX, permitieron concebir a la escritora inglesa Mary
Shelley su novela Frankenstein o el moderno Prometeo, donde
el científico excéntrico es reflejo literario
de un personaje real, el doctor Andrew Crosse, quien pretendió
crear vida en insectos a partir de la electro-cristalización
de materia inanimada. De manera similar pero con pleno sustento
científico, el doctor Reynolds recuerda las intuiciones
primarias de Galvani y de Alessandro Volta en Italia, cuando
hablaron de que el hombre podía generar electricidad.
Yo tenía 21 años -expresa el humanista-
y venía de Inglaterra con unas ideas un poco absurdas
que me siguieron los médicos de la Fundación Shaio
en Bogotá. Medicina y electrónica eran cosas separadas,
nadie en Colombia sabía para qué servía
un ingeniero electrónico, pensaban que tendría
algo que ver con la bomba atómica y que debía
saber arreglar planchas.
Del rayo al marcapasos
El pasado 28 de junio en la conferencia Cómo
inventé el marcapasos, dentro de las jornadas sabatinas
Ciencia en bicicleta del Parque Explora de la Alcaldía
de Medellín, este preeminente científico colombiano
rememoró lo que el llama su aventura tragicómica.
Al igual que en algunas de las conferencias que dicta en todo
el mundo a razón de tres viajes por semana, recuerda
el doctor Reynolds cómo la electricidad fue una de las
primeras cosas que conoció el hombre en algo tan destructivo
como el rayo y rememora a los egipcios cuando usaban las anguilas
eléctricas para desfibrilar el corazón con descargas
de 850 voltios a un amperio. |
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Después de pasearnos por las experiencias
de Volta y Galvani, el doctor Reynolds habló de los baños
eléctricos que se daban con unos aparaticos de manivela
utilizados en los bares de Medellín y en los palacios
europeos para deleite de los convidados, y prosigue con su relación
con el doctor Albert Hyman, primer constructor de un estimulador
del corazón con manivela en 1933, cuando mantuvo con
vida artificial a un perro durante 45 minutos. Llegamos luego
a 1958 y al grupo de quijotes de la naciente Clínica
Shaio: el doctor Fernando Valencia, el doctor Bejarano y otros
gestores del marcapasos.
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En la carretera a Suba -precisa
el científico- estaba el laboratorio de nuestra aventura,
en una caseta destartalada y con unos equipos también
destartalados. Allá llegó un automóvil
Triumph deportivo cuya batería sería el motor
del primer marcapasos. Al tiempo (1958), el doctor Zoll en Boston
iniciaba ensayos con un sistema de electrodos externos, yo hablé
con él. Recuerdo bien cuando el maestro albañil
de la clínica adaptó un carro de oxígeno
a la pila, para hacer la máquina que resucitaba pacientes.
Entonces llegó un sacerdote desahuciado que tuvo 4 paros
cardíacos una mañana, le implantamos el artefacto
y él de paso me eximió de irme a los profundos
infiernos. Comenzamos la cirugía a las 3:00 de la tarde,
previa esterilización e irradiación en el Instituto
Colombiano de Radio. Cuando el anestesista, doctor Tonelli,
y el doctor Rubio principiaron a despertar el paciente, ¡oh
sorpresa!: quedó con 72 hipos en 72 pulsaciones del corazón.
Como que la silicona no había secado y se estimulaba
el nervio frénico; entonces se reintervino al paciente
y la operación duró como hasta las 8:00 de la
noche; el estrés, la preocupación fueron enormes.
Recuerdo que fue un martes, en Colombia creo que ningún
periódico lo contó, el primer medio creo que fue
el Times de Londres, ocho días después; la implantación
había sido un éxito. La foto de los electrodos
conectados a un corazón dio la vuelta al mundo. |
La inventiva
de los colombianos es impresionante
y ello lo muestra el encontrar compatriotas muy insignes
en posiciones destacadas, en distintas partes del mundo;
los únicos que no los conocemos somos nosotros en
Colombia. Sin tecnología propia, un país no
puede salirdel subdesarrollo.
Dr. Jorge Reynolds.
