 |
|
|
 |
|
|
|
|
Una
declaración de hace poco más de 3 décadas
comprometió a los países a mejorar la salud de
sus habitantes con prevención y promoción, más
que con atención a la enfermedad. Se pusieron como meta
el año 2000 para lograr la salud de todos. Colombia está
rezagada en esa meta, pero tiene importantes avances. |
Programa
Así Vamos en Salud
Hace 36 años, 134 países y 67 organizaciones internacionales
se reunieron en Kazajistán por invitación de la
OMS, la OPS, la Unicef y la antigua Unión Soviética,
para celebrar la conferencia de salud más importante
de la década del 70. Como resultado del encuentro los
asistentes escribieron la Declaración de Alma-Ata,
donde expresaron que la estrategia de Atención Primaria
en Salud (APS) era la mejor manera de dar salud a los pueblos.
Su lema fue "Salud para todos en el año 2000". |
Colombia aún
sigue con dificultades para lograr los propósitos de
dicha declaración. El predominio del concepto cliente
sobre el de paciente y del enfoque curativo sobre
el preventivo, la fragmentación y ruptura de la integralidad
en la atención en salud, la falta de personal médico
calificado en APS e incluso las diferencias sobre qué
es APS, son algunos obstáculos del país para lograr
que la meta puesta en 1978 sea un hecho.
"El concepto de APS ha venido evolucionando en el tiempo,
superando la visión de que es el primer nivel o puerta
de entrada en el sistema, o que es atención en salud
para poblaciones vulnerables. |
 |
Cada
vez se comprende más que es la estrategia para mantener
saludables a las comunidades, más que para atender la
enfermedad. Que el modelo se basa en atender a todas las poblaciones
bajo unos principios de equidad, justicia social y solidaridad",
explicó Bibiana Pineda, asistente técnica y coordinadora
(e) de Así Vamos en Salud, durante los encuentros
que este programa y los Programas Cómo Vamos realizaron
en 4 ciudades, con el apoyo de aliados estratégicos como
el Grupo de Estudios en Salud Pública de la U. de los
Andes en Bogotá y Comfamiliar Risaralda en Pereira.
Los modelos APS de Bogotá, Medellín, Barranquilla
y Pereira fueron examinados por representantes del sector salud,
la academia, los usuarios, los prestadores, los aseguradores,
las cajas de compensación familiar y las mismas Secretarías
de Salud, para conocer sus avances y sus retos. |
El predominio del concepto
cliente sobre el de
paciente y del enfoque curativo sobre el preventivo,
la fragmentación
y ruptura de la integralidad en la atención en salud,
la falta
de personal médico calificado en APS y las diferencias
sobre
qué es APS, son algunos obstáculos para lograr
Salud Para Todos en Colombia.
|
Bogotá
tiene el modelo con más persistencia en el tiempo, 10
años, y Medellín el más reciente, 2 años.
En general, los 4 modelos muestran que los avances alcanzados
se han dando por voluntad política y continuidad; por
las acciones realizadas entre varios sectores e instituciones
de la administración, que son resultado de comprender
que la salud de las personas es producto de determinantes sociales,
ambientales, económicos y de salud, y que además
se deben tener enfoques diferenciales según situación
de vulnerabilidad de las personas, género, ciclo vital,
etnia y grupo poblacional.
Precisamente, para llegar al detalle de la información
de cada individuo, los modelos de las 4 ciudades tienen un énfasis
en la identificación, la caracterización y la
priorización de las familias, tarea que hacen en campo
a través de equipos especializados en esa labor. Dichos
equipos llegan también con acciones de educación
en salud, en asuntos tan diversos como enfermedades, violencia
intrafamiliar, y derechos y deberes de los ciudadanos en temas
de salud. La estrategia contempla llegar a la casa de las personas,
pero también a otros ámbitos en los que ellas
están como son los colegios y los barrios.
Grandes desafíos
A pesar de que en el país se está impulsando
más el modelo de APS desde hace poco más de una
década, los desafíos para cumplir con sus preceptos
y principios son enormes, como se vio en las diferentes mesas
de trabajo, y que en general aplican para el resto de Colombia.
|
"El concepto
de APS evolucionó, superando
la visión de que es el primer nivel o puerta de entrada
en el sistema, o que es atención en salud para poblaciones
vulnerables.
