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No soy más que un aldeano perdido...todo fue un error",
repetía agonizante aquella pieza rota del viejo Hollywood,
Rodolfo Valentino, despojo humano de una desgastada idolatría.
Se ha dicho que los fanáticos y, más aún
quienes dirigen a los fanáticos, son unos auténticos
bribones. Una especie abundante de seres oscuros que han hecho
turbio el destino de muchas religiones, de muchas ideas...
pero los penosos rebaños de los fanáticos se
despeñan a veces por otros campos, en apariencia más
fragantes que los insinuados atrás, y hacen sus diabluras
empuñando contra el pecho, ya no la espada con sangre,
sino la foto retocada de una belleza peligrosa del cine, que
los hace pecar sin el menor remordimiento. Los fabricantes
de estrellas de Hollywood no siempre tienen detrás
suyo historias de buenos muchachos. Greta Garbo, a quienes
muchos llamaron "La divina", vivió en el
cine el esplendor y huyó de él, a los 36 años,
para sortear con dignidad el destino que terminarían
por asignarle, el sombrío y poco taquillero destino
de diosa fatigada, que como todo producto tiene fecha pronta
de vejez y decadencia. Tal vez vivió así un
muy típico destino americano, como lo expresó
Andy Warhol: Famoso a los 25, millonario a los 30, "muerto"
u olvidado a los 35.
"La divina"
La sueca misteriosa y mejor pagada de los años 30 (7.500
dólares semanales fue lo fijado en su primer contrato),
se retiró luego de una película poco exitosa
que anunciaba su inevitable sustitución y olvido (La
mujer de dos caras, 1940, película del famoso
George Cukor). Ser desplazada por otras era, y aún
es, el ciclo del veneno más temido. Ya le había
pasado a varias actrices cuando Greta Garbo llegó de
Estocolmo en 1925 de la mano del gran jefe, Louis B. Mayer,
dotada de una amenazante belleza de mujer enigmática,
de ángulos perfectos y con muy poco humor. "Muchas
estrellas desaparecieron aquella vez y no hubo ni una sola
de ellas que desconociera la verdadera razón: Greta
Garbo. Desde el instante en que llegó, ninguna actriz
volvió a estar tranquila", cuenta Louise Brooks,
una de las bellezas deslumbrantes del cine mudo. "La
mejor actriz y la más atractiva" según
Borges y Bioy Casares, también según Chaplin,
Pabst, Polansky, Godard... -eso no bastó-, una mujer
que desdeñó a Hollywood por considerarlo "una
alcantarilla", como decía luego de cometer "el
peor de los crímenes contra la gente importante: no
concederles la adulación y sumisión que ellos
esperan".
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Greta Garbo, a quienes
muchos llamaron "La divina", vivió en
el cine el esplendor de la actriz mejor pagada de los
años 30 pero huyó de él, a los 36
años, en la cumbre de su fama.
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Para Federico Fellini Greta Garbo multiplicó
su esplendor desde su destierro voluntario, fue "un
mito viviente inalcanzable, que yo describiría como
la fundadora de una orden religiosa denominada cine."Una
mujer poderosa como la luna, al decir de Joyce, que tenía
como ella influjo sobre las aguas afluentes y refluentes,
poder para enamorar, para mortificar, para conferir belleza,
para volver loco, para incitar a la delincuencia... comparten
su silencio, su esplendor cuando visibles, su atracción
cuando invisible." No falta quien la considere la última
estrella, por su intemporalidad y su inaccesible misterio,
por su imagen de diva transgresora vestida de pantalones,
por su insolencia y su destreza. Para Borges, "la Dietrich
no era más que un elemento decorativo, a diferencia
de Greta Garbo, que siempre estuvo bien, a pesar de los
papeles que le tocaba interpretar". ¿Y si no
los interpretaba? Si ella se negaba a firmar los contratos,
los dueños de los estudios la amedrentaban con deportarla
cuando se terminara su visado. Así lo comentaba la
revista Photoplay. Recién llegada, la ambiciosa debutante
accedió, pero "lo que dejó estupefacto
a todo el mundo fue su triunfo a la hora de negociar con
los estudios: cobró por adelantado siete meses. 
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Ellos
no contaban con ese descalabro ni con sus consecuencias. Y la
victoria de una muchacha sola y sin amigos en un país
extranjero, sobre los mejores cerebros de una inmensa organización,
sacudió a todo Hollywood", recuerda Louise Brooks. |
Diosa "intermitente
"Garbo es sin duda una de las más radiantes, memorables
personalidades que han pasado por el cine. No sólo
por su dura belleza, sino también por esa calidad ambigua
de diosa y aldeana", escribió Guillermo Cabrera
Infante. Cecil Beaton, fotógrafo y muy buen amigo de
la actriz -quiso casarse con ella pero fue rechazado- se detenía
en los detalles: "Su nariz está dotada de la sensibilidad
propia de alguna criatura tímida del bosque, y la boca
combina las máscaras de la tragedia y la comedia griegas".
