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| Reflexión
del mes |
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Esta piel del planeta que nos fue dada
para administrarla con amor está esterilizándose.
La avidez, la incuria, todos los males del alma, empobrecen
la Tierra y la destruyen. La Tierra está enferma por
nuestra culpa. La preservación del suelo es un deber
sagrado.
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| Luis Oyarzún
Peña (1920 1972) Escritor, poeta y profesor chileno.
Su producción literaria comenzó con La infancia
en 1940 y terminó en 1967 con Temas de la cultura chilena.
Publicaron póstumamente: Defensa de la tierra, Meditaciones
estéticas y Necesidad del arco iris (compilación
obra poética). |
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20
años de Ley 100:
¿Derecho
vs negocio?
Iván
Jaramillo Pérez Consultor Ivanjaramilloperez@gmail.com |
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Desde la Ley 10 de
1990, pasando por la Constitución de 1991 y luego con
la Ley 100/93, el sector salud fue sometido a una doble o quizás
a una triple descentralización: primero a la descentralización
territorial que otorgó un papel relevante a los entes
territoriales, incluyendo un proceso de descentralización
institucional complementario mediante el cual se otorgó
autonomía a la gestión hospitalaria, y luego llegó
la descentralización o mejor la desmonopolización
del aseguramiento y la irrupción de más de 60
EPS. |
| A diferencia de hace
20 años cuando la salud no era, según los parlamentarios,
un tema de interés político, hoy los
diversos actores del sector (que se multiplicaron), tomaron
parte activa en el debate, en un contexto donde existen muchos
intereses encontrados pero que actúan como un gran sindicato,
que a diferencia del sector educación presiona por más
recursos ante el Estado y logró un incremento significativo
en un contexto de mercado imperfecto, pero con mejor participación
sectorial de la salud en la torta. |
De otra parte se
desarrolló la conciencia sobre el derecho a la salud
en la población usuaria, siendo el único sector
con Ley Estatutaria propia, en un momento en que
el aseguramiento formal está en más del 97%. Aunque
la accesibilidad a servicios si bien mejoró, no logró
dar una respuesta eficaz ante una demanda potenciada e insatisfecha.
Las bondades y limitaciones del sistema así creado generó
una seguidilla de ajustes y reformas: primero se intentó
con la Ley 715/01 compatibilizar la descentralización
territorial y la desmonopolización del aseguramiento;
luego con la Ley 1122/07 se buscó rescatar la salud pública,
la Atención Primaria y el mejoramiento de la calidad,
conceptos por cierto achicopalados ante el embate del aseguramiento. |
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Solo 4 años más
tarde la Ley 1438/11 crea un sistema de giros directos
a hospitales, haciendo un bypass para eludir las
múltiples intermediaciones en el manejo de recursos.
De otra parte las sentencias de la Corte Constitucional abrieron
los límites del Plan Obligatorio de Salud (POS) y se
produjo la avalancha del No-POS y los recobros,
amenazando la estabilidad financiera del sector salud y del
Estado. Esta situación obligó al gobierno actual
a tramitar una Ley Estatutaria que pusiera en cintura el derecho
a la salud.
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Quienes definan con
quién se contratay a qué precio se pagan
los servicios, tienen en sus manos la posibilidad
de capturar rentas, utilidades y beneficios
financieros a costa de los
servicios de salud.
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Es dentro de este
contexto que se tramita el actual proyecto de ley ordinaria
y que en esta ocasión, esperan los actores, las reformas
sean realmente de fondo y no simplemente de ajustes cosméticos.
Para la izquierda sanitaria (como en su momento
se llamó en Brasil), se trata de acabar con el negocio
y la mercantilización; para los prestadores
la expectativa es acabar con la intermediación que genera
una deuda creciente y que según diversos estimativos
oscila entre $4 y $ 10 billones; para los ciudadanos comunes
y corrientes, está bien el aseguramiento, pero se trata
de mejorar el acceso y la calidad.
El proyecto de reforma tiene 4 temas centrales para el gobierno:
la reforma de las EPS bajo el nuevo disfraz de Gestoras
de Salud; la centralización del manejo de recursos
mediante Salud-Mía; la reforma y ampliación
del POS, denominado ahora Mi Plan; y la administración
de las Redes de Servicios a cargo de las Gestoras,
dentro de los nuevos límites de las Áreas
Sanitarias. Pero la reforma sería una burla si
no fuera capaz de encontrar una respuesta a la crisis
hospitalaria generada por las inmensas deudas que aquejan
a los prestadores, a lo cual se suma el atraso tecnológico
en la red pública.