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La historia continúa en
los años 60´s cuando aparecen los primeros transistores
y desaparece la carretilla o podadora que no podaba pastos,
y luego se pasó a los microprocesadores. Por esa época,
Reynolds recibía una carta del doctor Chargot, felicitándolo
por haber ganado el grupo colombiano un desafío al doctor
Jeff Davis y su equipo del Saint George Hospital de Estados
Unidos, segundo puesto en la creación de los desfibriladores
cardíacos. De esto saldrían -señala
el inventor- más de 26 fábricas de marcapasos
que se redujeron a 4, por el canibalismo de comprarse unas a
otras. |
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El corazón
de las ballenas
El doctor Jorge Reynolds Pombo lleva 25 años
estudiando el funcionamiento del corazón de las ballenas,
de las cuales dijera la cantante Martha Senn que saben
cantar amando y saben amar cantando, cuando se unieron
las voces de la mezzosoprano y los majestuosos cetáceos
en un inusual concierto dado en la catedral de Sal de Zipaquirá
en septiembre de 2003 (Pacificanto). Mucho antes,
Reynolds le había pedido a la Armada Nacional que le
prestara un submarino para estudiar las ballenas, y se lo prestaron.
Más de 6 expediciones a la isla Gorgona y a los mares
de Argentina le sirvieron para elaborar electrocardiogramas
de las ballenas, último estadio en la evolución
del misonitis, especie de perro que pesaba 80 kilos, hace 70
millones de años, nos recuerda el doctor Reynolds. Su
tren delantero -explica- se transforma en aletas, y las piernas
traseras se convierten en la cola. Ahora pesa más de
200 toneladas. |
Menciona luego entre
los pacientes famosos a una niña implantada de 7 años
de edad y que llegó viva hasta los 20, a un detective
con larga sobre-vida y al primer alumbramiento exitoso de una
madre con marcapasos, atendido en la Clínica Shaio por
el doctor Carlos Martínez Sáenz: la niña
fue bautizada Marcapasitas. El progreso del marcapasos prosiguió
y así relata su pionero que los primeros marcapasos
implantables, con batería de mercurio generalmente estallaban
a los ocho meses, el paciente tenía que estar cambiando
la pila cada quince días. Pasamos luego a transmitir
el impulso de un marcapasos externo por radio frecuencia a un
receptor interno y con la creación de las baterías
atómicas durables 10 años, mejoró el sistema.
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Si se pueden
hacer megaproyectos,
¿por qué no se hacen nano-proyectos?.
Dr. Jorge Reynolds.
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Con todos estos lauros
llega el científico al Primer Congreso Mundial de Marcapasos
en Mónaco, presidido por la Princesa Grace, al segundo
en Viena y al Primer Simposio Andino de Estimulación
Cardíaca (Bogotá, 1978), certámenes donde
se encuentra con todos los pioneros de la electrofisiología.
Antes, en 1972, Reynolds Pombo había hecho el diseño
de un circuito integrado de marcapasos, con la firma Telectronics
de Australia, que más tarde miniaturizó y perfeccionó
la Philips. |
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El hombre,
generador de energía
Hoy -continúa Reynolds Pombo- 8 años
después del comienzo del siglo, podemos pensar en toda
una tecnología verdaderamente increíble, con grandes
posibilidades de crear nano-robots, nano-tecnología.
Al cumplir 50 años del primer marcapasos artificial externo,
nuestro grupo quiere mostrar el proyecto de un nuevo sistema
que será la cuarta parte de un grano de arroz, se pondrá
endocárdicamente, se podrá ver su funcionamiento
tanto auricular como ventricular electrocardiográficamente,
y se podrá manejar desde cualquier teléfono celular
y cualquier sistema de internet. |
Su fuente de energía será
el mismo corazón u otros movimientos de nuestro cuerpo,
no dependerá de una batería, y lo tendremos probablemente
en dos años, cuando estaremos probando los primeros nano-marcapasos
en pacientes. Hay que comenzar a trabajar en su regulación
nacional e internacional y hay que crear una ética; estamos
hablando de los gozosos, no de los dolorosos, porque esto mal
empleado es terrible. .
Entonces -asevera el científico-, nuestro país
puede hacer tecnología de punta sin grandes complicaciones.
La inventiva de los colombianos es impresionante y ello lo muestra
el encontrar compatriotas muy insignes en posiciones destacadas,
en distintas partes del mundo; los únicos que no los
conocemos somos nosotros en Colombia, algo que a nadie le interesa.
Sin tecnología propia, un país no puede salir
del subdesarrollo.
Sobre su agenda de este año, Jorge Reynolds Pombo dice:
Tiene un sola actividad: correr para todas partes; conmigo
trabajan diez o doce alumnos en distintos proyectos provenientes
de diversos países. Y agrega: Los futuros
desarrollos de la nano-tecnología tendrán que
ser en asociación de varios países, porque una
sola golondrina no hace verano.