Ella explotó su vigencia y popularidad. Luego explotó
también su retiro y el encanto de aparecer y desaparecer
cuando a ella le viniera en gana. Según Roland Barthes
hay cierto poder en la intermitencia. Esto es aplicable en
todos los campos. ¿Qué tal en la pantalla? Lo
evidente y lo oculto, la piel cubierta y revelada... ¿Garbo
desnuda? Era más rentable enloquecer con veladuras.
Sobra decir que el cine manejó ese truco para hacer
girar aquellas cajas registradoras tan aceitadas por la Garbo.
Pregunta Barthes ¿qué es lo que seduce? No hay
zonas erógenas (expresión bastante inoportuna);
es la intermitencia la que es erótica, la piel que
centellea entre dos piezas (el pantalón y el pullover),
entre dos bordes (la camisa entreabierta, el guante...), es
eso lo que seduce como bien lo ha dicho el psicoanálisis".
Ahhh... "Freud nunca ha tenido mucha suerte en el cine
con las encarnaciones que se han hecho de él. En cambio
al cine le tocó el gordo con Freud" dice el director
Fernando Trueba.
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"En presencia
de lo muy hermoso, como en la de lo inmensamente inteligente,
el terror contribuye a nuestra reacción general,
y tanto el temor como la valoración causan aquel
enfriamiento de un carámbano que nos traspasa, asesinándonos
momentáneamente
Truman Capote
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Para los escritores que han nutrido el
universo de "biografías imaginarias de esta mujer
desconocida" y han salpicado las historias con toda clase
de interpretaciones, la Garbo era una mujer inteligente -hay
que ver sus negocios de propiedad raíz- aunque manejaba
todas las complejidades de los seres inseguros pero vanidosos,
aquella mezcla fatal que los hace reaccionar con falsa superioridad
ante todo mientras por dentro los corroe la certeza de su
inferioridad intelectual. En todo caso no era la típica
estrella ingenua, sonriente y exhibicionista. Uno de sus amigos,
el vendedor de arte Sam Green -con el que por cierto estuvo
en Cartagena en 1978 en unas vacaciones, según su biógrafo
Barry Paris- contaba que sorprendía por su "austeridad",
evidente hasta en su vestimenta. "Soy una mujer sencilla,
de hábitos simples", dijo desprevenida cuando
llegó al Hollywood fastuoso, que no gustaba mucho de
esas cualidades sin espejuelos y que, por hacer relumbrar
más de la cuenta a sus estrellas, llegaba hasta el
extremo cómico de inventarles títulos y aristocracias,
como ocurrió con Pola Negri. Greta Garbo era hija de
una costurera y un carnicero, que después fue barrendero,
portero y muchas otras cosas más, según la leyenda
que, en su momento, también supieron explotar. Era
la menor de tres hermanos y había nacido el 18 de septiembre
de 1905 en el popular barrio Söldermalm de Estocolmo,
Suecia. Sus primeros trabajos fueron a los 15 años,
en una barbería y en un almacén de ropa. Entró
becada a la Real Academia de Arte Dramático de Estocolmo,
la misma donde estudió otra sueca famosa, Ingrid Bergman,
sucesora a la que Garbo evitó siempre. "No quiere
conocerme y me lo demuestra", comentaba dolida Ingrid.
Una de las películas europeas de Greta Garbo fue "La
leyenda de Gösta Berling", en 1924, de Mauritz Stiller.
Fue él quien la conectó en 1925, en Berlín,
con Louis B. Mayer de la Metro-Goldwyn-Mayer. Ese mismo año
viajó a Hollywood. Hizo allí 27 películas,
entre ellas "La reina Cristina" (1933), su mejor
papel a juicio de muchos, "Anna Karenina" (1935),
Gran Hotel (1932) y Ninotchka (1939)
en la que anunciaban como gran espectáculo: "La
Garbo ríe". Se retiró, como se dijo antes,
en 1940. La belleza de aquella mujer fantasma, como llegaron
a llamarla, recuerda a aquellas que el escritor Truman Capote,
tan proclive a las admiraciones extremas, llamaba cisnes,
especímenes clásicos, este tipo de mujeres que,
al entrar a cualquier parte paralizan a la gente, por esa
frialdad e irrealidad que proyectan. "En presencia de
lo muy hermoso, como en la de lo inmensamente inteligente,
el terror contribuye a nuestra reacción general, y
tanto el temor como la valoración causan aquel enfriamiento
de un carámbano que nos traspasa, asesinándonos
momentáneamente, cuando un cisne se hace presente nadando".
