MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 301 OCTUBRE DEL AÑO 2023 ISNN 0124-4388 elpulso@sanvicentefundacion.com icono facebook icono twitter icono twitter

Talento humano dentro del modelo preventivo y predictivo: opiniones sobre lo que propone la reforma

Por: Yuly Andrea Atehortúa M.
elpulso@sanvicentefundacion.com

En el panorama de una transformación trascendental que impulsa la reforma a la salud, donde se migra de un paradigma curativo a uno preventivo y predictivo, el rol del talento humano se erige como un factor crítico que liderará las inminentes mutaciones del sistema de salud

Luis Alirio López Giraldo, antropólogo, PhD en Salud Pública y docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, enfatiza sobre la primordialidad del capital humano en este proceso: “Sin talento humano cualificado no podría hacerse ninguna reforma plausible a un sistema de salud”. López Giraldo vislumbra un escenario donde la transición del modelo curativo al preventivo y predictivo permite una percepción más compleja de la salud, abordando las necesidades de la población en el contexto de problemáticas sanitarias locales.

“Los efectos del desplazamiento forzado, el cambio climático, el conflicto armado y las diásporas del sur hacia el norte, han modificado negativamente el perfil epidemiológico del país”. De ahí que hacer énfasis en lo preventivo y lo predictivo “resulte vital para no colapsar el componente curativo que cada vez demanda más recursos, dado el incremento de enfermedades no transmisibles, asociadas al estilo de vida y a las condiciones socioeconómicas de la población”, explica.

No obstante, la ejecución de este nuevo modelo plantea una serie de desafíos. El primero de ellos es la persistente escasez de recursos humanos en salud en el país. Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan que la densidad del personal médico en Colombia es de 21,8 por cada 10 000 habitantes, una cifra inferior a la de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que alcanza los 35 por cada 10 000 habitantes. La densidad de profesionales en enfermería es aún más baja, con 13,3 por cada 10 000 habitantes, en comparación con los 88,4 de la OCDE.

Este contexto se agrava por la carencia de condiciones laborales dignas y la tendencia de profesionales, especialmente enfermeros, a emigrar a otros países en busca de mejores oportunidades.

Sin embargo, en una situación extrema como la pandemia de COVID-19, se evidenció que es posible actuar de manera efectiva y temporal para reclutar y formalizar el talento humano necesario. La OPS publicó un informe en 2022 titulado “El impacto del COVID-19 en los recursos humanos”, que destacó cómo Colombia pudo responder a tiempo reclutando y formalizando profesionales de la salud, brindándoles seguridad social, remuneración adecuada, incentivos y capacitación en prevención y vacunación. Además, se disponibilizaron recursos a través de un fondo de emergencia en colaboración con la ADRES para inyectar liquidez al sistema de salud.

Academia en actualización

La transición hacia un modelo de salud preventivo y predictivo en Colombia plantea desafíos fundamentales que abarcan la formación del talento humano y las implicaciones financieras, administrativas y asistenciales que ello conlleva.

En lo que respecta a la formación del talento humano, se hace hincapié en la necesidad de que los equipos de atención de primer nivel estén debidamente capacitados para liderar prácticas preventivas. La Academia Nacional de Medicina ha enfatizado que estos equipos deben poseer la capacidad de resolver entre el 80 % y el 85 % de las condiciones de prevención y atención de enfermedades. Esto exige una sólida política de formación de Recursos Humanos con el apoyo de instituciones educativas. Además, se destaca la importancia de garantizar la disponibilidad de tecnología, comunicación, insumos y equipos necesarios, así como una compensación adecuada para quienes operan en lugares apartados y vulnerables.

En línea con esta visión, el seminario “La reforma en salud que se necesita y cómo lograrlo”, liderado por varias universidades colombianas, concluyó que es esencial comenzar fortaleciendo el sistema con la formación de talento humano generalista y con capacidad resolutiva.

Para el antropólogo Luis Alirio López Giraldo, la inserción en un modelo preventivo implica una actualización de los programas de formación del talento humano en salud. Esta actualización debe adoptar un enfoque holístico y transdisciplinario, con un énfasis en la atención primaria y la salud comunitaria. Asimismo, destaca la importancia de la investigación en políticas públicas de salud y la formación de nuevas generaciones de investigadores.

Aumentaría demanda de servicios y capacidad asistencial

El tercer aspecto crítico en esta transformación es el impacto financiero, administrativo y asistencial que conlleva la propuesta de reforma para el talento humano en salud en el modelo preventivo. Según López Giraldo, un mayor énfasis en la prevención implica la creación y gestión de nuevas iniciativas administrativas, en conjunto con la regulación y el control de la calidad de los servicios de salud. Además, se requiere el fortalecimiento de modelos de atención comunitaria a través de la creación de equipos de salud comunitarios, especialmente en regiones apartadas. Esto, a su vez, aumentaría la demanda de servicios y la necesidad de expandir la capacidad asistencial del sistema.

