MEDELLÍN, COLOMBIA, SURAMERICA No. 264 SEPTIEMBRE DEL AÑO 2020 ISNN 0124-4388
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El trasplante de órganos es un tratamiento de una importancia innegable dentro del sistema de salud en nuestro país en la tarea de salvar la vida de personas con fallas graves en uno o varios órganos, brindando además una mejor calidad de vida y bienestar. Sin embargo, estos procedimientos se han visto reducidos a causa de la pandemia, situación que complica la disponibilidad de un órgano, y hace que la lista de espera, vigente aun durante la pandemia, siga en aumento. Hoy los trasplantes no solo dependen de los requisitos y la compatibilidad donante-receptor, sino también de los posibles descartes de donadores, ya que muchos de ellos pueden no ser tenidos en cuenta por sospecha de Covid-19 o por que padecen el virus.
Frente a esta situación el Instituto Nacional de Salud expresó que: “a pesar de la emergencia sanitaria, la Red nacional de trasplantes y donación de órganos y tejidos se mantiene operando para que las personas en lista de espera no pierdan su oportunidad”. Según datos de la entidad, a mayo de este año, el total de trasplantes realizados en Colombia fue de 320. De ese total 246 trasplantes (77%) fueron realizados con donante cadavérico y 74 (23%) de donante vivo. 47 trasplantes a pacientes pediátricos, 31 de ellos con donante vivo; la mayoría de estos casos son los padres los donantes. El 40% de procedimientos se llevaron a cabo entre marzo y mayo en medio de la pandemia.
De igual forma, el INS describió que también se han realizado 625 trasplantes de esclera y córnea, con corte a mayo, el 30% de estos se realizó durante el periodo de marzo a mayo. Así mismo, se han realizado con corte a abril de 2020, 256 trasplantes de precursores hematopoyéticos, 47% de estos durante los meses de marzo y abril. Mientras que las listas de espera se mantienen estables, y solo se observa una disminución del 3% que se debe a la reducción debido a la pandemia de los estudios pre-trasplante. Según el Sistema Nacional de Información en Donación y Trasplantes, para el mes de junio de 2019 se habían realizado 614 trasplantes y para diciembre de ese año, 3.038 personas estaban en lista de espera, para el 2020 son 3.000 mil en el listado”.
Según Martha Lucía Ospina, directora del INS: “ hemos mantenido de turno a los grupos, conocemos los riesgos y hemos extremado medidas para continuar, porque sabemos que las personas que están a la espera no tienen tiempo que perder”. Es entonces que, como ha ocurrido en el mundo entero, se ha presentado una disminución en el número de trasplantes y donantes. “En Colombia, 11 personas con urgencia cero han podido durante este tiempo, y a pesar de las dificultades, recibir la llamada para salvar sus vidas”.
Así mismo, la Red de trasplantes debió, para mantenerse en operación, cumplir con protocolos más exigentes para la reducción del riesgo para los donantes, componentes anatómicos y talento humano en salud, y a mantener medidas de seguridad más rigurosas en la selección de los donantes y en la evaluación de los receptores.
La directora del INS reconoció el esfuerzo de las IPS con servicio de trasplante, bancos de tejidos, IPS generadoras, coordinaciones regionales, coordinadores de donación y trasplante y demás entidades y profesionales de la red para mantener la operación de sus actividades en medio de las medidas para atender la emergencia sanitaria en el país.
Por su parte el INS como coordinador de la red de donación y trasplantes expidió el Lineamiento técnico para la Red de Donación y Trasplantes relacionados el coronavirus SARS-CoV-2, y en estos momentos se encuentra en actualización de procedimientos bajo los principios de precaución, evaluación del riesgo y de seguridad.
En palabras de Yazmín Rocío Arias, Coordinadora del Centro Regulador de Trasplantes INS: “estos principios son esenciales para la recuperación de cientos de pacientes que padecen enfermedades cuya única alternativa es un trasplante de órgano o tejido y cuyas posibilidades de recuperación son más lejanas con el paso del tiempo”.
En ese mismo orden de ideas, el INS presentó el algoritmo diseñado para evaluación del riesgo en la selección de donantes y pacientes para trasplante a través de un evento virtual organizado por La Red Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplantes. Según las cifras, el INS aseguró que mientras en 2019 la mayoría de trasplantes provinieron de donante cadavérico, en 2020 la principal fuente de trasplantes son los donantes vivos que apenas disminuyeron en un 11%.
A su vez, La Red Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplantes resaltó el trabajo de Colombia, con la elaboración de una matriz con criterios epidemiológicos y clínicos para la clasificación y evaluación del riesgo. Así mismo, resumió las principales dificultades en todas las naciones participantes del video encuentro, siendo las principales la restricción al transporte aéreo y la priorización de los servicios de UCI por efecto de la pandemia.
Según el coordinador de trasplantes de la Clínica El Country, Julio Alberto Chacón: “Se calcula que durante los últimos diez años se registran diez donantes por mes en la capital del país. No obstante, con la coyuntura por la Covid-19 han llegado únicamente entre 2 y 3 donantes” y agregó: “tener un donante es una carrera contra el tiempo. A esto le surgen nuevas arandelas y hace que el proceso sea más complejo. Además de los problemas que ya teníamos con la dificultad de las familias para donar, ahora estamos en medio de una pandemia y hace que el sistema sea más difícil. Adicional al temor del paciente que recibirá el órgano, por los riesgos que tiene en un centro hospitalario”.
Así mismo, en el artículo: “Donación de órganos y trasplante en la era Covid-19: ¿Realmente se deben parar los programas?” publicado por la Revista Colombiana de Cirugía, Roger Martin, Melibea Sierra y Luis Manuel Barrera, argumentan que: “a pesar de que el mundo se está enfrentando a una enfermedad emergente que merece especial atención, al mismo tiempo continúan prevaleciendo las complicaciones asociadas a las demás enfermedades, incluyendo las complicaciones de patologías crónicas en estado terminal. La decisión de continuar con los programas de trasplantes se debe basar en el comportamiento local del virus y en la capacidad asistencial de cada una de las instituciones. En Colombia, el comportamiento epidemiológico del SARS-CoV2 varía significativamente entre las diferentes regionales, permitiendo a las instituciones que presentan poca carga de atención del Covid-19 retomar sus actividades de trasplante. De esta manera se propone un balance entre mantener las medidas de prevención y atención del Covid-19 y continuar ofreciendo servicios de trasplante, principalmente a los pacientes con alto riesgo de morbimortalidad en lista de espera”.
“Aunque no se han reportado casos de transmisión del SARS-CoV2 asociado al trasplante, existe un riesgo real, el cual debe ser estudiado y contemplado en los consentimientos informados.
Una de las principales razones para parar los programas de trasplante de órgano sólido durante la pandemia, ha sido el riesgo que se corre al exponer a un paciente agudamente inmunosuprimido a la posibilidad de adquirir una infección por SARS-CoV2. Más allá de la utilización de camas de UCI o del riesgo de contagio entre donante y receptor, existe una mayor preocupación por la morbimortalidad asociada al hecho de inmunosuprimir al receptor en un momento en el que hay un alto riesgo de Covid-19. Para los especialistas: “es muy diferente la situación con los pacientes en pos-trasplante tardío, que reciben medicamentos inmunosupresores de mantenimiento de forma crónica, en los cuales no existe un riesgo de contagio y severidad del Covid-19 superior al de la población general”.
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