Y cuando este cisne partió definitivamente hacia la
muerte, lo hizo en 1990. Tenía 85 años. Y un
sombrío resplandor
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Escritores malos y memorables
Ana
C. Ochoa, Periodista, Medellín elpulso@elhospital.org.co |
Enrique
Vila Matas, (Barcelona, 1948) escritor español -Premio
Rómulo Gallegos, contaba: "A veces, entre
amigos, hemos jugado a dar nombres sobre el peor escritor
contemporáneo. Naturalmente han salido muchos, el lector
seguro que ha pensado en alguno. Sí, lector. Estamos
pensando en el mismo. O en aquel otro. O en aquella. La verdad
es que son muchos los aspirantes a ese título. Mientras
se agolpan los nombres de los candidatos a ser el peor de
nuestros escritores he leído una noticia de la agencia
Reuters titulada así: "El peor poeta del mundo
logra inmortalidad en Escocia". Informa la agencia que
William Topaz McGonagall, muerto en 1902, ha obtenido el reconocimiento
póstumo en la ciudad escocesa de Dundee, que tiene
previsto conmemorar el centenario de su muerte grabando uno
de sus poemas en uno de los puentes sobre el río Tay.
"Su poesía es tan mala que es memorable",
ha dicho Nial Scott, director de City of Discovery Campaign,
la organización responsable del homenaje. Que era malísimo
era algo muy sabido por sus contemporáneos, que hasta
inventaron una forma de entretenimiento público en
la que el poeta leía sus versos mientras la gente se
mofaba con ganas, se moría de risa dándose de
tanta carcajada y alegría golpetazos contra las paredes.
McGonagall, que recitaba de falda escocesa y acompañado
de una gaita fue víctima de muchas bromas y maldades,
entre ellas una carta del Rey "Theebaw de Birmania"
que le concedía el título de Caballero del Elefante
Blanco que él utilizó toda su vida. Tal vez
el momento estelar de su carrera fue cuando hizo a pie el
largo trayecto que separa Dundee de la residencia de la Reina
Victoria en el castillo de Balmoral, en el norte de Escocia.
Convencido de que al Caballero del Elefante Blanco la Reina
lo iba a nombrar Caballero del Imperio Británico...al
llegar lo hicieron rodar por la hierba. Enfadado y confundido
viajó a Estados Unidos donde no pudo vender un solo
poema. Uno de ellos escrito en Wall Street es muy célebre
entre sus admiradores, muy famoso entre quienes le han convertido
en figura de culto. Es ese que empieza así: "En
Nueva York comí salchichas de pork..."
"Es el reverso de Rimbaud, aunque su trayectoria fue
la misma, pues como autor llevó al límite más
extremo su poesía, hasta el punto de que llegó
un día en el que ya no podía ir en ninguna otra
dirección poética, en el caso de McGonagall
ya no podía empeorar más", ha dicho muy
orgullosa una sobrina-nieta de McGonagall.
Reímos. Pensamos que es un caso extravagante, creemos
que sólo en Dundee son capaces de encumbrar a un poeta
malísimo...pero no es así. Si lo pensamos bien,
veremos que, sin ir más lejos, en España continuamente
estamos grabando en piedra, dándoles premios nacionales
o rindiéndoles grandes homenajes a escritores malísimos.
En España es una práctica habitual ese continuo
rendir culto y homenaje a ineptos, jaleados por la televisión,
la crítica y la academia. Pero estamos tan acostumbrados
a ello que lo encontramos normal y ni siquiera nos reímos
ni nos extraña. Aplaudir o buscar la firma de nuestros
más pésimos escritores es una arraigada costumbre
nacional. Y es que, como decía Oscar Wilde, nuestro
público lector tiene una insaciable curiosidad por
conocerlo todo, excepto aquello que verdaderamente vale la
pena."
El crítico colombiano Hernando Téllez -el mejor
artesano de las letras según Lleras Camargo- escribió
que "Los premios literarios son una calamidad para la
literatura y un beneficio para la economía momentánea
de los autores (...) nadie discute la posibilidad de que,
por excepción, la obra hecha para participar en un
concurso, resulte ser una obra maestra. Pero lo que queda
demostrado a través de la ya larga historia de los
premios literarios es que los resultados son mediocres o pésimos.