El ministro Alejandro Gaviria, promotor del proyecto, entró
pisando duro luego de conseguir la aprobación de la Ley
Estatutaria y la primera vuelta de la ley ordinaria en
el Senado, pero cometió un gran error de principiante
y en lugar de dedicarse a cuidar las 3 manzanitas claves
del proyecto, le empezó a poner más: nuevos tratamientos
al recurso humano, a los especialistas, a las universidades,
a los estudiantes y se echó a todos los gremios encima,
auto-empantanándose el mismo. Ahora quiere enmendarse
y adelgazar el proyecto reduciéndolo de 90 a menos de
20 artículos, lo cual parece correcto.
Salud-Mía y las nuevas Gestoras
de Salud
El proyecto de ley crea un nuevo ropaje a las EPS y
las denomina Gestoras de Salud, el cual podría
ser simplemente la misma perra con distinta guasca,
de no ser porque ahora se distribuyen funciones con Salud-Mía,
el gran fondo centralizador. Se afirma que las Gestoras no
manejarán recursos, porque toda o gran parte de
la gestión de tesorería queda en manos
de Salud-Mía: cobrar y pagar, no se sabe
aún si afiliar también, aunque las Gestoras
conservan la ordenación del gasto y el manejo de la contabilidad,
y con ella el control de costos y la posibilidad de cobrar utilidades.
De hecho este modelo ya funciona desde hace más de dos
años para un 70% de recursos del régimen subsidiado,
sin que se vea afectado el negocio de las EPS-S,
pues como siempre lo hemos dicho, el verdadero negocio
no está en la EPS sino en el manejo de la red de
servicios.
Quitar el manejo de los recursos a las Gestoras
es una necesidad técnica para agilizar el flujo de recursos
y eventualmente evitar desvíos, contrarrestando el
manejo desastroso de las EPS como recién lo calificó
el presidente Santos, pero sobre todo busca adocenar el espíritu
de negocio que tienen las EPS auspiciado por el
diablo del mercado que impregna de pé
a pá toda la Ley 100.
No obstante el proyecto se queda corto en el maquillaje, ante
los grandes avances que lograron los paisas en esta
materia, pues para conjurar el colapso del régimen subsidiado,
el Departamento de Antioquia y el Municipio de Medellín
(con aprobación de la Asamblea y el Concejo) crearon
a Savia Salud, que jurídicamente es una empresa
por acciones pero los propietarios son los entes territoriales
y Comfama; y con una cláusula taxativa, impide a los
propietarios retirar utilidades y obliga a reinvertirlas
en la salud de los beneficiarios. Es entonces una sociedad comercial
de gestión gerencial privada pero sin ánimo de
lucro (como las privadas) y sin ánimo de quiebra (como
le ocurrió a las públicas), debiendo generar utilidades
para apoyar programas de salud como Atención Primaria.
No sobra entonces que los Representantes a la Cámara
antes de votar la reforma conocieran esta experiencia, que en
pocos meses rebajó a la mitad las tutelas.
Mi-Plan: ventajas y peligros
La idea de cambiar el POS por Mi-Plan significa
eliminar el listado de intervenciones, actividades, procedimientos
y medicamentos a que tienen derecho los afiliados, y sustituirlo
por una lista corta de excepciones. Se observa que se regresaría
así al sistema que en su momento permitió manejar
el plan de beneficios del antiguo ISS y de Cajanal.
Este sistema de definir derechos de los afiliados solo enunciando
límites permitiría mejor y más amplio acceso
a los servicios y otorgar mayor libertad al ejercicio profesional
de los médicos, quienes podrán así escoger
con autonomía los procedimientos y medicamentos más
adecuados; no obstante existe el peligro de que las autorizaciones
dadas por la Ley Estatuaria al gobierno para definir los eventos,
tecnologías y medicamentos que no estarán en Mi
Plan, le permitan suprimir a su amaño el acceso
a servicios de alto costo.
Es evidente que el modelo de Plan Abierto con límites
puntuales es mejor alternativa que un No-POS sin límites
que no permite controlar los costos y el equilibrio financiero.
Esta solución podría haberla recomendado la Corte
Constitucional sin necesidad de Ley.
