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| Reflexión
del mes |
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Más
mata una mala
lengua que
las manos del verdugo;
el verdugo mata
a un hombre, y una
mala lengua a muchos
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| Melchor
de Palau (1843-1910). Ingeniero, profesor, crítico literario
y escritor español, miembro de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando y de la Real Academia Española,
y presidente de la Sociedad de Escritores y Artistas Españoles. |
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¿Quién
cuida a los cuidadores?
Maribel
Gómez Ossa, Trabajadora social Especialista en familia y en
gerencia de la calidad, Magíster en neuropsicología
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| La dependencia parcial
o total, y la discapacidad física o mental son los resultados
más visibles en pacientes con enfermedades crónicas.
Por esta razón la Organización Mundial de la Salud
(OMS) desde el año 2000 promueve acciones para que los
sistemas de salud del mundo en el marco conceptual Atención
Innovadora a Condiciones Crónicas (ICCC), respondan
de manera eficiente y oportuna durante el curso de la enfermedad
a lo largo de su ciclo de vida completo y necesidades del paciente
crónico (Nuño, 2009). Necesidades que más
allá de la alteración orgánica implican
una inminente exclusión del sistema familiar, laboral,
académico y social, es decir el abandono de funciones
o tareas con las cuales las personas se vinculan al sistema
socio-cultural dándole sentido a su existencia. |
Sumado a ello surge una condición de
discapacidad o necesidad de apoyo parcial o permanente para
el desarrollo de las actividades de la vida diaria o instrumentales.
Cabe la pregunta: ¿Están los sistemas de salud
contemplando lo traumático que es para el paciente dejar
de aportar al desarrollo de su familia, comunidad y sociedad?
Cada año las Enfermedades Crónicas No Transmisibles
(ECNT) provocan 16 millones de muertes prematuras, esto antes
de los 70 años de edad, y prevenibles. Así, antes
del año 2020 serían las responsables del 60% de
la carga global de la enfermedad y del 73% de las muertes en
todo el mundo (OMS, 2015).
Según el DANE 2005, en Colombia las enfermedades crónicas
prevalentes son la primera causa de muerte y enfermedad, sobrepasando
las ocurridas por violencia y accidentes. |
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La carga de enfermedad por estas
entidades pasó del 76% en 2005 al 83% en 2010, según
el subdirector de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio,
Fernando Ramírez, incremento con graves repercusiones
económicas, sociales y familiares para el país.
Al afectarse la vida de estos pacientes ocurrirá lo mismo
con el sistema inmediato al cual pertenecen: la familia, la
cual no tiene cómo escapar al drama que representa ver
a un ser amado sumido en hospitalizaciones, tratamientos, procedimientos,
complicaciones y el arduo camino hacia el laberinto de las aseguradoras,
al que difícilmente se llega y del que penosamente se
sale. Quizá el tramo más espinoso es el del acceso
a la salud, porque el derecho se dice, ¿está libre
de obstáculos?
En estas familias surge un cuidador informal principal por asignación
o por voluntad propia, en cualquier caso suelen ser personas
con limitados conocimientos al respecto, sin desarrollo de habilidades
y sin recursos materiales para cumplir esta loable función,
que durante una jornada más extensa que la laboral aprende
a llevar a cabo y de la que se aprehenden para darle sentido
a su vida y a la del paciente, quien hasta delega en él
sus decisiones más importantes. Así, en esta relación
paciente-cuidador, deviene el significado de la vida para ambos.
Siempre se afecta calidad de vida del
cuidador
Solo cuando hay un acercamiento explícito y directo
a los cuidadores por medio de la auto-percepción de su
calidad de vida, es posible comprender lo que experimentan y
escasamente manifiestan, conmoverse ante la capacidad de afrontamiento
que desarrollan en medio de la incertidumbre, el temor, la angustia,
la vulnerabilidad y los múltiples cambios de necesidades
y expectativas de vida (para ambos). Además de los diversos
obstáculos que deben sobrepasar para el acceso a la seguridad
social que si bien se garantiza en el papel, no siempre en la
práctica.
La intervención de profesionales de trabajo social en
los contextos familiares de los pacientes tanto ambulatorios
como hospitalizados del Hospital Universitario de San Vicente
Fundación ha permitido constatar lo que refiere la literatura:
la afectación en la calidad de vida de sus cuidadores.
De ahí que a manera de reflexión y con pleno sustento
teórico, las enfermedades crónicas son y continuarán
siendo responsables de una alta carga de morbi-mortalidad y
de costos socio-económicos en Colombia.
Quienes las padecen son población económicamente
productiva y socialmente activa, de ambos géneros y en
edades tempranas (desde la infancia). A esto se suman los costos
invisibles: la demanda de cuidadores informales principales,
mujeres en etapa adulta intermedia que abandonan un sistema
académico o laboral para los cuales están preparadas,
labor que complementan con las funciones domésticas y
las conferidas a los roles que desempeñan (madres, esposas
e hijas). Y que por jornadas indefinidas brindan cuidados materiales,
emocionales, de salud y de toma de decisiones por el paciente.