La necesidad del vulgo, de la masa, de que se le den seguridades,
garantías, ideas hechas, conceptos prefabricados, en
una palabra, de que le den su ración diaria del prodigioso
maná de los lugares comunes para poder vivir y alimentarse
intelectualmente, confiere a la institución de los
premios un prestigio mágico. La criatura humana promedial
que puebla la tierra necesita creer en muchas solemnes tonterías
y adherir a la correspondiente jurisprudencia que esas mismas
tonterías establecen. Esa jurisprudencia, en materia
de arte, es precisamente la de los premios".
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La Universidad de Harvard editó
seis conferencias de Jorge Luis Borges, desaparecidas durante
más de 30 años. Además, la voz del escritor
puede escucharse (por ahora en inglés, el idioma predilecto
del escritor) en http://www.hup.harvard.edu/features/bortcd.
"Sólo puedo ofrecerles mi perplejidad. He entregado
la mayor parte de mi vida a la literatura, y sólo puedo
ofrecerles dudas". Esas, bien sembradas, pueden dar la
mejor cosecha.
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De los descendientes
de Freud hay, actualmente, varios artistas entre los que
se destacan tres mujeres novelistas: Emma Freud, Esther
Freud y Rose Boyt. Pero el más talentoso es el padre
de ésta última, el pintor Lucien Freud, nieto
del creador del psicoanálisis. Impactan sus retratos
descarnados y ha sido calificado por el respetado crítico
Robert Hughes como "el mejor pintor realista de los
últimos tiempos". Muy controvertidos han resultado
retratos como el de la Reina Isabel, que posó -como
pocas veces lo hace- durante 4 horas para este genio que
la pintó sin preciosismos. Poco complaciente quedó
también su retrato de la modelo Kate Moss, no tan
hermosa como en las publicidades de Calvin Klein, pero cuya
imagen aterradora concebida por Freud se cotiza hoy en unos
tres millones de libras. ¿En pesos? Cada libra está
a $3.900... Eso pagan por el arte de los grandes. Y hay
quien dice que el dinero no alcanza para pagarlas..
Las revistas asociadas en
ARCCA, Asociación de Revistas Culturales en Colombia,
hacen periódicamente el milagro de aparecer mejores,
con mínimos recursos. Empezaron 10 asociadas y ahora
son 37. Mientras el Ministerio de Cultura tambalea, se teme
por la suerte de revistas de altísima calidad como
la especializada en música, "A Contratiempo".
Se invita a todos los lectores y a los pautantes a comprometerse
con la supervivencia de estas publicaciones especializadas
en tan diversas áreas -arquitectura, literatura,
lingüística, teatro, antropología, política-
así como con las excelentes revistas académicas,
de las que pueden mencionarse las promovidas por la Asociación
de Colombianistas, entre ellas la de Estudios de Literatura
Colombiana de la Universidad de Antioquia, o Thesaurus
del Instituto Caro y Cuervo.
Los libros de viajes son casi
siempre atractivos. Dentro de los escritos por viajeros
recientes están: "Bajo las nubes de México",
del español Francisco Solano; "Cuba en bicicleta",
de Gabriel Pernau; "Crónicas caribes",
de Miguel Barroso; "Final de novela en la Patagonia",
de Mempo Giardinelli; "España de sol a sol",
de Alfonso Armada y "Roma, paseos por la eternidad",
de Valentí Gómez. El viaje peligroso que exigen
las editoriales lo hizo un inglés, Charles Nicholl,
que lanzó su libro con Ediciones B. Se llama "La
ruta de la coca" y es sobre Colombia.
La Habana se consolida como
destino favorito para los aficionados al Jazz. 112 partituras
procedentes de 13 países, entre ellos Colombia, llegaron
para el último Festival Jazz Plaza-2002. Como estímulo
a los nuevos creadores, el Instituto Superior de Arte de
La Habana invitará a 14 músicos jóvenes
de diversas procedencias, para que reciban la mejor formación
en el nuevo jazz latino que tan bien se hace en la Isla.
Una de las expresiones más
misteriosas e importantes de la arquitectura la constituyen
las obras del español Antonio Gaudí (1852-1926),
llamado por algunos "El Dante de la arquitectura".
2800 fotografías de las audacias de este creador,
declaradas por la Unesco patrimonios de la humanidad, pueden
consultarse en www.paseagaudi.com. Las más famosas
son, tal vez, el monumental templo de la Sagrada Familia,
el Parque Güell y la Pedrera, escultura habitada que
es uno de los edificios de vivienda más famosos del
mundo
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