Quién defina las redes de servicios
tendrá el poder
El cuarto pilar de la reforma está en la conformación
y manejo de redes de servicios, que serían de obligatoria
contratación por las Gestoras. En nuestra opinión
el punto central del debate es quién define
la red de servicios que obligatoriamente debe contratar cada
EPS o Gestora: ¿El gobierno nacional? ¿El gobierno
territorial (léase secretarías de salud)?
¿Las propias EPS o Gestoras? Evidentemente allí
se centra el interés principal de las EPS privadas que
manejan las redes a su antojo. Además, así se
vean reducidas y re-direccionadas las utilidades de EPS o Gestoras,
las empresas privadas hacen su negocio privilegiando la contratación
y pago a sus propias redes y a tarifas que deseen.
Puede decirse que quienes definan y manejen las redes realmente
manejan el poder en el sector salud, e infortunadamente
el proyecto de ley ordinaria consagra que ese derecho quede
en manos de las aseguradoras. Más aún, es claro
que quienes definan con quién se contrata y a qué
precio se pagan los servicios, tienen en sus manos la posibilidad
de capturar rentas, utilidades y beneficios financieros a costa
de los servicios de salud.
En conclusión
La nueva ley es también un maquillaje que no
cambia la esencia del sistema de salud creado por la Ley 100/93,
pero es un maquillaje necesario que podría ser mucho
mejor . |
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Sin
verdaderos cambios
al sistema y sin tiempo se
queda reforma a salud: ACHC
Sandra
Morelli Rico - Contralora General de la República - elpulso@elhospital.org.co
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Por
considerar que el proyecto de ley no es una reforma al sistema
de salud y que el rediseño propicia detrimento de la
población y de hospitales y clínicas, necesarios
para un buen funcionamiento de cualquier sistema de salud, la
Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas
(ACHC) considera que el proyecto de ley ordinaria de reforma
debe cambiarse y abordarse en la siguiente legislatura con sentido
y mensaje de urgencia. |
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Asimismo, la ACHC reiteró la
solicitud al gobierno de que mientras se hace tránsito
a un nuevo sistema de salud, utilice las herramientas legales
con que cuenta, haciendo efectivo el giro directo total y
la operación de los fondos de salvamento ya existentes,
mitigando las dificultades que enfrentan las entidades hospitalarias
y la población.
En cada etapa la ACHC remitió observaciones técnicas
y propuestas de ajuste al Ministerio de Salud y al Congreso
de la República, para que esta vez sí se generaran
modificaciones estructurales que el sistema necesita. Y acompañó
el proceso buscando un cambio que permitiera avanzar a un
nuevo sistema de salud, confiando en que el texto se iría
mejorando para garantizar adecuada atención a la población,
pero eso no ocurrió.
Por ello, la ACHC manifiesta: 1) Que se desconoció
el sentido de urgencia que amerita la crisis del sector salud,
aplazando la presentación de ponencia para tercer debate
y en lo que resta del periodo legislativo -un mes- es poco
probable que se dé una verdadera discusión de
cara al país, como lo pidió la ACHC. 2) Tras
algunos cambios al texto que se presentaría a tercer
debate, se evidencia que en vez de mejorar e integrar observaciones
hechas por este gremio, los pacientes y profesionales de la
salud, éste se empeoró.
3) Lo que se esperaba como reforma, con un Fondo (Salud-Mía)
con funciones claras de afiliación, recaudo y pago,
se deterioró; la figura de Gestores como administradores
no se da; la intermediación expresada como excedentes
por negación o aplazamiento de servicios se sigue dando;
las 'zonas grises' derivadas de la interpretación de
algunos agentes no se eliminan, sino que se introducen nuevos
criterios de exclusión y habrá más interpretaciones;
el conflicto de interés inmerso en la integración
vertical no se elimina, sino que se transforma y se legaliza;
el nuevo Consejo será un órgano asesor pero
no rector; los entes territoriales no recuperan el liderazgo
regional; las Redes de Servicios se conformarán al
antojo y conveniencia de los Gestores, y el Fondo de Garantías
no será medida de salvamento sino un esquema similar
a una operación de descuento comercial.
5) La ACHC reitera la solicitud al gobierno de que mientras
se hace tránsito a un nuevo sistema de salud, utilice
las herramientas legales con que cuenta, haciendo efectivo
el giro directo total y la operación de fondos de salvamento
existentes, mitigando dificultades que enfrentan las entidades
hospitalarias y la población. 6) La ACHC continuará
su labor en defensa de un cambio estructural, insistiendo
en temas que constituyen una verdadera reforma, y trabajará
en favor de los usuarios y el sector prestador, promoviendo
un aseguramiento central, administración regulada,
Redes Integradas de Servicios de Salud, basado en Atención
Primaria de Salud y sin integración vertical.