No obstante, uno de los desafíos más controversiales radica en la sostenibilidad financiera de la formalización de profesionales de la salud en el tiempo. Según datos del Ministerio de Salud, solo el 27 % (47 243) de los trabajadores misionales y administrativos se encuentran formalizados, y se estima que el 73 % restante (128 643) requeriría una inversión significativa, calculada en $2 267 050 577 para el año 2023.

La suerte de la legislación

Por último, habría que preguntarse cuál será la suerte del Proyecto de Ley 339. La regulación en salud y prácticas médicas en Colombia han sido un tema recurrente a lo largo de las décadas. Desde el Decreto 056 de 1975 se han promulgado varias normativas, como el Decreto 2905 de 1977, el Decreto 1849 de 1992 y la Ley 789 de 2002. Sin embargo, no fue sino hasta 2007 que se sancionó la Ley 1164 de Talento Humano en Salud, que estableció la relación entre el ejercicio competente de las profesiones de la salud y la mejora de la salud de los usuarios de los servicios.

La Ley Estatutaria de Salud 1438, promulgada en 2011, marcó un hito al encargar al Ministerio de Protección Social la definición de la política de Talento Humano en Salud de acuerdo con las necesidades de la población colombiana. A pesar de esta importante legislación, fue solo en 2022, mediante el Decreto 376, que se dio inicio al Sistema de Formación Continua para el Talento Humano en Salud, aplicable a EPS, IPS, entidades territoriales e Instituciones de Educación Superior.

Hoy, el Proyecto 339 de reforma a la salud emerge como una propuesta ambiciosa que busca desarrollar políticas públicas para la formación del talento humano en salud. Su objetivo es doble: fomentar la formalización laboral de estos profesionales y mejorar las condiciones de vida y de trabajo en el sector. Esto está en línea con lo estipulado en el artículo 18 de la Ley Estatutaria de Salud, así como en el capítulo XV, que aborda el régimen laboral de los trabajadores sanitarios.

A pesar de la existencia de una legislación sólida, la realidad en la práctica no siempre refleja los preceptos establecidos. Las condiciones laborales en el ámbito de la salud han sido un tema de preocupación constante, y las brechas entre lo que establece la legislación y lo que ocurre en la práctica a menudo son notorias. El desafío radica en llevar la legislación del papel a la práctica de manera efectiva.

¿Cómo se ve el personal de salud dentro del modelo predictivo?

En medio de la transición de un modelo curativo a uno preventivo y predictivo en el sistema de salud colombiano, profesionales de la salud como la médica general Daniela Villadiego y la auxiliar de enfermería Nazareth Alarcón reflexionan sobre las implicaciones y oportunidades que este cambio trae consigo.

Daniela Villadiego, médica general de la Universidad del Atlántico, en ejercicio desde hace 10 meses en hospitalización, cirugía y consulta externa, ve todo el potencial en el modelo preventivo y gran necesidad a nivel formativo: “Veo que deberíamos estar mucho mejor capacitados para pesquisar y detectar de manera temprana algunas alteraciones”, y observa: “En un modelo preventivo el papel fundamental que deberíamos desempeñar enfermeras, auxiliares, psicólogos, médicos generales, incluso especialistas, debería ser detectar a tiempo y educar para que los pacientes adopten hábitos saludables que les permitan prevenir condiciones de salud que son prevalentes y que solo con saber qué cambios hacer podrían evitarse”.

Por otro lado, Nazareth Alarcón, funcionaria de la ESE Hospital San Juan de Dios, con 36 años de experiencia como auxiliar de enfermería, especialista en promoción y prevención, reconoce la importancia vital del talento humano en salud en la prevención de enfermedades. Para lograr una transición exitosa hacia el nuevo modelo, considera esencial la formulación de estrategias y planes de mejora para los proveedores de servicios de salud. Alarcón enfatiza que la capacitación y el seguimiento a nivel institucional son cruciales para que el personal de salud pueda adaptarse a los cambios requeridos.

Sin embargo, ambas profesionales expresan preocupación por las condiciones laborales actuales y la capacidad del sistema de salud para manejar una mayor demanda de servicios. Villadiego señala la necesidad de una capacitación más sólida, mientras que Alarcón enfatiza la importancia de estimular y apoyar al personal de salud para que puedan desempeñar eficazmente sus roles en este nuevo modelo.


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