Cada vez se comprende más que es la estrategia para
mantener saludables a las comunidades, más
que para atender la enfermedad".
Bibiana Pineda
|
Uno de
ellos tiene que ver con la concepción del sistema de
salud, el cual está concentrado en la enfermedad, y no
en la promoción y prevención. Esto se debe, en
parte, a que las EPS aunque reciben los dineros para hacer actividades
de promoción y prevención, los destinan a atender
la enfermedad.
"Vamos a seguir con paños de agua tibia y nos vamos
a demorar en tener una buena salud en la población si
no cambiamos la lógica de la enfermedad por la de promoción
y prevención (...) Tenemos muchos retos para lograrlo,
entre ellos: articulación efectiva con las EPS, ampliación
de cobertura, mayor corresponsabilidad del ciudadano para que
se empodere, y fortalecimiento de la estrategia APS", señaló
el secretario de Salud y Seguridad Social de Pereira, Julián
Mauricio Trejos, quien fue uno de los más insistentes
en presionar a las EPS para que cumplan con esa directriz.
Otro desafío es la mercantilización de los servicios
de salud, como llamaron algunos participantes al hecho de que
se cobren de manera exagerada algunos servicios de salud. Para
ellos esto hace que no todos los ciudadanos tengan atención
y que las familias deban asumir gastos que terminan empobreciéndolas.
Además lleva a que pierdan la confianza en el sistema,
lo cual constituye una amenaza para la estabilidad del mismo.
Entre los retos igual está contar con profesionales de
salud y demás personal preparado en el modelo que plantea
la estrategia de APS, y con una sociedad civil, gobierno, sector
privado, academia, entre otros, comprometidos con una estrategia
intersectorial y extra-sectorial, ya que el bienestar de las
personas no depende solo del sector salud.
Finalmente, se requiere entender que la APS no es solo un asunto
de programas, proyectos y convenios, sino una política
a largo plazo y con recursos.
Para quienes asistieron a las mesas de trabajo, la APS es la
estrategia que debe llevar a cabo el sistema de salud para reducir
los efectos de la enfermedad, disminuir su incidencia (nuevos
casos) y contribuir a mejorar las condiciones de bienestar y
calidad de vida de la sociedad. Para ello se necesita la participación
de la ciudadanía de manera individual o colectiva en
programas de prevención y promoción. Además,
debe tener como principios la accesibilidad (geográfica,
económica, cultural y organizacional), la integralidad
(articulación de respuestas individuales, colectivas,
sectoriales y transectoriales), la longitudinalidad (relación
a largo plazo entre población y salud) y la continuidad
(seguimiento y monitoreo de los procesos de atención). |
 |
|
Recomendaciones para programas
de APS
|
Los
expertos invitados por Así Vamos en Salud
y los Programas Cómo Vamos de Bogotá,
Medellín, Barranquilla y Pereira, junto con aliados en
las diferentes capitales, hicieron sugerencias a los gobiernos
locales y al gobierno nacional:
Partir de la investigación para orientar intervenciones,
hacer escalamiento y llegar a la política pública.
Incluir indicadores para evaluar el impacto de la APS en temas
sociales, de equidad y de intersectorialidad, para no perder
de vista esos determinantes.
Comprender que el modelo de la APS debe modificar el modelo
del sistema general de salud y no al contrario.
Entender la APS como un modelo de atención integral,
que debe contar con resultados en materia de equidad y desempeño
de servicios.
Dar al modelo financiamiento total y no parcial, como ocurre
hoy.
Bajar a un lenguaje común, para el ciudadano, el lenguaje
técnico que se emplea en las discusiones sobre APS, ya
que por esa razón los procesos de participación
son débiles.
Usar modelos innovadores para la prestación del servicio
de salud.
Involucrar a todos los sectores (sociedad civil, entes gubernamentales,
empresa privada, academia, entre otros) en la construcción
de un modelo de atención equitativo.
Capacitar a los usuarios y prestadores en derechos y deberes. |
|

|
|
|