Asumen además la ardua tarea del acceso a la salud en
un sistema que ignora de manera indolente lo que día
a día sufre un paciente, un cuidador y su familia, con
las carencias económicas, materiales, de insumos y de
reconocimiento que rodean la enfermedad. Su realidad se reduce
al espacio doméstico del paciente, independiente de si
tienen una relación afectiva estable y seguramente muchas
metas aún por lograr.
Urge cuidar al cuidador
Invitamos al Estado, al sistema de salud, a la academia
y a la sociedad en general, a no condenar al abandono y al olvido
a estos cuidadores, a brindarles herramientas para que cuiden
cuidando de sí. Invitamos a pensar cuánto representaría
económicamente al Estado, a las aseguradoras, pagar por
el tiempo y los invaluables cuidados que ellos brindan en una
jornada extra-larga, cuánto beneficio darían el
sistema de salud y la academia al brindarles formación
para mitigar la angustia de su labor, promover estrategias de
auto-cuidado para que no sean la siguiente población
con enfermedades crónicas. Y a la comunidad en general,
para que se formen de manera anticipada como potenciales cuidadores
ante el alto riesgo de que estos escaseen. Ojala logremos conmover
a todos estos actores involucrados para visibilizar al cuidador
informal, reconocimiento que iría acompañado de
la dotación material y emocional que facilite esta dispendiosa
y meritoria labor. |
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Brexit, haciendo
política con la salud
Francisco
de Paula Gómez,MD - Experto en Economía y Salud
Pública
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El
resultado de la votación del referéndum en Inglaterra
para dejar la Unión Europea aún tiene sin aliento
al mundo occidental, incluso a los mismos británicos
que cuando salieron a votar por el sí, abandonando
el sueño de unidad europea, no se imaginaban ni de lejos
qué clase de consecuencias tendría, y pareciera
que ahora muchos lloran sobre la leche derramada,
arrepentidos por haber votado en favor del Brexit. |
Al
poco tiempo de anunciarse el resultado, las cosas no podrían
haber ido peor: se desplomó la libra esterlina, la bolsa
de valores de Londres ha sufrido pérdidas enormes, además
que los mismos líderes que de una manera u otra propusieron
el Brexit -el primer ministro David Cameron que irresponsablemente
ofreció el referéndum y los líderes ultra-nacionalistas
que lo impulsaron-, terminaron todos renunciando.
Resultó que la mayoría de promesas hechas para
votar por la salida eran falsas, y luego, quedó un escenario
generalizado de incertidumbre profunda, que además amenaza
con partir en pedazos al Reino Unido porque Escocia e Irlanda
del Norte no se quieren retirar de la Unión Europea.
Ni qué decir sobre la reactivación de temores
y desconfianza por viejas rencillas, que independientemente
de lo que se diga, ahí están. Sólo basta
hablar con cualquier ciudadano europeo para percibirlo.
A todo esto se llegó porque los nacionalistas que impulsaron
la salida del Reino Unido -conformado por Inglaterra, Escocia,
Gales e Irlanda del Norte-, utilizaron entre otras cosas, una
campaña sistemática y mentirosa dirigida a decirle
a los británicos que si se retiraban de la Unión
Europea, se ahorrarían la bobadita de 350
millones de libras esterlinas semanales que iban a financiar
la Unión Europea, y que mejor podrían financiar
al Sistema Nacional de Salud inglés. |
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Con base en una campaña
de
corte ultra-nacionalista,
políticos avivatos
lograron confundir
a millones de ciudadanos
altamente educados,
con falsas promesas económicas,
de libertad y patrioterismo, urgiendo
también
esperanzas y temores relacionados
con la salud pública.
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Es
importante recordar que en pocos países del mundo los
ciudadanos quieren tanto a su Sistema de Salud como los británicos,
para quienes su NHS (National Health System por sus siglas en
inglés) es motivo de orgullo desde su creación
en 1948, y tanto la Reina hasta el más sencillo de sus
súbditos lo defienden a capa y espada; tanto, que en
la época de Margaret Thatcher su ministro de Hacienda
bromeaba diciendo: La sanidad pública es lo más
parecido que un inglés tiene a una religión.
Sin duda es uno de los mejores sistemas de salud del mundo,
pero también debe decirse que tiene restricciones de
acceso, y que las listas de espera para lograr muchos tratamientos
médico-quirúrgicos reiteradamente son denunciadas
como excesivamente largas.
Piensa en el NHS cuando vayas a votar, era una de
tantas consignas de los partidarios del Brexit, que una y otra
vez insistieron en que era absolutamente necesario salir de
la Unión Europea para obtener más dinero dirigido
a la atención médica de ancianos, mujeres y niños.
Incluso, se pintaron leyendas en algunos de los tradicionales
buses rojos londinenses (ver foto), señalando que votando
en favor del Brexit podrían financiar mejor su Sistema
de Salud, en vez de enviar millones de libras a la Unión
Europea.