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Bioética
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Nos
informan las noticias de internet que en España la comunidad
médica se «opone a la reforma de la ley del aborto»
y discrimina: «La Organización Médica Colegial
(OMC) que reúne a los 52 presidentes de los colegios
médicos», otras asociaciones médicas como
«la Sociedad Española de Contracepción,
la de Diagnóstico Prenatal o la Sociedad Española
de Salud Pública y Administración Sanitaria».
A lo anterior se suma la «Campaña 'Names, not numbers'».
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Las imágenes que ilustran esta noticia muestran leyendas
como «¡NO a las leyes clericales, machistas y
medievales!» (sic).
Es sin duda una campaña bien pensada en la cual se
hace hincapié en la muerte de mujeres, en derechos
humanos, etc., pero se calla la incontrovertible realidad
de que se asesina a seres humanos que no cometieron ninguna
falta, ningún delito, que ontológicamente no
pudieron faltar a ninguna ley humana, y que sin embargo se
los condena a muerte por voluntad o aquiescencia de la madre,
y que no tienen un defensor así sea de oficio.
Suponemos que la posición asumida por la comunidad
médica española se debe a un fanatismo
extremo y además absurdo, ya que no es posible que
en su formación de profesionales de la medicina no
conocieran que el primer fundamento de la sobrevivencia en
la tierra es el respeto por la vida de uno mismo y de sus
semejantes; es imposible que no hayan conocido uno de los
documentos primordiales de la ética médica,
el Hórkos, de finales del siglo V o inicio del siglo
IV antes de Cristo, que proclama bajo la gravedad del juramento:
«No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún
fármaco letal, ni haré semejante sugerencia.
Igualmente tampoco proporcionaré a mujer alguna un
pesario abortivo. En pureza y santidad mantendré mi
vida y mi arte». (Cfr. Lara Nava, Mª. Dolores.
Tratados Hipocráticos. Tomo I. Juramento (Hórkos).
p. 62 -83. Madrid. Gredos. 1983).
El respeto a la vida del otro es un elemento racional, pues,
¿qué sería de nuestra supervivencia en
la tierra si no existiera dicho respeto? ¿Si estamos
sólo a merced del más fuerte, cómo podemos
proyectar nuestra existencia? Bien sabemos que la vida del
hombre, ser inteligente y racional, no se le da hecha sino
que tiene que proyectarla para llevarla a cabo. El respeto
a la vida del otro -ser humano como uno mismo- no es cuestión
sólo religiosa, como pretenden las asociaciones españolas;
esencialmente y ante todo, insistimos, posee un fundamento
humano, antropológico, se confiese o no alguna creencia
religiosa.
Ese «NO a las leyes clericales, machistas y medievales»
revela una crasa ignorancia de la historia de la humanidad
y un enfermizo afán feminista que confunde lo simplemente
racional con lo religioso. El fanatismo puede llevar, como
en el caso que comentamos, a una perturbación del pensamiento
que linda con la esquizofrenia.
Otra explicación posible es que dichos profesionales
tengan hoy en día la certeza de que equivocaron su
vocación y que los conocimientos médicos sólo
les sirven para ejercer con más seguridad y con más
utilidad económica la misión de verdugos. Realmente,
lo único que no tiene límite es el anhelo de
dinero, la amplitud de la billetera: mientras
más se acumula más se desea, y llega un momento
en el que no importa si se negocia son vidas humanas o con
otras cosas, pues infortunadamente tratándose
de ampliar la billetera el aspecto ético
desaparece.
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| NOTA:
Esta sección es un aporte del Centro Colombiano de Bioética
-Cecolbe-. |
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Maestro, ¿qué es eterno?
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La
espera para lograr una infeliz cama en las salas de urgencias
de los hospitales. Tiene que ir uno chorreando sangre o con
las tripas afuera, o con cara de cadáver de 3 días,
para que la EPS le dé una orden. Eterna la cola de
enfermos y moribundos en los pasillos de urgencias, esperando
turno para una camilla. Eterna la mamadera de gallo de las
EPS para una cita, eterna la lucha de hospitales para que
esas EPS les paguen las cuentas. La próxima vez, no
cojas taxi, mejor te vas en un ataúd con balineras,
por si acaso.
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