Este hombre visionario que fue además gestor del hermoso
Parque Explora de Medellín, tiene entre sus consignas
ésta: Si se pueden hacer megaproyectos, ¿por
qué no se hacen nano-proyectos?. Hoy entidades
de todo el mundo lo aclaman; de alguna manera, para millones
de seres, él representa su corazón. |
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Ocioso
lector |
Frankenstein y
la electrofisiología |
(Fragmentos de Frankenstein
o el moderno Prometeo, de Mary W. Shelley, primera novela
moderna de ciencia-ficción, basada en la teoría
electrofisiológica galvánica).
Hasta aquel momento yo desconocía todo cuanto se
refería a las leyes más elementales que rigen
la electricidad. Quiso el destino que un hombre, con grandes
estudios en filosofía natural, se hallara aquel día
con nosotros y excitado por la catástrofe, comenzara
la exposición de una teoría que había desarrollado
a propósito sobre la electricidad y el galvanismo, teoría
que resultó, para mí, a la vez nueva y sorprendente.
Todo lo que dijo tuvo la virtud de relegar a las sombras a Cornelius
Agrippa, Alberto El Grande y Paracelso, los antiguos instructores
de mi imaginación. La caída de mis ídolos
hizo que perdiera el interés en mis habituales experimentos
y me pareció que ya nada podía ser descubierto.
Una noche triste del mes de noviembre, pude, por fin ver
realizados mis sueños. Con la ansiedad casi agónica
dispuse a mi alrededor los instrumentos necesarios para infundir
vida en el ser inerte que reposaba a mis pies. El reloj había
dado ya la una de la madrugada, y la lluvia tamborileaba quedamente
en los cristales de mi ventana. De pronto, y aunque la luz que
me alumbraba era ya muy débil, pude ver cómo se
abrían los ojos de aquella criatura. Respiró profundamente
y sus miembros se agitaron con un estremecimiento convulsivo.
Quisiera describir las emociones que hicieron presa en mí
ante semejante catástrofe, o tan sólo dibujar
el ser despreciable que tantos esfuerzos me había costado
formar. Sus miembros, eso es cierto, eran proporcionados a su
talla, y las facciones que yo había creado me llegaron
a parecer bellas
¡bellas! ¡Santo cielo! Su
piel era tan amarillenta que apenas lograba cubrir la red de
músculos y arterias de su interior; su cabello, negro
y abundante, era lacio; sus dientes mostraban la blancura de
las perlas
Sin embargo, esta mezcla no conseguía
sino poner más de manifiesto lo horrible de sus vidriosos
ojos, cuyo color se aproximaba al blanco sucio del de sus cuencas,
y de todo su arrugado rostro, en el que destacaban los finos
y negros labios. |
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Gobierno destinó
$14.000 millones para proyectos culturales en 2009. El Ministerio
de Cultura a través del Programa Nacional de Concertación
asignará estos recursos a organizaciones públicas
y privadas con proyectos acordes con propuestas del Ministerio,
hasta el próximo 30 de septiembre. Informes: tel: (1)
442 41 00 www.mincultura.gov.co .
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La Unesco incluyó
27 nuevos sitios a su Lista del Patrimonio Mundial, como la
ciudad cubana de Camagüey y en Méjico la reserva
de biosfera de la mariposa monarca, la Villa Protectora de
San Miguel el Grande y el Santuario de Jesús Nazareno
de Atotonilco. También, 17 cuevas de Altamira (España),
los lugares sacros habaíes en Haifa y Galilea Occidental
(Israel), los dominios del jefe Roi Mata (Vanuatu) y los centros
históricos de Berati y Gijorkastra (Albania). Igual,
el templo de Preah Vihear (Camboya), los acantilados fosilíferos
de Joggins (Canadá), el Parque Nacional del Monte Sanqingshan
(China), y los arrecifes y ecosistemas de las Lagunas de Nueva
Caledonia (Francia). A ellos se agregaron la isla volcánica
de Surtsey, las estepas y lagos de Saryarka (Kazajstán),
los bosques "kaya mijikenda" en Kenia, el ferrocarril
rético entre los ríos Albula y Bernina (Suiza
e Italia). También se incluyó el sitio tectónico
del Sardona (Suiza), el archipiélago de Socotora en
Yemen y el muro Antonino (Inglaterra).
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