Pues bien: no pasó ni un solo día y a la mañana
siguiente de conocerse el resultado del referéndum, 51.89%,
16.9 millones de votos que indicaban que la voluntad del pueblo
era retirarse de la Unión Europea, el máximo promotor
del Brexit, Nigel Farage, salió cínicamente a
decirle a todos los británicos que no, que él
nunca había prometido fondos para la salud, alegando
en el programa televisivo Good Morning Britain: No, no
puedo garantizarlo, y nunca pude haber hecho esa afirmación.
Ese fue uno de los errores que hizo la campaña por el
'Leave', rematando además: No fue uno de
mis anuncios. ¡Te lo puedo asegurar! Creo que cometieron
un error al hacer eso. Y una semana después renunció
como líder del partido político UKIP que lideraba.
Fácil. Así que con base en una campaña
de corte ultra-nacionalista, políticos avivatos lograron
confundir a millones de ciudadanos altamente educados, con falsas
promesas económicas de libertad y patrioterismo, urgiendo
también esperanzas y temores relacionados con la salud
pública.
Todo lo ocurrido alrededor del Brexit deja muchas enseñanzas,
pero sin duda, una de las más importantes es, que impulsar
en la población falsos temores y esperanzas relacionadas
con asuntos de salud pública es tremendamente efectista,
pero también peligroso. Tal como pudo verse en este caso,
con frecuencia líderes irresponsables utilizan a su acomodo
y beneficio este tipo de argumentos y temores, lo que por supuesto
también ocurre en estas latitudes. Políticos,
funcionarios públicos y advenedizos, que proponen lo
incumplible y se especializan en sembrar juicios erróneos
respecto del Sistema de Salud y las entidades que en él
operan, se han venido constituyendo en una verdadera plaga que
utiliza la incompleta información existente y la falta
de transparencia para conseguir sus propósitos, cualquiera
que ellos sean. |
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Bioética
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Como
la abeja
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Ramón
Córdoba Palacio, MD |
Surgen
dos interrogantes; primero: ¿Por qué en un artículo
de Bioética se toma como protagonista a un insecto? Segundo:
¿Por qué ese insecto es la abeja (1), que tantos
beneficios nos proporciona?
Como lo afirmé recientemente (2), hay que mirar con atención
la naturaleza que nos rodea -que es nuestro ambiente natural-,
incluyendo al ser humano como elemento esencial, ser humano
dotado de inteligencia racional y de voluntad de decisión,
decisión que quiéralo o no tiene que asumir en
cada instante de su existencia para lograr el ideal que ha elegido
porque si no ha elegido -quiéralo o no-, ya eligió.
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Como lo he afirmado en otras oportunidades, no elegir es
elegir negativamente, pero es elegir, antinomia de libertad
y límites propios de nuestra cualidad intrínseca
de seres humanos; sí, ya eligió, al menos éticamente.
El ser humano no puede dejar de elegir: elegir en sentido
positivo o negativo es, querámoslo o no, elegir. Insisto:
si no eligió, ya eligió.
Cuánto nos enseña este laborioso insecto si
observamos la vida de una de sus colmenas. Bajo el gobierno
de una de ellas, la reina, todos los miembros de la colonia
cumplen rigurosamente su destino en favor de la colonia, no
hay egoísmos, su instinto no se los permite.
Ese egoísmo cede para proporcionar al hombre grandes
beneficios con la miel, la cera, la polinización, la
jalea real, etc., sin necesidad de la destrucción de
las abejas por aquél, como ocurre con la caza o la
pesca.
Ese orden en el trabajo, esa solidaridad, subsiste en la defensa
de la colmena en general. Ante el peligro de la colonia las
obreras son disciplinadas soldados que ofrendan su vida por
los suyos, pues mueren al enterrar su aguijón.
¡Qué excelentes enseñanzas nos proporcionan
las abejas! Solidaridad en el trabajo para bien de nuestros
prójimos cercanos y lejanos, defensa justa de la dignidad
de cada ser humano, convivencia, etc. Cuántas conductas
benéficas para el ser humano si aplicáramos
las suyas instintivas en las propias del ser inteligente,
racional, capaz de distinguir naturalmente, sin agregados
académicos, entre el bien y el mal esenciales, sustanciales.
Notas
1. Insecto himenóptero.
2. Córdoba Palacio, Ramón. Bioética.
Libertad limitada. Periódico EL PULSO,
abril de 2016, página 4.
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| NOTA:
Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética
-Cecolbe-. |
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Maestro, ¿qué es eterno?
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Charles Aznavour, embajador de la canción francesa,
92 años, 1.200 canciones compuestas, más de
100 millones de discos vendidos, actuaciones en 104 países
y en 80 películas, "artista del siglo XX"
para la CNN. El "secreto" de su longevidad artística
-dice- es "una mezcla de trabajo duro, de creer en lo
que haces, de no seguir modas efímeras, de apostar
siempre por la calidad o, como artista, de nunca sub-estimar
o perder contacto con el público". Resalta: "El
amor a mi profesión es lo que me mantiene activo".
¡Qué ejemplo, pequeño saltamontes!
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